Autor: Por Juan Paulo Iglesias
Elevando la discusión:
Elevando la discusión: El mundo TikTok El mundo TikTok El mundo TikTok El mundo TikTok El mundo TikTok Decir que vivimos al ritmo de las redes sociales a esta altura ya es una obviedad. Pero lo cierto es que no todo acaba ahí. El mundo parece, además, moverse al compás de un reel. Tres minutos son suficientes y a otra cosa. Una detrás de otra sin espacio para procesar. El mundo TikTok. Es verdad que Trump ha ayudado con lo suyo, y en sus poco más de cuatro meses en la Casa Blanca dejó claro quién pone la música. Es nuestro DJ global. Pero el asunto no es solo de él. Por acá también tenemos lo propio. De Monsalve a ProCultura, de ProCultura a las licencias médicas y suma y sigue. Quizá Alfredo Jocelyn Holt tiene razón, todo está haciendo agua. Y eso sin contar con la "cultura de la deshonestidad" de la que habla Max Colodro y que alimenta las polémicas.
Una fomentada desde el Estado y que tuvo su primer hito en "la idea genial" del primer gobierno de Bachelet, que en medio de la crisis del Transantiago validó "que las personas pudieran subirse a la micro sin pagar". Y luego, se agregó la idea de que "vivíamos en una sociedad injusta, donde los privilegios estaban concentrados en una pequeña élite, que había llegado ahí en base al abuso". Así, hoy observamos "las consecuencias de esta cultura (... ) fomentada como respuesta a las inequidades y las injusticias". En el Chile actual, dice Colodro, "hacer trampa, violar la ley, robarle al Estado (... ) es casi un acto legítimo de resistencia". Sea así o no, para Óscar Guillermo Garretón, en el caso de las licencias hay también algo de eso que decía Dostoievsky, lo de que en todos los seres humanos habitan ángeles y demonios. Nada de seres virtuosos u "hombres nuevos", como anunciaba el Che Guevara, dice. Todos tenemos nuestros propios monstruos, aunque hay hechos y conductas que favorecen el desarrollo de uno u otro. Activan el gen, como si de una enfermedad se tratara. Y en lo de las licencias médicas, dice, algo en la gestión del recurso humano en el sector público está incentivando los demonios. Más que digitalización, se necesita "garantizar funcionarios competentes, íntegros (... ) y profesionalmente preparados". La contralora, apunta, abrió el camino.
Pero si de hacer agua se trata, como apuntaba Jocelyn Holt, para Hernán Larraín "sorprende" hoy tanta indignación "ante una situación específica" como las licencias, "cuando la desmesura en el país es cotidiana". Basta ver, dice, "la evasión del pago del transporte público" o "las denuncias por mal uso de las horas extraordinarias". Sin nombrar, "las listas de espera en salud" o la "carpeta de proyectos de inversión paralizados o desistidos (... ) por una burocracia que demora los Elevando la discusión: debates que marcaron la semana Por Juan Paulo Iglesias Por Juan Paulo Iglesias Por Juan Paulo Iglesias años antes de otorgar un permiso". Están también los problemas de acceso a la justicia o la falsedad de los notarios y eso de que "firmó ante mí", aunque en los hechos nunca vio al firmante. "¿Qué pasaría en Chile si las personas e instituciones hicieran las cosas bien?". "Esa sí sería una revolución", apunta. La hora de la última cuenta Pero si por estos días las licencias se tomaron el debate, probablemente la cuenta pública se lo tomará en los que vienen. Es la última del Presidente, lo que no es menor, y ya generó expectativas con la decisión de retirar a los agregados militares de Israel. Algunos dicen que viene más sobre el tema.
Habrá que ver... , como también queda por, saber cuánto durará esta vez y si seguirá la línea de ese discurso de Edward Everett en Gettysburg que duró dos horas -como apuntabamos hace un par de años y que hoy nadie recuerda, o el de Lincoln, que con solo dos minutos quedó inmortalizado con eso de "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo". Es la virtud de la brevedad.
Pero más allá de esas divagaciones sobre la extensión, para Cristóbal Osorio, en su mensaje Boric "se jugará gran parte de su capital político", porque el contenido de su discurso, dice, "marcará su destino político, la cancha de su coalición en un político, la cancha de su coalición en un político, la cancha de su coalición en un político, la cancha de su coalición en un año electoral y su capacidad de encauzar la agenda". Probablemente "pasará rápido" por temas incómodos, como Monsalve o ProCultura, con "frases contundentes" y "ojalá sin bengalas", mientras destacará el copago, las 40 horas y la reforma de pensiones. Más difícil será "abordar otras promesas" y, por eso, es probable que la discusión se centre en los porcentajes de cumplimiento.
Pero para un gobierno que prometió transformar Chile, dice Osorio, "el asunto no es aritmético". Y si de aritmética se trata -y volviendo a lo de las licencias, que estará dando vueltas un buen rato-, según Guillermo Larraín "ya veremos cuántos son los corruptos y ladrones". Aunque más allá de eso, agrega, "la ira debe servirnos para que la "reforma del Estado' adquiera relevancia política". Habrá que ver si el Presidente dice algo en la cuenta pública, pero al margen de ello, para Larraín es esencial contar con "un Estado sofisticado, profesional, eficiente y vocacional". "El funcionario público", dice, "es un ser humano como cualquiera", pero "la función pública es especial" y se requiere "un marco institucional apropiado" y bien hecho.
Poco ayudan los tribunales populares, lo que se necesita es que "la ira sirva para avanzar en esa reforma tan necesaria". Queda por ver si algo se logra o si la polémica termina reducida a esa paradoja del Estado sobre la que escribe Josefina Araos, la de que éste responde a la burocracia con más burocracia. "Un vicio constitutivo del Estado moderno", afirma, que hace que "su propia forma afirma, que hace que "su propia forma afirma, que hace que "su propia forma Suscríbase al newsletter de Opinión,. pAD NEWSLETTER DE OPINIÓN Elevando la discusión, los debates que marcaron la semana, para conocer los temas que fijaron agenda y las columnas de la semana. latercera. com nas de la semana. latercera. com de actuar le impide ver los errores o abuOs", y para remediarlos "no tiene otra herramienta que esa misma burocracia". Una práctica que termina perjudicando al propio Estado.
Y en eso hay otra cruel paradoja en estos tiempos, según Óscar Contardo -que apunta a la crisis de TVNla de que un gobierno como el actual, "elegido para revitalizar la importancia del Estado, haya descuidado de la forma en que lo ha hecho el rol de lo público". La otra cara de la moneda Y si de paradojas se trata, está también la que enfrenta la derecha más dura frente al régimen de Bukele. Es un asunto de costos y beneficios.
Porque si bien es cierto que por acá el gobernante salvadoreño es el líder más popular del continente de la mano de sus resultados en la lucha contra la delincuencia, también lo es que algunos de sus mecanismos están lejos de ser propios de una democracia liberal.
Los extremos se juntan, como dice Daniel Matamala, y "su "Ley de Agentes Extranjeros" es una copia de la usada por (... ) Daniel Ortega, para reprimir a los críticos". "Ortega se proclama de izquierda, Bukele es idolatrado por la derecha", dice, pero "sus métodos y ambiciones son idénticas". Son las vueltas de la vida, o la otra cara de la moneda. Es distinto, pero es igual, como sugiere Benjamín Salas. El Salvador es la Cuba de la ultraderecha, dice. "La izquierda, seducida por la épica revolucionaria de Fidel, justificó durante décadas la represión, el exilio y el hambre con tal de sostener su relato. Hoy, una parte de la derecha le guiña el ojo a Bukele, dispuesta a canjear derechos fundamentales por una sensación inmediata de orden y seguridad". Nada de milagro centroamericano ni de modelo exportable, dice.
El Salvador "es una trampa bien editada", "una dictadura boutique, minimalista y eficiente", que, como Cuba, "dejará a sus defensores en un silencio incómodo cuando caiga su fachada". Pero trampas más, trampas menos, como dice el viejo refrán: "Cuando se cierra una puerta se abre otra". Y en este mundo inestable e impredecible siempre es posible ver el lado bueno de las cosas. "A río revuelto, ganancia de pescadores", escribe Soledad Arellano, citando otro antiguo refrán en relación a las tensiones que atraviesan las universidades de élite de Estados Unidos en la era Trump.
Porque en ese país, dice, "no son pocos los que están evaluando emigrar" y "muchos, también, los que están buscando otros países en los que realizar sus estudios". Y ahí, apunta, Chile y sus universidades "tienen mucho que ofrecerles y mucho que ganar". Habrá que ver si se aprovecha la oportunidad o, como ese otro refrán, nos termina llevando la corriente como al camarón que se duerme..