COLUMNAS DE OPINIÓN: Alguien nos está moviendo el piso
COLUMNAS DE OPINIÓN: Alguien nos está moviendo el piso Helmut Kauffmann Chivano Dr. en TeologíaMagíster en Liderazgo Pedagógico.
La sensación térmica va en aumento cada año, parece que nadie quiere hacer algo al respecto (calentamiento global), indiferencia en los gobernantes de los grandes países, se observan drones espías en muchos lugares, inundaciones por doquier. Plato preferido para la temporada: machas a la parmesana y se comenta por doquier que el origen de las papas fritas sería chileno. Existe una creencia popular que vincula temporadas de mayor calor con la ocurrencia de movimientos telúricos. Algo que varias personas recordaron ante los fuertes sismos que vivimos los chilenos la semana pasada. No existe evidencia científica que respalde la creencia de que entre mayor sea la temperatura en un lugar, más posibilidades existen de que se presenten movimientos telúricos. Los sismos son el resultado de la dinámica en el interior de la Tierra, un fenómeno que ocurre en el subsuelo. La tierra está en constante movimiento, es algo que todos damos por hecho.
No solo gira alrededor del Sol en una órbita elíptica que completa cada 365.25 días (un año), sino que también gira sobre su propio eje, un movimiento conocido como rotación. ¿Qué causa la rotación de la Tierra? En realidad, la causa no se conoce con certeza, pero se cree que se debe a una combinación de factores que ocurrieron durante la formación del Sistema Solar hace aproximadamente ¿4.600 millones de años? Las teorías más probables sugieren que nuestro planeta se formó a partir de una nube de gas y polvo en rotación, y esa rotación se conservó durante su formación. Otras teorías dicen que quizá la Tierra sufrió colisiones con otros cuerpos celestes durante su formación, lo que le habría dado su movimiento de rotación. O simplemente, puede que las fuerzas gravitacionales de otros planetas y lunas del Sistema Solar podrían haber influido en la rotación de la Tierra durante su formación. De todos modos, la rotación de la Tierra no es tan fija como parece.
Aunque pasa desapercibida para la mayoría de los habitantes del planeta, la velocidad de giro de la Tierra experimenta pequeñas fluctuaciones influenciadas por diversos factores como terremotos, volcanes, fuerzas de las mareas y patrones de viento. El deshielo polar y su impacto en la rotación. Un nuevo estudio científico reveló que la redistribución de masa de los polos hacia el resto de los océanos del mundo, consecuencia del deshielo polar por el calentamiento global, está ralentizando la rotación del planeta. Este fenómeno, que contrasta con la aceleración del núcleo externo líquido de la Tierra, retrasa un momento sin precedentes en la historia: la primera supresión de un segundo bisiesto..