El general maulino que dominó la sublevación de la marinería en 1931
El general maulino que dominó la sublevación de la marinería en 1931 El general maulino que domrno la sublevacon de la mannena en 1931 Jorge Valderrama Gutiérrez Los luctuosos sucesos de ese año bien pudieron tener como corolario un desastre sin precedentes en la historia nacional, si es que no se hubiese intervenido acertadamente, o bien, que la aviación militar hubiese hundido las mejores embarcaciones de guerra chilenas; momentos angustiosos en que el protagonismo del general de división Carlos Vergara Montero, devenido enemigo del general Carlos Ibáñez del Campo entre 1926-1927, fue decisivo para abortar con éxito la asonada General de división Carlos Vergara Montero, quien fue adicto militar de la Legación de Chile en Alemaniaen Alemaniaen 1918. SIGUE EN LA PÁGINA 18.
El general maulino que dominó la sublevación de la marinería en 1931 El general maulino que dominó la sublevación de la marinería en 1931 El general maulino que domrno la sublevacon de la mannena en 1931 Jorge Valderrama Gutiérrez Los luctuosos sucesos de ese año bien pudieron tener como corolario un desastre sin precedentes en la historia nacional, si es que no se hubiese intervenido acertadamente, o bien, que la aviación militar hubiese hundido las mejores embarcaciones de guerra chilenas; momentos angustiosos en que el protagonismo del general de división Carlos Vergara Montero, devenido enemigo del general Carlos Ibáñez del Campo entre 1926-1927, fue decisivo para abortar con éxito la asonada General de división Carlos Vergara Montero, quien fue adicto militar de la Legación de Chile en Alemaniaen Alemaniaen 1918.
SIGUE EN LA PÁGINA 18 VIENE DE LA PÁGINA 17 Ijt1jtS 4%. ,%jtsatt. &ta La La participación de destacados destacados uniformados, integrantes integrantes de las Fuerzas Armadas, ha sido gravitante en la historiografía historiografía nacional desde los albores de la Independencia, ya que a lo largo de la historia de Chile se han formado 20 Juntas de Gobierno Gobierno (se debe recordar que en la década del veinte se formaron dos, la de 1924 y la de 1925), y en toda su historia el país ha sido gobernado -en ocasiones transitoriamentepor 18 militares (entre (entre ellos, dos almirantes de la Armada, don Manuel Blanco Encalada y don Jorge Montt Alvarez), dando cuenta de algunas de sus obras -así como de la opulencia o sobriedad de sus mandatos-, mandatos-, algunas de las cuales aún subsisten subsisten después de décadas de haberse implementado, y de haber soportado apoteósicos sismos que cíclicamente azotan al territorio nacional.
Así, en los anales de la historia patria, a inicios de la tercera década del siglo XX se gestó un episodio que generó alarma en los sectores políticos más conservadores, al igual que en gran parte de la sociedad de la época: la rebelión de suboficiales y marinos de la Armada.
Si bien en dicha sublevación sublevación no se involucraron oficiales ni el Alto Mando de esa rama castrense, la audacia de los insurrectos marinos iquiqueños y talcahueños los llevó a apoderarse de destructores, varios submarinos de pequeño y gran calado, calado, cruceros, escampavías, así como de numerosas embarcaciones menores. menores. Es decir, de gran parte de la poderosa poderosa Armada chilena. Pero ¿ cómo se generó tal caos en la jerarquía institucional? institucional? Insubordinación que -por ciertopudo tener peores consecuencias. consecuencias. He aquí una semblanza de tal acontecimiento y la del hombre que puso fin a esas horas de penosa incertidumbre incertidumbre nacional. Formación germana Descendiente de cepa de talquinos, Carlos Vergara Montero nació el 3 de enero de 1883 en San José de Pelarco, entonces perteneciente a la Provincia de Talca. Casi un niño aún, en 1898 ingresó a la escuela Militar, de la cual egresó como subteniente de Infantería en 1901. Ascendió rápidamente a teniente teniente del Batallón N 12 Pudeto, iniciando iniciando una exitosa carrera profesional.
Así, en agosto de 1908 fue enviado en comisión a Europa y comandado por un año en el Regimiento Granaderos Ligeros Rey Federico Guillermo II Número Ocho, del Ejército Alemán, y en junio de 1910 fue ascendido a capitán. capitán. Igualmente, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) continuó continuó comandado en Alemania, donde donde sobresalió en todos los cursos de perfeccionamiento en que participó.
En ese escenario, en junio de 1918 fue nombrado profesor de Guerra Terrestre Terrestre en la Academia de Guerra Naval; y al año siguiente pasó a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de ser nombrado adicto militar de la Legación de Chile en Alemania.
Su carrera fue meteórica: obtuvo el grado grado de mayor, en 1920; fue nombrado subdirector de la Escuela de Infantería, en febrero de 1924; profesor de táctica en la Escuela Militar, en agosto de ese mismo año.
Dos años más tarde (1926) quedó designado designado profesor de Instrucción de Combate y de Ametralladoras en la Escuela de Caballería; en septiembre septiembre de 1926 fue ascendido a coronel y nombrado director de la Escuela de Aplicación de Infantería. No obstante sus logros profesionales, en 1927 aconteció un hecho social que repercutiría en su carrera.
Fue así que, cuando se celebraba un almuerzo en honor del Presidente de la República don Carlos Ibáñez del Campo, el 20 de junio de ese año, en un alhajado Casino Casino de Oficiales, un oficial alzó su copa y en sus brindis insinuó que el coronel Carlos Vergara fuera nombrado Ministro Ministro de Guerra (devenido enemigo del general Ibáñez entre 1926-1927). Resultado: el Presidente Ibáñez consideró consideró tal actitud una insubordinación y “destinó” al coronel Vergara a Punta Arenas en calidad de comandante del destacamento Magallanes, a la vez que otros oficiales leales a Vergara fueron enviados a otras unidades o sufrieron distintas sanciones (como llamados a calificar servicios). Poco después, en 1928, cuando las aguas institucionales y sociales estuvieron estuvieron “más quietas fue puesto a disposición disposición del Ministerio del Interior para ser nombrado agregado militar en Brasil, y en noviembre de 1929 su ascenso a general de brigada lo llevaría nuevamente a Alemania para realizar estudios sobre la organización y funcionamiento funcionamiento de las Escuelas de Aplicación Aplicación de las diversas armas del Ejército. En tal contexto, los maulinos Ibáñez-Vergara Ibáñez-Vergara se volverían a cruzar, pero de manera muy diferente.
Así, frente a los infaustos sucesos acontecidos en julio de 1931, el Presidente de la República República Carlos Ibáñez del Campo se hallaba desanimado y pesimista (además, (además, convalecía de una larga gripe), todo lo cual lo llevó a abandonar el Palacio Palacio de la Moneda con su mujer e hijos hijos mayores el 27 de julio de 1931, para asilarse en Argentina. Obviamente, su alejamiento desencadenó la anarquía en Chile; un desgobierno como no se presenciaba desde la época pre Portales, Portales, es decir, a comienzos del siglo XIX.
En tanto, poco más de un mes después, el 2 de septiembre de 1931, el general Vergara fue nombrado Ministro de Estado Estado en el Departamento de Guerra, y tres días más tarde Comandante en Jefe de las fuerzas del Ejército, Marina, Aviación y Carabineros, con motivo de la reciente sublevación de la marinería, marinería, cuya génesis y final se narran a continuación.
Se sublevan suboficiales y marinos Todo se inició la madrugada del 1 de septiembre de 1931, momentos en que estalló la insurrección de la Armada Armada en Coquimbo, y al día siguiente se propagó al puerto de Talcahuano. Su detonante fue la rebaja de sueldos dispuesta por el Ministro de Hacienda, Blanquier, para toda la administración pública -comprendidas las Fuerzas Armadas-, Armadas-, con el objeto de equilibrar el presupuesto fiscal.
Al respecto, como protesta, marinería y suboficialidad se apoderaron de prácticamente toda la flota nacional, íntegra, inclusive del acorazado Almirante Latorre, que recientemente había llegado de Gran Bretaña, donde se le había hecho una millonaria modernización.
En manos de los “rebeldes” marinos iquiqueños cayeron un crucero, siete destructores, varios submarinos pequeños y embarcaciones embarcaciones menores; en Talcahuano, en tanto, se apoderaron de submarinos de mayor calado, el buque-madre de submarinos, submarinos, un crucero, un destructor, escampavías, etc. Hasta la base naval fue capturada. Asimismo, los suboficiales suboficiales sublevados, tuvieron un perfecto perfecto manejo de las flotas, trasladando la de Talcahuano hasta Coquimbo sin la menor falla ni dificultad. El ejecutivo estaba en antecedentes de las tendencias comunistas del movimiento, movimiento, por lo que procedió a adoptar las medidas destinadas a conjurar el peligro que ellas significaban para el progreso de la nación.
Primero, a través del almirante Edgardo Edgardo Von Schroeders, el gobierno del Vicepresidente Manuel Trucco inició negociaciones con los rebeldes en Coquimbo, cuando la medida de ustiosas, nistro con ca dn G ent o rq u e rea General Carlos Vergara Montero, Ministro de Guerra, quien acusó de cobarde a la oficialidad naval, situación situación que provocaría un profundo resentimiento resentimiento al interior de la Marina. Revista sucesos, 1931. u_ El almirante Edgardo Von Schroeders Schroeders inició un diálogo con los insurrectos, insurrectos, pero no logró un acuerdo al endurecer el Gobierno su postura. Revista sucesos, 1931. Regimiento de Artillería No 1 Tacna, segunda batería de voluntarios para reprimir reprimir el levantamiento de la marinería. Tras la decidida acción del Ejército, los rebeldes se entregaron con los barcos.
Archivo Museo Histórico Nacional.. El general maulino que dominó la sublevación de la marinería en 1931 El general maulino que dominó la sublevación de la marinería en 1931 El general maulino que domrno la sublevacon de la mannena en 1931 Jorge Valderrama Gutiérrez Los luctuosos sucesos de ese año bien pudieron tener como corolario un desastre sin precedentes en la historia nacional, si es que no se hubiese intervenido acertadamente, o bien, que la aviación militar hubiese hundido las mejores embarcaciones de guerra chilenas; momentos angustiosos en que el protagonismo del general de división Carlos Vergara Montero, devenido enemigo del general Carlos Ibáñez del Campo entre 1926-1927, fue decisivo para abortar con éxito la asonada General de división Carlos Vergara Montero, quien fue adicto militar de la Legación de Chile en Alemaniaen Alemaniaen 1918.
SIGUE EN LA PÁGINA 18 VIENE DE LA PÁGINA 17 Ijt1jtS 4%. ,%jtsatt. &ta La La participación de destacados destacados uniformados, integrantes integrantes de las Fuerzas Armadas, ha sido gravitante en la historiografía historiografía nacional desde los albores de la Independencia, ya que a lo largo de la historia de Chile se han formado 20 Juntas de Gobierno Gobierno (se debe recordar que en la década del veinte se formaron dos, la de 1924 y la de 1925), y en toda su historia el país ha sido gobernado -en ocasiones transitoriamentepor 18 militares (entre (entre ellos, dos almirantes de la Armada, don Manuel Blanco Encalada y don Jorge Montt Alvarez), dando cuenta de algunas de sus obras -así como de la opulencia o sobriedad de sus mandatos-, mandatos-, algunas de las cuales aún subsisten subsisten después de décadas de haberse implementado, y de haber soportado apoteósicos sismos que cíclicamente azotan al territorio nacional.
Así, en los anales de la historia patria, a inicios de la tercera década del siglo XX se gestó un episodio que generó alarma en los sectores políticos más conservadores, al igual que en gran parte de la sociedad de la época: la rebelión de suboficiales y marinos de la Armada.
Si bien en dicha sublevación sublevación no se involucraron oficiales ni el Alto Mando de esa rama castrense, la audacia de los insurrectos marinos iquiqueños y talcahueños los llevó a apoderarse de destructores, varios submarinos de pequeño y gran calado, calado, cruceros, escampavías, así como de numerosas embarcaciones menores. menores. Es decir, de gran parte de la poderosa poderosa Armada chilena. Pero ¿ cómo se generó tal caos en la jerarquía institucional? institucional? Insubordinación que -por ciertopudo tener peores consecuencias. consecuencias. He aquí una semblanza de tal acontecimiento y la del hombre que puso fin a esas horas de penosa incertidumbre incertidumbre nacional. Formación germana Descendiente de cepa de talquinos, Carlos Vergara Montero nació el 3 de enero de 1883 en San José de Pelarco, entonces perteneciente a la Provincia de Talca. Casi un niño aún, en 1898 ingresó a la escuela Militar, de la cual egresó como subteniente de Infantería en 1901. Ascendió rápidamente a teniente teniente del Batallón N 12 Pudeto, iniciando iniciando una exitosa carrera profesional.
Así, en agosto de 1908 fue enviado en comisión a Europa y comandado por un año en el Regimiento Granaderos Ligeros Rey Federico Guillermo II Número Ocho, del Ejército Alemán, y en junio de 1910 fue ascendido a capitán. capitán. Igualmente, durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) continuó continuó comandado en Alemania, donde donde sobresalió en todos los cursos de perfeccionamiento en que participó.
En ese escenario, en junio de 1918 fue nombrado profesor de Guerra Terrestre Terrestre en la Academia de Guerra Naval; y al año siguiente pasó a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores, a fin de ser nombrado adicto militar de la Legación de Chile en Alemania.
Su carrera fue meteórica: obtuvo el grado grado de mayor, en 1920; fue nombrado subdirector de la Escuela de Infantería, en febrero de 1924; profesor de táctica en la Escuela Militar, en agosto de ese mismo año.
Dos años más tarde (1926) quedó designado designado profesor de Instrucción de Combate y de Ametralladoras en la Escuela de Caballería; en septiembre septiembre de 1926 fue ascendido a coronel y nombrado director de la Escuela de Aplicación de Infantería. No obstante sus logros profesionales, en 1927 aconteció un hecho social que repercutiría en su carrera.
Fue así que, cuando se celebraba un almuerzo en honor del Presidente de la República don Carlos Ibáñez del Campo, el 20 de junio de ese año, en un alhajado Casino Casino de Oficiales, un oficial alzó su copa y en sus brindis insinuó que el coronel Carlos Vergara fuera nombrado Ministro Ministro de Guerra (devenido enemigo del general Ibáñez entre 1926-1927). Resultado: el Presidente Ibáñez consideró consideró tal actitud una insubordinación y “destinó” al coronel Vergara a Punta Arenas en calidad de comandante del destacamento Magallanes, a la vez que otros oficiales leales a Vergara fueron enviados a otras unidades o sufrieron distintas sanciones (como llamados a calificar servicios). Poco después, en 1928, cuando las aguas institucionales y sociales estuvieron estuvieron “más quietas fue puesto a disposición disposición del Ministerio del Interior para ser nombrado agregado militar en Brasil, y en noviembre de 1929 su ascenso a general de brigada lo llevaría nuevamente a Alemania para realizar estudios sobre la organización y funcionamiento funcionamiento de las Escuelas de Aplicación Aplicación de las diversas armas del Ejército. En tal contexto, los maulinos Ibáñez-Vergara Ibáñez-Vergara se volverían a cruzar, pero de manera muy diferente.
Así, frente a los infaustos sucesos acontecidos en julio de 1931, el Presidente de la República República Carlos Ibáñez del Campo se hallaba desanimado y pesimista (además, (además, convalecía de una larga gripe), todo lo cual lo llevó a abandonar el Palacio Palacio de la Moneda con su mujer e hijos hijos mayores el 27 de julio de 1931, para asilarse en Argentina. Obviamente, su alejamiento desencadenó la anarquía en Chile; un desgobierno como no se presenciaba desde la época pre Portales, Portales, es decir, a comienzos del siglo XIX.
En tanto, poco más de un mes después, el 2 de septiembre de 1931, el general Vergara fue nombrado Ministro de Estado Estado en el Departamento de Guerra, y tres días más tarde Comandante en Jefe de las fuerzas del Ejército, Marina, Aviación y Carabineros, con motivo de la reciente sublevación de la marinería, marinería, cuya génesis y final se narran a continuación.
Se sublevan suboficiales y marinos Todo se inició la madrugada del 1 de septiembre de 1931, momentos en que estalló la insurrección de la Armada Armada en Coquimbo, y al día siguiente se propagó al puerto de Talcahuano. Su detonante fue la rebaja de sueldos dispuesta por el Ministro de Hacienda, Blanquier, para toda la administración pública -comprendidas las Fuerzas Armadas-, Armadas-, con el objeto de equilibrar el presupuesto fiscal.
Al respecto, como protesta, marinería y suboficialidad se apoderaron de prácticamente toda la flota nacional, íntegra, inclusive del acorazado Almirante Latorre, que recientemente había llegado de Gran Bretaña, donde se le había hecho una millonaria modernización.
En manos de los “rebeldes” marinos iquiqueños cayeron un crucero, siete destructores, varios submarinos pequeños y embarcaciones embarcaciones menores; en Talcahuano, en tanto, se apoderaron de submarinos de mayor calado, el buque-madre de submarinos, submarinos, un crucero, un destructor, escampavías, etc. Hasta la base naval fue capturada. Asimismo, los suboficiales suboficiales sublevados, tuvieron un perfecto perfecto manejo de las flotas, trasladando la de Talcahuano hasta Coquimbo sin la menor falla ni dificultad. El ejecutivo estaba en antecedentes de las tendencias comunistas del movimiento, movimiento, por lo que procedió a adoptar las medidas destinadas a conjurar el peligro que ellas significaban para el progreso de la nación.
Primero, a través del almirante Edgardo Edgardo Von Schroeders, el gobierno del Vicepresidente Manuel Trucco inició negociaciones con los rebeldes en Coquimbo, cuando la medida de ustiosas, nistro con ca dn G ent o rq u e rea General Carlos Vergara Montero, Ministro de Guerra, quien acusó de cobarde a la oficialidad naval, situación situación que provocaría un profundo resentimiento resentimiento al interior de la Marina. Revista sucesos, 1931. u_ El almirante Edgardo Von Schroeders Schroeders inició un diálogo con los insurrectos, insurrectos, pero no logró un acuerdo al endurecer el Gobierno su postura. Revista sucesos, 1931. Regimiento de Artillería No 1 Tacna, segunda batería de voluntarios para reprimir reprimir el levantamiento de la marinería. Tras la decidida acción del Ejército, los rebeldes se entregaron con los barcos. Archivo Museo Histórico Nacional. rebajar los sueldos de Blanquier había sido revocada. Empero, a pesar de que una solución parecía fácil, limitándose limitándose a asegurar que los insubordinados no obtendrían castigos muy duros ni “perder cara el Gobierno endureció su postura y exigió una rendición incondicional. incondicional. Se temía que el movimiento se extendiera a unidades del Ejército, a los cesantes del salitre: o peor aún, que los comunistas asumieran el protagonismo. protagonismo.
En ese escenario, el general de división y recién nombrado Ministro de Estado Estado en el Departamento de Guerra, don Carlos Vergara, estaba plenamente consciente de la responsabilidad recaída recaída sobre sus hombros, e impartió de inmediato órdenes terminantes al general general Guillermo Novoa, a la sazón Comandante Comandante en Jefe de la III División de Ejército en Concepción, ordenándole que procediera empleando la fuerza contra las tripulaciones sublevadas y sin tener contemplaciones, como única única manera de poder conjurar ese peligro. peligro.
El fin de los insubordinados Así las cosas, desde el 5 al 7 de septiembre septiembre de 1931 el Ejército recuperó, a sangre y fuego, la base naval de Talcahuano; Talcahuano; en tanto que la aviación militar bombardeó la flota en Coquimbo el día 6 de septiembre.
Sólo un submarino submarino de menor calado resultó dañado, pero en las horas siguientes, los desmoralizados desmoralizados rebeldes se entregaron con los barcos “secuestrados”: En ese tenor, ese día 6 del mismo mes el país se imponía del denuedo de Vergara: Vergara: las tropas del Ejército se habían apoderado de la estación naval de Quintero, de la Escuela de Comunicaciones Comunicaciones de la Armada y de cuatro fuertes fuertes navales (según declaraba formalmente formalmente el Ministro, a través del boletín de informaciones). Una vez dominado el levantamiento y sus actores doblegados por las armas, el Ministro de Guerra, general Carlos Vergara, felicitó al comandante de la división y a los jefes, oficiales y tropas de la misma “por el comportamiento brillante observado por todos y por cada uno en las jornadas que han dado por resultado el control de los fuertes y reparticiones navales de Talcahuano” (Estado Mayor del Ejército). Sobre ese episodio perdido en la noche de los tiempos, don Virgilio Figueroa escribió en su Diccionario Histórico, Biográfico y Bibliográfico de Chile tomo IV: “El general Vergara fue el hombre de aquellos días. Todos tenían los ojos puestos en él... Vergara tuvo la suerte de salir airoso en esa hora de prueba. Fue aclamado. Escribió entonces una página página de la cual puede sentirse orgulloso... Salió bien de la prueba... La ocupación de Talcahuano era una operación atreautor. atreautor. vida.
Quien analice las condiciones en que hubo que realizarla, tendrá que reconocer que lo probable era un estrepitoso estrepitoso fracaso”. A su vez, Carlos Sáez Morales, en el libro Recuerdos de un soldado tomo III, asevera: “... Afortunadamente, Afortunadamente, su majestad el azar tendió al general Vergara su mano generosa e hizo de un fracaso probable, un éxito brillante”: Epílogo Se concluye que el general Carlos Vergara Vergara Montero fue gestor de un acto que despedazó en 1931 una sublevación de suboficiales y marinos de la Armada. Como la mediación conciliadora del Almirante Von Schroeders fracasara, el general Vergara impartió órdenes terminantes para extirpar las tendencias tendencias comunistas subyacentes a tal movimiento movimiento insurgente. A pesar de algunas sentencias de muerte dictadas, algunas a minutos de ejecutarse, todos los condenados se salvaron mediante indulto presidencial. presidencial. La Marina quedó profundamente resentida con el Gobierno y el Ejército, especialmente por los dichos del Ministro Ministro de Guerra don Carlos Vergara, quien en momentos de angustia acusó de “cobardes” a la oficialidad naval. Y porque al ser rechazada la negociación del almirante Schroeders, se arriesgó hundir la flota a través de la Fuerza Aérea.
Al poco tiempo renunció como Ministro, Ministro, siendo nombrado Comandante en Jefe de la II División de Ejército, hasta que el 22 de junio de 1932 se acogió a Semblanza de un soldado “El General Vergara fue el hombre hombre de aquellos días. Todos tenían los ojos fijos en él. El triunfo o la derrota iban a depender de su actuación. actuación. El triunfo agiganta a los hombres; la derrota los empequeñece. empequeñece. Hay ocasiones en que la opinión opinión pública se torna extremista: o aclama o fustiga. Vergara tuvo la suerte de salir airoso en esa hora de prueba. Fue aclamado. Escribió Escribió entonces una página de la cual puede sentirse orgulloso. Vergara había demostrado desde la Escuela Militar una ardiente vocación vocación de soldado. Trabajador incansable, incansable, vivía sólo para el servicio. El terreno y la tropa eran su preocupación preocupación constante; la táctica su idea fija. En 1907 ingresamos juntos a la Academia de Guerra y juntos fuimos enviados a Europa al año siguiente. Andando el tiempo, volvimos volvimos a reunirnos en ese mismo plantel, esta vez como profesores. En su ramo, la táctica, llegó a ser algo así como un virtuoso. Los asuntos militares eran su tema favorito. El trabajo en el terreno, una excursión táctica, un viaje de Estado Mayor, un ejercicio de guarnición, constituían para Vergara Vergara la única actividad digna de atención. En su afán de contribuir contribuir a impulsar la instrucción del Ejército, incurrió más de una vez en el error de invadir campos extraños... extraños... reclamando trabajos que no le correspondían. Hirió, así, a veces, la susceptibilidad de algunos algunos compañeros; pero nadie que conociera sus buenas intenciones podía guardarle rencor. Su cuerpo macizo encerraba un alma de niño ingenuo. Soldado de corazón, encontró en aquellos días de septiembre la oportunidad oportunidad de dar ese salto peligroso que consiste en pasar de la teoría a la práctica en circunstancias difíciles, que envuelven grandes responsabilidades. responsabilidades. Salió bien de la prueba. Durante los días críticos, fue lo que había sido siempre: un impulsador infatigable. La ocupación de Talcahuano Talcahuano era una operación atrevida.. atrevida... “ (Figueroa, Virgilio. 1928). retiro, marchando a Venezuela, donde fijó su residencia para dirigir la reorganización reorganización del Ejército de ese país. Dedicado a la agricultura, la muerte lo sorprendió en Santiago el 18 de julio de 1959, a los 76 años. El Regimiento de Artillería andino se dirige a tomar posiciones en la aduana de Valparaíso, ante la decisión del gobierno de usar la fuerza para aplastar a los sublevados. Revista sucesos, 1931. Cañones del acorazado Almirante Latorre, uno de los buques de la flota que fue tomado en Coquimbo y que inició la sublevación de la marinería y la suboficialidad. Revista sucesos, 1931. Acorazado Almirante Latorre, poderoso buque que venía llegando de Gran Bretaña, donde se le había hecho una millonaria modernización. Archivo del.