Realismo con renuncia
Cristián Stewart Idea Pais A n su segundo gobierno, Michelle Es: encontró una rebuscada fórmula, llamada «realismo sin renuncia», para explicar cómo la realidad y sus problemas terminaron siendo una piedra de tope enorme ante su programa de «reformas estructurales». Ella no quiso renunciar a lo que inspiraba a su programa (por eso «sin renuncia»), y terminó igual aprobando las reformas educacional, tributaria, política y laboral.
El presidente Gabriel Boric, al revés, parece haber echado mano a un «realismo con renuncia»: los ajustes que la realidad le ha enrostrado han significado costos que atentan contra la esencia más profunda de la identidad del proyecto frenteamplista. Veamos. Las múltiples crisis han obligado al gobierno a redefinir sus prioridades. Y en eso han actuado bien.
De acuerdo con un reciente informe de Idea País, han cumplido con el 46,8 % de los compromisos asumidos en materia de seguridad (que ciertamente, no era prioridad en su programa). El alto avance de planes para reactivar la economía, como Invirtamos en Chile, también confirma esa flexibilidad. Pero el abandono de sus prioridades haimplicado, en gran medida, dejar de lado las convicciones con que nacieron y con las que llegaron a gobernar.
Dentro del 37,7 % de los compromisos que ha cumplido el gobierno a la fecha (el número baja a mucho de lo que Boric quería—. Lo que brilla por su ausenci Ala fecha, no se han iniciado las siguientes medidas de su programa: refundar a las policías; crear una empresa estatal de redes de telecomunicaciones; derogar la Ley de Seguridad del Estado, la ley antibarricadas y las normas sobre | el control de identidad preventivo; promover una ley de aborto 30,3 % si solo miramos su “Si al votante legal, libre y gratuito; y cuestiones positivas: le hubiesen do materiales de consaprobadas que vienen de estos trucción; entre otras. Escompromisos originales resultados en 2021, tosasuntos —antes censuyos, como copago cero probablemente los — en su programa— en Fonasa o la credencial para cuidadores para acceder a beneficios.
Hay otras relevantes para su identidad, pero que no pasan más allá de su fiel 30% de apoyo, como la creación de un mapa participativo de riesgo y saberes locales, o la cumplida promesa de losindultos. Pero si al votante frenteamplista duro le hubiesen mostrado estos resultados en 2021, probablemente los habría rechazado. Por lo que se ha aprobado —la reforma de pensiones dista habría rechazado”. Hoy se ven muy lejanos. El balance debe ser honesto.
Asumiendo incluso que la estabilidad de la que insisten ser responsables fuera cierta —olvidando que los problemas de orden público tuvieron mucho que ver con su propia actitud como oposición—, es importante que en el análisis esté presente ¡ acaso es este un gobierno del cual sentirán orgullo, o si en el futuro —como muchos concertacionistas ayer— renunciará a su propia biografía.