Autor: JANINA MARCANO
Obesidad y diabetes están detrás del fuerte aumento de la enfermedad renal en mujeres
Explican los expertos: Este mal casi se ha triplicado en las últimas tres décadas en todo el mundo, pero en Chile y los países vecinos el alza supera el promedio global, según un estudio internacional.
Obesidad y diabetes están detrás del fuerte aumento de la enfermedad renal en mujeres Explican los expertos:Al sobrecargar los riñones yfavorecer condiciones como diabetes e hipertensión, que dañan su función, la obesidad aumenta el riesgo de enfermedad renal. Además, la inflamación y el estrés oxidativo que genera aceleran el deterioro renal. SNOMMOCEVITAERC / SLEXEPEste mal casi se ha triplicado en las últimas tres décadas en todo el mundo, pero en Chile y los países vecinos el alza supera el promedio global, según un estudio internacional.
PrevalenciaLa prevalencia en Chile de la enfermedad renal crónica en las últimas etapas, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 20162017, es de 3%, superior a la descrita en la de 20092010, de 2,7%, en la población general (hombres y mujeres). Cada vez más mujeres presenafección que se caracteriza tan enfermedad renal, una por el daño progresivo de los riñones y la pérdida de su función; y que aumenta varias veces el riesgo de morir a causa de un infarto al corazón o un accidente cerebrovascular. Esto es lo que descubrió una investigación presentada hace pocos días en California (EE.UU. ) durante la Semana Renal 2024, un evento anual organizado por la Sociedad Estadounidense de Nefrología.
Basándose en los datos del estudio “Global Burden of Disease 2021”, el cual cuantifica la pérdida de salud a lo largo del tiempo y que incluye datos de 204 países y territorios (incluido Chile), los autores del nuevo trabajo analizaron la carga de la enfermedad renal en mujeres a nivel global entre 1990 y 2021.
Según vieron, la prevalencia de la patología, es decir, la proporción de mujeres que la presenta, casi se tripli-có en ese período (los casos crecieron 180,88% ).HábitosDe acuerdo con los datos, los nuevos diagnósticos se incrementaron, en promedio, un 2,1% al año, mientras que la mortalidad debido a ella creció 3,39% anualmente.
“Creemos que los factores clave que están detrás del aumento de la enfermedad renal crónica en las mujeres son el envejecimiento de la población y el aumento de factores de riesgo como diabetes, hipertensión y obesidad”, dice a “El Mercurio” Hardik Dineshbhai Desai, investigador clínico y de salud pública independiente y miembro del Institu-to de Ciencias Médicas Gujarat Adani (India). Por otro lado, añade, “la rápida urbanización ha llevado a cambios en los hábitos dietéticos con un mayor consumo de alimentos procesados con alto contenido de grasas, azúcares y sales.
Todo esto contribuye a mayores tasas de obesidad, diabetes y otros trastornos metabólicos, especialmente en el mundo en desarrollo”. La presidenta de la Sociedad Chilena de Nefrología, Tamara Bórquez Villagra, coincide en que el incremento puede estar vinculado a enfermedades relacionadas con el estilo de vida, así como con condiciones específicas de la salud femenina.
La nefróloga comenta: “Las mujeres están más expuestas a factores de riesgo como hipertensión, diabetes, obesidad y malos hábitos, lo cual incrementa significativamente su riesgo de desarrollar enfermedad renal crónica”. Además, destaca, “algunas condiciones específicas de la mujer, como la preeclampsia durante el embara-zo, aumentan el riesgo de hipertensión y, en consecuencia, de enfermedad renal crónica”. En cuanto a otros factores de riesgo que expliquen el aumento de la patología en las mujeres, Sebastián Cabrera, nefrólogo de Clínica Dávila, consigna que “las mujeres tienen más enfermedades autoinmunes”, mencionando que el lupus, por ejemplo, es una afección autoinmune que afecta 10 veces más a mujeres y que puede causar enfermedad renal crónica.
A nivel localSegún datos publicados en la Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología, la enfermedad renal crónica se observa en aproximadamente el 4% de las mujeres en edad fértil, lo que representaría a unas 400 mil mujeres en Chile. Esto, de acuerdo con los datos poblacionales del INE. Por otro lado, la patología suele afectarlas desde los 40 años, aunque su prevalencia aumenta significativamente a partir de los 60 años, se-gún la Clínica Mayo.
El nuevo estudio, en tanto, encontró que las mayores alzas de los casos nuevos por año se observaron en América Latina andina (Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Chile y Argentina), con un aumento del 403% en el período estudiado. En el caso de Chile, la incidencia (casos nuevos) de la enfermedad renal crónica entre las mujeres ha crecido, en promedio, 4,41% por año. Y la mortalidad por esa causa creció 4,78% anual, es decir, ambas por encima del promedio global. Para Fernando González, nefrólogo de Clínica U. de los Andes, los resultados eran esperables. De hecho, es un aumento que ya se deja ver en la consulta, asegura el especialista.
“Si uno analiza los datos de la Encuesta Nacional de Salud, uno ve que la diabetes pasó de afectar a un 7,8% de la población hace diez años a entre un 14% y un 15% actualmente, y la hipertensión arterial más o menos a un 25%, entonces no es raro darse cuenta de que en la medida en que aumenta esto, también lo hacenlas consecuencias, como la enfermedad renal crónica”. Sobre los datos nacionales, Bórquez Villagra opina: “Chile es uno de los países con mayor tasa de obesidad y sobrepeso.
Y ese es un factor de riesgo, independiente de la hipertensión y diabetes para progresión de la enfermedad renal crónica”. A juicio de los autores, “esto requiere intervenciones políticas inmediatas, programas de prevención específicos e inversión en infraestructura de atención médica para frenar el aumento de la enfermedad renal crónica, en particular en las regiones de alto riesgo. Las campañas de concienciación pública sobre la importancia del diagnóstico temprano, los estilos de vida saludables y el tratamiento de enfermedades subyacentes, como la diabetes y la hipertensión, son fundamentales”, afirma Dineshbhai Desai. Bórquez Villagra concuerda: “(En Chile) debemos implementar políticas de mejor nutrición, hacer ejercicio, tener vida sana y reducir el consumo de sal”..