La importancia del buen servicio en la heladería
La importancia del buen servicio en la heladería Chef&Hote( 1 opinión La importancia aei nuen servicio en la heladería Ignacio Milies y. Periodista, ingeniero comercial y heladero. Consultor en heladería artesanal, cofundador de la Copa Nacionalk de Heladería e integrante de la Asociación de Pasteleros de Chile. Llega el mes de septiembre y con las empanadas, cuecas y también los días de mayor sol.
Nuestras heladerías Comienzan a ecibir una mayor cantidad de omensales deseosos de disfrutar de un buen helado y como heladeos heladeos debemos saber que junto con laborar un producto de calidad, también debemos ser capaces de ntregar una experiencia.
En un mundo cada vez más ompetitivo, donde la oferta de, roductos es abundante y variada, 1 servicio al cliente se ha convertido en el principal diferenciador entre las empresas xitosas y aquellas que apenas ogran sobrevivir. Esto es especialmente cierto en el sector de la heladería, donde el producto, aunque delicioso, no siempre es suficiente para garantizar la lealtad J el cliente. Es en la calidad del servicio donde una heladería uede verdaderamente destacar y segurarse un lugar privilegiado en a memoria y el corazón de sus lientes. Un buen servicio en la heladería no solo se traduce en una expeiencia expeiencia agradable para el cliente en 1 momento de la compra, sino que también fomenta la creación de, ínculos emocionales. Cuando un liente se siente bien atendido, no solo compra un helado, sino que se leva consigo un recuerdo positivo, na sensación de bienestar que lo notivará a regresar. Este tipo de experiencia es lo que convierte a inciiente ocasional en un cliente habitual, que no solo vuelve por el producto, sino también por la atención y la calidez con la que es recibido.
Al mismo tiempo, conlleva una gran responsabilidad, que es capacitar constantemente a nuestro personal para que sepa bien qué es lo que está vendiendo. i no conoce el producto, difícilmente difícilmente podrá recomendarlo o transmitir toda la información que queremos hacer llegar a nuestros clientes. Es cierto que la rotación de personal es bastante alta, no todos aspiran a pasar toda su vida despachando helados y está bien, no obstante, hagamos un esfuerzo i marquemos la diferencia. En este sentido, como heladeros no podemos quedarnos encerrados en nuestros laboratorios. Mientras más nos acercamos a la temporada, temporada, el trabajo aumenta y las responsabilidades también.
No bstante, démonos el tiempo de onversar con nuestros equipos e invitarlos a ser parte de esta hazaña que es vender un helado, om partir sus características -si es artesanal, mucho mejore invitar al cliente a ser parte de una experienia, experienia, a degustar y compartir más abores cuando tenemos tiempo y si no, lo mínimo es saludar, algo que también hemos perdido, no olo en la heladería, sino también en las diferentes áreas de la restauración y el servicio.
Lamentablemente -y no solo en nuestro paísestamos acostumbrados acostumbrados a una venta merarnente transaccional: el cliente se acerca a la vitrina a mirar los sabores, o bien directamente a la caja, paga y luego se le entrega su producto.
Indica el sabor que va a llevar y, al son de la clásica pregunta ¿ en cono o en vasito?, nuestro colaborador colaborador procede a servir el helado, entregárselo al consumidor y que pase el siguiente. Démosle nuestro sello y marquemos la diferencia: en la era digital, donde las opiniones y recomendaciones circulan a la elocidad de la luz, un buen servicio puede convertirse en la mejor publicidad para una heladería. Las personas no dudan en compartir sus experiencias en redes sociales, y una recomendación positiva puede atraer a nuevos clientes, mientras que una experiencia negativa puede alejar a potenciales compradores. Así, la calidad del servicio no solo afecta directamente la satisfacción del cliente, sino que también tiene un impacto significativo en la reputación de la heladería. En un entorno donde el helado es un producto que evoca placer y disfrute, el servicio debe estar alineado con estas emociones. Invertir en un buen servicio es invertir en la satisfacción del cliente, en la reputación de la empresa, y en la continuidad del negocio. Porque al final del día, un helado puede derretirse, pero una buena experiencia perdura en la memoria..