Todas las hojas son del viento
Todas las hojas son del viento En una reciente carta publicada en este medio, titulada "Peras con manzanas", se cuestiona al gobierno por modificar el criterio de evaluación de la política habitacional, pasando de contar subsidios entregados a contabilizar viviendas construidas. Pero ese, justamente, es el punto: el cambio de criterio, lejos de ser un engaño, es un avance. Durante años, los avances en vivienda social se medían en base a subsidios asignados. Y si bien los subsidios son una herramienta relevante, porque habilitan proyectos y reflejan intención de inversión, resulta evidente que no son una solución habitacional en sí misma. Son un instrumento, no un resultado; es decir: un medio, no un fin. Entre su entrega y la materialización de una casa o departamento pueden pasar años, o incluso nunca llegar a concretarse por razones técnicas, financieras o administrativas.
Por eso, si vamos a comparar, ha'gámoslo bien y sin confundir a quienes han esperado durante años el sueño de la casa propia. ¿Peras con peras? En la Región de Tarapacá, los dos gobiernos anteriores entregaron entre 500 y 600 viviendas por año.
Esta administración lleva una media anual que bordea las 1.500 y proyecta cerrar con un total que muy probablemente vaya a superar las 6.000 viviendas vaya a superar las 6.000 viviendas vaya a superar las 6.000 viviendas vaya a superar las 6.000 viviendas entregadas. En políticas públicas, las cifras importan. Pero importan más las realidades que esas cifras esconden o buscan representar.
Al final del día, la gente vive en casas y departa'mentos reales, con puertas, techos y ventanas; no en resoluciones ad'ministrativas de papel. ¿Manzanas con manzanas? Pues sigamos entonces contando llaves entregadas a familias que abren las puertas de su futuro hogar, porque como decía Spinetta, todas las hojas son del viento. Daniel Quinteros Rojas, sociólogo y ex Delegado Presidencial Regional de Tarapacá Regional de Tarapacá Regional de Tarapacá Regional de Tarapacá.