La calle Ignacio Carrera Pinto recuerda nombre de un héroe
La calle Ignacio Carrera Pinto recuerda nombre de un héroe A comienzos del pasado siglo XX, Rancagua experimentó un extraordinario crecimiento urbano.
Esosignifcaba romper el damero, de ocho cua por lado, que marcó el plano de la vila fundada por don José Antonio Manso de Velasco en 1743, y que había permanecido, casi intacto, lo largo de 150 años.
Hubo un hecho decisivo que dio impulso al ereciento de la ciudad hacía el sur poniente, Fue el Inicio de las construcciones de la empresa minera norteamericana Braden Copper Company, que ¡ niciaba la explotación a gran escala del Mineral de Cobre de El Teniente.
La empresa comenzó por prolongar la calle Millán hacia el Oriente, como. vía de acceso a sus instalaciones, que estación inicial del ferrocarril que uni agua con Sewell Surgió entonces la necesidad de prolongar otras calles paralelas, desde San Martin hasta el cami no a la Estación de Ferrocariles del Estado.
Así nacieron la calles Ignacio Carrera Pinto y Nicolás Marur, atravesada por la calle Peyla (actual Avenida Lastarria), que, unía a ín con Bras La calle Carrera apariencia campesina de un camino de tierra, que fue lentamente adquiriendo fisonomía urbana. Hace 90 te de un casi solitario barrio suburbano, que ya tenia varias construcciones de adobes, bodegas, pequeños negocios y sitios eriazos.
Ocupaban amplios sitios varias caballerizas, como las de los vecinos Ramón Calvo, Domingo Bravo, Efraín Guevara y Segundo Inostroza, Estaba también el depósito de carretones de Carlos Vergara y los de carbón y leña de Ciriaco Carreño. y de Herminio Nuñez. No podía faltar una "cochera", lugar donde. se guardaban y reparaban algunos coches victorias que, tirados por caballos, eran el más popular medio de movilización colectiva de la ciudad. Los vecinos encontraban comestibles en el Almacén de Antonio López y abastecimiento de carbón y leña, en la bodega de Ciriaco Carreño. Así mismo, existia la peluqueria de Juan de Dios Quintanilla ye taller de composturas de Gerardo Valdivia.
En las cercanías delas Estaciones ferroviarias funcionaban los restaurantes de Florir Eleodoro Negrete y de José Luis Santi, El mayor número de negocios en dicha calle eran los 5 Depósitos de Licores, que pertenecían a Maximiliano, Diaz, Gregorio Es ro, Rafael Jaramillo y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. y Herminia Zúñiga. que sólo se abrían alos clientes conocidos, eran la característica más popular de la nueva calle de tierra en aquellos tiempos, Al terminarla calle, en una especie de plazoleta, cerca de la Estación, funcionaba la llamada Vega Dofihuana, donde huasos campesinos llegaban desde Doñihue, a caballo, en caretas, o en el ramal del tren, a caballo, en caretas, o en el ramal del tren, a caballo, en caretas, o en el ramal del tren, a vender sus productos. No voy a entrar en mayores detalles de la larga historia de esta arteria rancagúina, Recordemos que Carrera Pinto fue la primera calle que se pavimentó completa en Rancagua, alrededor de 1930. Aunque primero se pavimentó tuna cuadra de la calle Calvo, como un ensayo demostrativo de lo que se podía llevar a cabo en otras arterias urbanas centrales, todas de tierra o de piedras. Carrera Pinto demostró lo que se podía hacer, el tiempo que demoraba y el costo que tenía. Ya con pavimento, la calle fue adquiriendo, un mejor aspecto, cada vez con más rapidez, hasta llegara su fisonomía actual. IGNACIO CARRERA PINTO Ignacio Cartera Pinto es uno de los héroes más ¡ grandes de nuestra historia patria. Con el grado de teniente, ea el mao a Ie dela pequeña Compañía militar del Regimiento Chacabuco. La compañía estaba formada por 77 hombres que tenian a su cargo el resguardo de la aldea denominada La Concepción, en la sierra peruana, durante la Guerra del Pacifico. El 9 de julio de 1882, fueron rodeados por fuerzas peruanas inmensamente superiores, más de dos mil hombres, entre soldados y montoneros. El combate fue fiero y sangriento. Durante 20 horas, los 77 chilenos fueron atacados sin descanso. Uno a uno fueron cayendo muertos. En la mañana del 10 de julio, solo quedaban los cuatro Jóvenes oficiales y una veintena de soldados chilenos. Muerto el teniente Carrera Pinto, lo fueron sucediendo en el mando los subtenientes Arturo Pérez Canto, Julio Montt Salamanca y Luis Cruz Martinez. Este último, de sólo 16 años de edad. Ninguno sobrevivió.
Los detalles del combate fueron relatados por oficiales peruanos que no podian creer la valentía de ese grupo de chilenos y el inmenso sacrficio, negándose una y otra vez a las peticiones de que se rindieran para salvar sus vidas. Cuando llegó el grueso del Regimiento Chacabuco, tras retirarse los peruanos, os integrantes se encontraron con un cuadro horroroso. En torno a la plaza las casas quemadas, con sus restos humeantes, entre ellas la que sirvió de cuartel a los chilenos. Los cadáveres de los 77 defensores botados, entre centenares de atacantes peruanos muertos. La bandera chilena, chamuscada, pero no rendida, en un quebrado mástil. Ignacio no alcanzó a saber que el comandante del Regimiento traía la noticia de que el teniente Ignacio Carrera Pinto habla sido ascendido a capitán. Pinto habla sido ascendido a capitán..