Autor: Agencias
Nobel de Medicina: "Mi ensayo para entrar al MIT solo decía quiero ser científico
Nobel de Medicina: "Mi ensayo para entrar al MIT solo decía quiero ser científico, " Victor Ambros reveló detalles de su vida y de su carrera esta semana al recibir el galardón 2024, que compartió con Gary Ruvkun. También contó que ahora intenta entender una enfermedad rara infantil llamada síndrome de Argonauta. Agencias as pruebas de acceso al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) son un largo proceso que, entre otros requisitos, exigen componer un ensayo.
El nuevo Nobel de Medicina Victor Ambros supo distinguirse del resto de candidatos al escribir una sola frase: "Quiero ser científico". Ambros recuerda en una entrevista con Efeesaanécdota desu larga carrera como biólogo del desarrollo, quelo llevóa ganar este año el Nobel de Medicina, junto a Gary Ruvkun ambosestadounidenses recibieron el galardónestemartes, por "el descubrimiento del microARN y su papel en la regulación postranscripcional de los genes", según el Comité Nobel.
El microARN no contienen instrucciones para fabricar proteínas sino que participa en la regulación de la expresión delos genes y controlanel proceso de producción de proteínas, indicando al ARN, de mayor tamaño, cuándo debe frenarse o detenerse.
Ante la inevitable pregunta de las aplicaciones médicas prácticas desus descubrimientos, Ambros señala que laimportancia puede radicar en que, "en algunas enfermedaque, "en algunas enfermedaque, "en algunas enfermedades, el microARN puede ser realmente un importante agente impulsor dela patología". Algunos microARN actúan comooncogenescuandoestán mal expresados en las células, al impulsan su proliferación, pero otros actúan de forma opuesta, es decir, promueven la diferenciación celular einhiben laproliferación. "El cáncer es un ejemplo excelente en el queel conocimiento de losmiCroARN puede aportar una comprensión más profunda de qué hace que algunos de ellos secomporten de la manera en quelo hacen", explica.
Ambros recuerda que siempre quiso ser científico y siendo niño se hizo su primer telescopio, pues al haber crecido en una granja estaba acostumbrado aconstruir las cosas porsímismo, algo que, de algunamanera, hainfluido ensu forma de hacer ciencia. "Uno de los aspectos de mi infancia que más aprecio es que mi padre era un hombre muy inteligente, inventivo y trabajador. Era agricultor", recuerda Ambros, quien aprendió mucho con él sobre arreglar maquinaria o construir algo necesario para la granja.
UNENSAYO DE TRES PALABRAS Con la determinación de ser AE AE AMBROS RECIBIÓ EL MARTES EN ESTOCOLMO EL NOBEL DE MEDICINA. científico dejó la granja para ir al universidad y mandó susolicitud la MIT. "Me intimidaba la tarea de escribir un ensayo, porque creía queeraimportante, sabía que las personas que revisan las solicitudes leen cientos de ellos y creía que era importantequeno sonara comoel de todoslos demás", rememora.
Y aunque tenía mucha cosas que decir, creía quele faltaba "el talento necesario" para quela persona que leyera su ensayo "se sintiera impresionada", así que hizo "un poco de trampa". "Quiero ser científico", fue la única frase del ensayo, porque sabía que "ese era el mensaje, que quería que lagente al otro lado de este proceso leyera.
Pensé quesi lo hacía así de corto, al menos se darían cuenta de queera diferente". Reconoce que se arriesgó, un poco, a no pasar el proceso deselección del MIT, pero pensó que "igual funcionaba y lo hizo", porque fue admitido. hizo", porque fue admitido.
SÍNDROME DEL ARGONAUTA Ensuactual laboratorio de la Universidad de Massachusetts sigue estudiando el microARN y ahoraintenta contribuir aentender una enfermedad rara del desarrollo neurológico infantil, el síndrome del Argonauta, que depende de unos genes con ese nombre. Esa investigación le enseñó. algo con lo que no contaba, reconoce Ambros, que se dedica ala ciencia básica, la cual suele hacersesiempre en laboratorio.
Enuna ocasión asistió a un congreso sobre ese síndrome donde también participaban investigadores clínicos, ademásde niños afectados y su pares, aunque él no sabía de la asistencia de estos últimos. "Experimenté esefascinantetipo derelación sinérgica entrelos pacientes y los cientí os básicos" y viola dedicación "constante eincondicional" de los padres. "No esperaba experimentar ese tipo de dimensión humana" en aquel congreso, pero allí se dio cuenta de que tiene "aún mucho que aprender de las relaciones entre la ciencia y las personas". Ambros recordó la importancia delosjóvenes conaspiración científica, cuyos sueños "son vitales, porque hay una cantidad enorme de ciencia por hacer" y hay "una cantidad enorme detalentorepartido por el mundo". Y especialmentea las jóvenes les recomendó que "nodudendeque pertenecen", porquelacienciaessu lugar: "Es muy importante quesepan que, por supuesto, pertenecen". (3 por supuesto, pertenecen". (3.