Homicidio a dos cuadras de la Alameda: transeúntes terminaron refugiados en locales comerciales
Homicidio a dos cuadras de la Alameda: transeúntes terminaron refugiados en locales comerciales "Salir a hacer un trámite a las once de la mañana no debería dar miedo", comenta testigo Homicidio a dos cuadras de la Alameda: transeúntes terminaron refugiados en locales comerciales Víctima fue baleada en Alonso Ovalle con Santa Rosa. Un sospechoso fue detenido cerca.
Mareo PommIEz mediodía de este lunes, José Arana cumplía su rutina laboral como cualquier otro día, atendiendo a los clientes que entran a su pequeño local ubicado en calle Alonso de Ovalle, a pasos de la intersección con Santa Rosa, en pleno centro de Santiago. En eso estaba cuando, alarmado, escuchó seis disparos seguidos.
Inmediatamente dejó lo que estaba haciendo y, junto con una clienta que estaba frente a él, dirigieron su miraestaba frente a él, dirigieron su miraestaba frente a él, dirigieron su miraestaba frente a él, dirigieron su miraELISAVERDEJO ELISAVERDEJO da al ventanal.
A los pocos segundos vio gente correr por la calle. ¿Qué había ocurrido? En aquella esquina, a tan solo dos cuadras de la Alameda Libertador Bernardo O'Higgins, se desarrollaba una balacera a plena luz del día que concluyó con una persona muerta y otra detenida. Carabineros y el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) del Ministerio Público acudieron al lugar para esclarecer lo ocurrido. El fiscal Gamal Massú dijo que la víctima era de 2) "Falta seguridad en esta zona.
De noche se sabe lo que ocurre, pero de día uno está nacionalidad dominicana y trabajando" que fue baleada en más de A una oportunidad frente a un Wilmary Sequera, estacionamiento privado. "Se testigo trata de un tirador. Había ocho valnillas", detalló. "Estaban aterrorizados" Segundos después de los disparos, gente que se encontraba cerca buscó refugio en el local atendido por José Fernández: "Entraron tres personas muy asustadas. Decían que habían matado a alguien afuera. Uno a veces escucha esos ruidos pero piensa que es otra cosa, como algún cohete. Como vi a la gente correr y los que entraron estaban aterrorizados, decidí cerrar el local". Una vez que la situación parecía controlada, se sintieron seguros para salir. Entonces, Fernández se asomó al exterior y vio un cuerpo tendido en la calle. El fiscal Massú descartó un intercambio de disparos. Según explicó, los equipos investigativos de Carabineros, el OS 9 y Labocar realizaron peritajes científicos, químicos y balísticos para reconstruir lo ocurrido. Para resguardar la zona del crimen, se dispuso un perímetro de seguridad que obligó a suspender el tránsito vehicular por Av. Santa Rosa desde calle Tarapacá.
La detención Tras el homicidio, al cruzar la intersección por la misma Alonso de Ovalle, Wilmary Sequera, de 24 años, preparaba la receta de fresas con crema que vende en el local donde trabaja hace siete meses. El procedimiento policial obligó a cortar el tránsito en las calles aledañas. "No sabía bien lo que era. Los clientes estaban seguros de que eran disparos y decidieron salir. Ahí no sabía si cerrar o no, pues no veía a personas correr. Minutos después pasó la policía en moto muy rápido por mi calle". Otros testigos aseguraron haber visto al presunto autor del homicidio caminando tranquilamente frente al local de Wilmary. El sujeto fue detenido por personal de Seguridad Ciudadana y efectivos policiales a pocos metros del lugar del crimen, portando un arma de fuego oculta entre sus vestimentas.
El coronel de la Prefectura Santiago Central de Carabineros, Fernando Albornoz, confirmó la detención, pero tanto él como el fiscal Massú advirtieron que la investigación seguía en curso para establecer si efectivamente existe una relación entre el detenido y la víctima. La seguridad Tanto José Fernández como Wilmary Sequera concuerdan en que este tipo de hechos de sangre son inusuales en el sector, al menos de día. Si bien asumen que durante la noche el sector se vuelve algo peligroso, aclaran que en la jornada diurna solo sabían de robos. "Falta seguridad en esta zona. Esto ocurrió en la mañana, cuando la gente estaba comprando, algunos comiendo, otros haciendo trámites. De noche se sabe lo que ocurre, pero de día uno está trabajando", recalca Sequera. Es el caso de Juan Campus, quien realizaba un trámite de contabilidad junto a su madre en el local contiguo al de Wilmary. Mientras eran atendidos oyeron los disparos. "Sentimos miedo. La gente de la calle estaba asustada también. Con mi madre pasamos 10 minutos antes por ahí, nos salvamos. Por acá transita mucha gente, no sé cómo suceden estas cosas. Salir a hacer un trámite a las 11 de la mañana no debería dar miedo", reflexiona Campus.
Aunque muchos vecinos y comerciantes prefirieron no hablar por temor a represalias, todos coincidieron en la necesidad de mayor seguridad en la zona. "Aquí todos se conocen, y eso genera miedo a hablar", comentó una de las vecinas del sector, quien prefirió no identificarse..