¿El fin de Maduro?
¿ El fin de Maduro? ¿ El fin de Maduro? Benjanin Sabs Abogado Colaborador asociado Horizontal Esta Esta semana cayó el cruel régimen de Bashar al-Assad en Siria, Todavía falta mucho para saber qué destino le depara al pueblo sirio, pero sin duda despierta algo deoptim deoptim ismo que los dictadores caigan, aunque al Partido Comunista de Chile no le guste.
La situación de Siria y Venezuela son muy diferentes, pero la caída de Al-Assad nos recuerda que las dictaduras dependen del oxígeno que le proporcionan sus aliados, y que su destino está en manos de su propio pueblo. Chile (y en particular el Presidente Boric) no es ningún aliado de Maduro, tanto así que nuestros diplomáticos fueron expul sados de Caracas. Sin embargo, el gobierno ha hecho pocos es fuerzos para dificultar la vía de oxígeno que Maduro sigue red biendo de sus aliados y cómplices pasivos.
En la región, Chile cam hió una voz fuerte y clara por una más tímida y a ratos confusa, bailando al ritmo de México, Colombia y Brasil, que hoy se de claran desinteresados”. Y luego tenemos a Cuba, que pese a habilitar habilitar la dictadura venezolana, es intocable para el Presidente Bo nc y sus socios. Por otro lado, el apoyo de nuestro gobierno a la oposición ve nezolana ha sido poco entusiasta. El Presidente Boric acusó el frau de electoral de Maduro, pero todavía no reconoce a quien legítimamente legítimamente ganó esa elección: Edmundo González. Para justifi car su posición de medias tintas, el gobierno ha sostenido que el reconocimiento de González le corresponde solo al pueblo ve nezolano. Pero su argumento es falaz, porque la voluntad popu lar ya fue claramente expresada con un papel y lápiz en la elección elección de julio pasado.
A diferencia de Juan Guaidó, Edmundo Gon zález ganó una elección y anunció que estará en Caracas para asumir in situ la Presidencia que le corresponde ellO de enero. ¿Qué postura tomará el gobierno de Chile el próximo mes? ¿ Re conocerá como Presidente a quien ganó la elección con más de siete millones de votos? Pr último, el gnhierno ha sido demasiado cautn en usar la ar quitectura multilateral para denunciar las violaciones a los de rechos humanos en Venezuela, con un mensaje elocuente pero de limitada ejecución.
Las palabras del Presidente Boric se vuel ven menos creíbles cuando no están acompañadas de gestiones en la fiscalía de la Corte Penal internacional, o una participación más activa en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Unidas. El fin de Maduro es todavía una interrogante, pero el gobierno gobierno de Chile actúa como un espectador que no está demasiado interesado interesado en la solución. Lo que quizás el gobierno olvida es que Maduro no solo constituye una amenaza a la democracia y los derechos humanos en Venezuela, sino también a la seguridad regional regional y nacional. La solución a la crisis en Venezuela para Chi le no es una opción, es un imperativo..