Editorial: Biden y su último gesto hacia Cuba
Editorial: Biden y su último gesto hacia Cuba La reciente decisión del Presidente Joe Biden de retirar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo marca un giro significativo en la política exterior de Estados Unidos hacia la isla, y lo hace en un momento que, por su contexto político y temporal, genera profundas interrogantes y debates. Anunciada apenas cinco días antes de que Biden entregue el poder a Donald Trump, ha provocado reacciones encontradas. El anuncio incluye un acuerdo, mediado por el Vaticano, que facilitó la liberación de 553 presos políticos por parte del régimen cubano. Este gesto, calificado por el Papa Francisco como un “acto de reconciliación”, también apunta a suavizar las tensiones bilaterales entre ambos países. La decisión de Biden parece estar guiada tanto por sus principios personales como por un cálculo estratégico. Como segundo presidente católico en la historia de EE.UU., su fe podría haber desempeñado un papel central en respaldar la mediación de la Santa Sede. Además, el hecho de que esta acción ocurra al final de su mandato no es casual. Biden, quien ha enfatizado la necesidad de restaurar alianzas y reconstruir la diplomacia global, probablemente ve en esta decisión una forma de consolidar su legado en política exterior. Sin embargo, también podría interpretarse como un movimiento pragmático destinado a fortalecer el papel del Vaticano como mediador en conflictosinternacionales, un esfuerzo que podría servir a los intereses estadounidenses a largo plazo. Además, liberar a más de 500 presos políticos no solo es un paso significativo hacia mejorar las relaciones con La Habana, sino también un gesto hacia la comunidad internacional, en particular los países latinoamericanos. La decisión no ha estado exenta de críticas.
Los republicanos, encabezados por Marco Rubio (próximo secretario de Estado), la han tachado de “una concesión innecesaria a una dictadura que no ha demostrado un compromiso genuino con los derechos humanos ni con la democracia”. Rubio ha advertido que este movimiento podría ser revertido por Trump al asumir el poder la próxima semana. Este movimiento de último minuto refleja la visión de Biden sobre el liderazgo internacional como un medio para construir puentes y resolver conflictos a través del diálogo. Ello le ha significado logros, pero también fracasos estrepitosos como el de su fallida negociación con Venezuela.
La decisión de retirar a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo será evaluada en los próximos meses bajo el prisma del impacto real que pueda tener en los derechos humanos y en las relaciones bilaterales. En el contexto de un cambio inminente de administración, también pone de manifiesto las tensiones políticas internas de Estados Unidos y la polarización que define su relación con Cuba..