Autor: Dra. Priscila Cepeda, médico general
Mayo, un llamado a cuidar a quienes cuidan
Mes de mayo, en Chile celebramos alas madres. Recientementelo hicimos con gestos de cariño, regalos y palabras que agradecieron su amor y entrega. Sin embargo, esta fecha también debería ser un recordatorio: quienes cuidan también necesitan ser cuidadas. Más allá del rol afectivo que tradicionalmente se las cifras del último Censo 2024 hablan por sí solas: más de la mitad delas mu¡ eres en edad fértil en nuestro país son madres. Se trata de una proporción importante de la población femenina que, además de su propio desarrollo, muchas veces asume la carga del cuidado deotros. Esen ese camino que, con demasiada frecuencia, susalud queda relegada aun segundo plano. Hoy sabemos que el bienestar de una madre impacta directamente ensu entorno. Cuando una mujer prioriza su salud, fortalece a su familia. Un estilo de chequeos médicos al día, ejercicio regular y una alimentación equilibrada no solo la protegen a ella: también modelan conductas en sus hijos, parejas y mayores a quienes cuidan. Es el ejemplo, más que las palabras, el que transmite el valor del autocuidado. Pero también hay que mirar a las madres adultas mayores, un grupo especialmente vulnerable. La vejez trae consigo mayores riesgos de enfermedades crónicas, muchas de las cuales pueden prevenirse o controlarse atiempo sise cuenta con atención médica oportuna.
Del mismo modo, la salud emocional debe dejar de ser un tema secundario: ladepresión y laansiedad siguen afectando a muchas mujeres, especialmente en etapas de alta demanda fisica y emocional como el posparto o la jubilación. El llamado entonces es claro. Cuidar a las madres no se limita a un solo día al año. Es crear condiciones reales que les permitan priorizar su salud sin culpa. Es acompañarlas en sus controles, promover hábitos de vida saludables, y validar el autocuidadocomo un acto necesario, no egoísta. Porque cuando ellas están bien, sus familias también lo están.