Autor: Rosa Pesutic Vukasovic
Columnas de Opinión: Un presente preocupante
Columnas de Opinión: Un presente preocupante OpiniónSecretaria de Finanzas Regional Aysén Partido Comunista de ChileSi dijéramos que nos preocupa el futuro porque éste se visualiza complicado en aspectos como el económico, el laboral o ambiental, afectando la calidad de vida de millones de seres en el planeta, no estaríamos lejos de lo previsible.
Pero el problema es que este escenario oscuro y poco alentador es lo que tenemos en el presente, lo estamos viviendo ahora y sólo por negación lo trasladamos para después, al “futuro”. De un lado está el tema del avance de los gobiernos de ultraderecha y de otro, unido a lo anterior, está la negación del cambio climático y sus efectos sobre la vida en la tierra, nuestra casa.
Había indicios en Europa, también en América, que la derecha más conservadora estaba ganando adeptos en distintas capas de la sociedad, pero faltó una lectura apoyada en estudios actualizados, in situ, como para ir frenando ese avance desolador. Uno de los aspectos que indicaban el giro de la derecha tradicional hacia la más reaccionaria fue que se apoyaban en la dimensión sociocultural por sobre la socioeconómica en sus discursos.
En lo sociocultural el relato es estar en contra de los derechos ya promovidos y/o ganados por grupos marginalizados, como los pueblos originarios o las comunidades LGTBIQ+. Su idea es restaurar derechos políticos, sociales, económicos, culturales, tradicionales.
Así por ejemplo, relevan el patriarcado y sus formas de dominación sobre las mujeres (y la sociedad), niegan el aborto como un derecho de las mujeres sobre sus cuerpos, subordinan a los individuos LGTBIQ+ e indígenas o pueblos originarios a leyes y reglamentos que los invisivilizan y marginan, dominan económicamente a través de grandes empresas y latifundios. Con estas ideas se moviliza a sectores acomodados y privilegiados de la sociedad y a la población evangélica. Esta derecha ultra, neoliberal, pretende dominar a la derecha tradicional y obviamente a las izquierdas. El ejemplo más cercano lo tenemos con los Republicanos y su líder J.A. Kast. Y por cercanía también está Milei en Argentina, Bukele en El Salvador y Trump en Estados Unidos. Un poco más lejos (pero igualmente cercanos eneste planeta redondo) están Erdoan en Turquía, Orbán enHungría, Modi en la India. Todas estas derechas ultra articulan ideas opuestas al multiculturalismo, muy cercanas a la xenofobia, con un impacto negativo enorme sobre la democracia. Son fuerzas políticas que se oponen al ascenso de minorías que han ganado reconocimiento material. Para la ultraderecha el libre mercado puede por sí solo solucionar los problemas de pobreza e inequidad los característicos de América Latina. Los hechos, porfiados hechos, han demostrado que eso no es así, perocomo discurso se sigue promoviendo.
El otro tema, pegado al anterior, es el de la negación de la crisis climática, lo que está conduciendo a una profundización de inevitablemente, a la misma e, la destrucción de los ecosistemas que sustentan la biodiversidad. Como el problema es global, las accionesde los gobiernos influyen en la contaminación planetaria, en la desertificación de los suelos, en el cambio climático.
De quien tenga el mando, quien ordene las piezas en los territorios, dependerá la profundización de la crisis (o su solución). El mando, por ahora, lo tiene Trump, quien niega el cambio, desconoce acuerdos que van en la línea de la mitigación del efecto invernadero, promueve el uso de combustibles fósiles y la explotación de todo tipo de minerales. Esto es ahora, no es futuro. Este modelo neoliberal de las ultra derechas neofascistas, erosiona los valores democráticos y no responde a las demandas de los pueblos. La contradicción actual es: Neoliberalismo o Democracia. Este gobierno y los que vengan deben actuar por más democracia, no solo en el discurso..