Las heridas de una ciudad que no terminan de sanar
Las heridas de una ciudad que no terminan de sanar Patricio Moraga Vallejos Hoyos en las calles de Talca Las heridas de una ciudad que no terminan de sanar Pese a los esfuerzos municipales y de otros proyectos de conservación con recursos regionales, el mal estado de las arterias parecen ser "un cuento de nunca acabar" H oyos. Baches. Resaltos. Cráteres. Socavones. O tal vez prefiera el eufemismo "eventos" que tanto usan las autoridades cuando se refieren a los problemas que presentan las calles de la ciudad.
Son las heridas y en algunos casos cicatrices, de una ciudad como Talca que en el último tiempo ha experimentado un vertiginoso crecimiento del parque automotriz, pero que también presenta pavimentos antiguos en muchos sectores que demandan reparación y renovación. El listado de problemas es extenso. Un rápido recorrido por la ciudad permite constatar deterioros y desperfectos en el asfalto u hormigón en distintas calles de Talca.
Avenida Canal La Luz, entre 7 y 8 Norte; Alameda con 7 Oriente (lado sur) y Alameda entre 7 y 8 Oriente (lado norte); 12 Oriente, entre 1 Norte y 1 Sur; Avenida San Miguel con 30 Oriente; 26 ½ Sur E con 22 y 24 Poniente, son un botón de muestra de aquello.
Además de la molestia obvia que genera pasar por los "eventos" y el riesgo de accidente al tratar de evitarlos con una arriesgada maniobra, el conductor que a diario se moviliza por la ciudad se ve enfrentado al probable daño de su móvil. Tren delantero, amortiguadores, rótulas, buje de bandeja, son algunas de las piezas de un vehículo que pueden resultar dañadas con el paso constante por los hoyos y otras irregularidades de las arterias.
También corren riesgos los neumáticos y hasta el parabrisas del vehículo, que puede sufrir el impacto de una piedra o resto de cemento de un pavimento deteriorado. "Todos los días pasando, una y otra vez, va a producir daño y en sí, el vehículo se va soltando", advierte Alejandro Martínez, mecánico de Talca con más de 25 años de experiencia. Incluso señala que se puede llegar a producir un accidente en el mismo lugar del bache al desarmarse, por ejemplo, una rótula en mal estado. Comenta que en su taller ubicado en calle 3 Sur, entre 8 y 9 Oriente, constantemente está recibiendo vehículos que presentan averías como éstas y que son atribuibles al mal estado de las calles.
No solo una cuestión de recursos Miguel Arriagada, ingeniero civil en obras civiles y actualmente director de esta carrera en la Universidad de Talca, plantea que son varios los factores que inciden en el defectuoso estado de las vías. "De partida, los recursos siempre son. Las heridas de una ciudad que no terminan de sanar limitados y las prioridades de los municipios no necesariamente están en las calles, ya que es una infraestructura que puede estar dañada, pero sirve. Entonces, por lo tanto, ellos tienden a priorizar obras que efectivamente dan un aporte directo a la comunidad y también son parte o muestran su buena gestión.
En cambio, las calles que pueden estar dañadas, pero igual permiten el tránsito de los vehículos", señala, advirtiendo que "una vez que comienzan estos problemas, se van acentuando y agudizando en muy corto tiempo y esto provoca que vayamos viendo las calles con estos deterioros". Además, hay que considerar que muchas de las vías tienen pavimentos que superan la vida útil y están lejos de los diseños con los que fueron construidos, lo que se traduce en que ya no están las condiciones de resistencia para el tránsito actual.
A ello, se suma una falta de mantenimiento periódico adecuado. "Muchas veces, en lugar de hacer intervenciones preventivas y ocupar dinero que efectivamente voy a poder usar en otras actividades, se opta por reparaciones correctivas; donde voy viendo problemas, voy corrigiendo, y eso es muy poco eficiente, es muy caro y no siempre se tiene conciencia de ello", explica Arriagada.
A lo anterior se puede agregar la ocurrencia de eventos extremos de lluvia intensa que también van provocando mayor daño en los pavimentos y que se ve agudizado con la falta de drenaje adecuado en las calles. "Todas estas acumulaciones de agua que vemos en invierno generan un gran daño en las capas inferiores del pavimento y al perder su estructura, una vez que empiezan a pasar los vehículos, esto se deteriora rápidamente y por eso vemos que en invierno estos pequeños forados que tenemos en algunos puntos terminan siendo verdaderos hoyos", comenta.
Asimismo, sostiene que es cada vez más difícil -y que sería lo óptimohacer intervenciones mayores de extensos tramos en las vías, por cuanto generaría más problemas al tránsito, "por lo tanto -dicepensar en poder tener pavimentos que vuelvan a tomar su vida útil a muchos años más adelante es muy complejo, sino que lo que se hace es que se van reparando sectores a medida que se van dañando y la ciudad va teniendo esa dinámica.
Voy detectando sectores en peores condiciones y voy reparando y ese es el ciclo que se da". "Bacheando" la ciudad Juan Carlos Díaz, alcalde de Talca, señala que en el presupuesto municipal de este año se aprobaron 350 millones de pesos para hacer trabajos de reparación en las calles, los que se sumarán a los más de 400 millones de pesos del año pasado y que permitieron -según dice"tapar más de mil hoyos". Además, comenta que se decidió externalizar estos servicios para así lograr una mayor cobertura y eficiencia en los trabajos, y que en estos momentos se está trabajando en las bases para llamar a licitación.
Del mismo modo, el jefe comunal adelanta que insistirán ante el nuevo Concejo Regional (CORE) para la aprobación de recursos del Gobierno Regional (GORE) para siete proyectos de conservación de calles que están detenidos y que abordan sectores como la 32 Oriente, 29 Sur, 9 Oriente, entre otros puntos. "Creemos que la solución definitiva es lograr obtener los recursos de conservación que hoy algunos están alojados en el Gobierno Regional y otros están a la espera de aprobación técnica por parte del Ministerio de la Vivienda", dice.
En tanto, desde el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) se menciona la iniciativa de pavimentación participativa donde se requiere la organización de los vecinos y la activación del proyecto desde la Municipalidad, siendo el rol del organismo de urbanismo más bien de revisión de la ejecución de los trabajos.
Así las cosas, mientras se avanza en la obtención de los recursos en el GORE y por otro lado, en la licitación para el "bacheo" con fondos municipales, el taller de Alejandro y los de muchos otros mecánicos de Talca, están llanos a continuar recibiendo vehículos averiados de tanto pasar por los deteriorados pavimentos de la ciudad, cuyos arreglos pagan los mismos conductores o propietarios de los móviles, pero que legalmente bien podrían terminar siendo asumidos por quienes tienen la responsabilidad de mantener el buen estado de las vías. Como sea, el tema de los hoyos en las calles, parece ser "un cuento de nunca acabar"..