"LA ORQUESTA SINFÓNICA HA SIDO UN VERDADERO SEMILLERO DETALENTO Y UN PILAR CLAVE EN LA CULTURA MUSICAL DE ANTOFAGASTA"
"LA ORQUESTA SINFÓNICA HA SIDO UN VERDADERO SEMILLERO DETALENTO Y UN PILAR CLAVE EN LA CULTURA MUSICAL DE ANTOFAGASTA" Progreso y desarrollo para la región Crecer Antofagasta ESCONDIDA BHP A® lejandra Ortiz de Zárate Salfate, copiapina de origen y antofagastina por decisión, llego a esta ciudad cuando apenas tenia 14 anos para seguir cultivando su pasión por el violoncello. Desde entonces, echo raices en la Región. Con más de cuatro décadas dedicadas a la musica, Alejandra ha sido parte esencial de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, donde lleva 45 años, 38 de ellos liderando la fila de violoncellos. Pero su huella va mucho más allá del escenario. Como docente, ha formado generaciones de músicos y profesionales de distintas áreas, marcando sus vidas con el mismo compromiso con que ejecuta cada nota.
Pionera en la implementación del método "Música en Colores" adaptado al violoncello y coordinadora de la Orquesta Regional Juvenil de Antofagasta, su legado vibra en cada rincón donde un niño o niña descubre el lenguaje de la música. ¿Cómo recuerdas tu llegada a Antofagasta cuando eras niña? ¿ Qué te hizo decidir quedarte aqui? La decisión fue familiar. Yo venía saliendo de octavo básico en la Escuela de Música de Copiapó, y ya tenia claro que queria seguir estudiando violonchelo. Pero no había dónde continuar la enseñanza media musical allá, asi que las opciones eran La Serena o Antofagasta. Y bueno, tú sabes, familia grande, muchos hermanos. .. Mi hermana Celeste ya estudiaba acá, asi que me dijeron: "te vas con tu hermana", y asi fue como llegué a Antofagasta. Entré al Liceo Experimental Artistico (LEA) y desde entonces, nunca más me ful. tomaron otros caminos, pero todos tienen un alma grande. La música les dejó algo profundo, y eso me emociona. ¿Cómo llegaste a enseñar con el método "Música en colores"? Fue una necesidad. Quería enseñar de una forma más cercana, menos árida que los métodos tradicionales. Y ahi apareció este método chileno, tan claro, cálido y armónico. Lo propuse para el LEA en enseñanza temprana y fue un descubrimiento. Yo, que estaba acostumbrada a ejecutar más que a cantar, volvi a cantar con este método. Me entretuve, vi resultados concretos: los niños aprendian mejor, comprendían el instrumento de manera visual, asociaban colores, formas y sonidos. Y algo muy lindo: el instrumento te responde.
Le decía a un alumno:";Cree en ti! Mira, el violonchelo te está contestando" Si lo tocas como está escrito, como lo imaginó el compositor, el instrumento te dice: "si, era así". Es mágico, Desde tu mirada, ¿cómo ha cambiado el escenario artistico y musical en Antofagasta en estas décadas? Mucho. Hoy hay un público mas presente, mas entusiasta. La orquesta está mucho más consolidada. Hay un equipo tremendo detrás, desde el grupo de producción del teatro hasta los maestros invitados.
El aporte de instituciones como Minera Escondida BHP ha sido clave para nuestras temporadas. ¿Qué te gustaría que la ciudad recordara de tu trabajo? ¿ Qué legado quisieras dejar? Que sonaran los violonchelos por todos lados. No pido más. Solo que se sepa que sembre, que deje una semilla, y que ahora estoy viendo las flores crecer. Personas hermosas que llevan la música en el alma. Ese es el legado más grande. ¿Qué mensaje les darias a los jóvenes, a los niños y niñas que hoy están descubriendo la música en Antofagasta? Que crean. Que crean en lo que estan haciendo. Como le dije a un alumno el otro dia: cree en tus sueños, esfuérzate, trabaja con amor y disciplina. Los sueños no se logran solos. Requieren trabajo, entrega y constancia. Cuentas con una trayectoria de más de 45 años en la Orquesta Sinfónica de Antofagasta. ¿ Cómo viviste esa experiencia? Lo pasé muy bien. Vivi momentos hermosos dentro de la orquesta. Fui testigo de cómo fue creciendo, cómo se consolidaba. A medida que pasaban los años, la disfrutaba de otra manera, con otra madurez. Y claro, también senti que era momento de un cambio, de un vuelco en la vida. Me tocó ver generaciones y generaciones de músicos, incluso mis propios alumnos llegaron a integrarla. Eso me llena de orgullo, porque las semillas que plante germinaron y dieron frutos maravillosos. ¿Qué rol crees que ha tenido la Orquesta Sinfónica de Antofagasta en la vida cultural de la ciudad? Hasido fundamental. Al principio, era un grupo pequeño, el público siempre era el mismo y escaso. Pero en los últimos 20 años eso cambio mucho. Hoy tenemos el Teatro Municipal, y cada vez que voy a los conciertos con mi esposo, nos sentamos y nos ponemos a recordar. .. y miro a mi alrededor y está lleno. Eso dice mucho porque la orquesta ha creado un público cautivo. La siguen no solo en el teatro, sino también en actividades fuera del recinto: en los conciertos de Navidad en las Ruinas de Huanchaca, por ejemplo, siempre está lleno. Y se siente el cariño, el aplauso cálido. Además, muchos músicos que pasaron por nuestra orquesta están hoy en otras orquestas del pais.
La Orquesta Sinfónica ha sido un verdadero semillero de talento y un pilar clave en la cultura musical de Antofagasta. ¿Cómo ha sido ver a tus alumnos desarrollarse en la música? Es una de las cosas mas lindas. Ver a los niños y jovenes ir a los conciertos, acompañados por sus padres, es muy emocionante. Eso habla de una familia que se nutre de música, que se abre al arte. Y también está el otro lado: mis exalumnos. Algunos siguieron en el violonchelo, otros ESCONDIDA BHP PUBLICIDAD.