Autor: M. VILLARROEL / G. ORTIZ
“Aplicar ese concepto a una persona es un poco degradante”
“Aplicar ese concepto a una persona es un poco degradante” Caso "eslabón perdido": polémica por columnista argentino que quiso ser gracioso con Carlos Palacios "Aplicar ese concepto a una persona es un poco degradante" El antropólogo Joaquín Dalenz dice que el concepto es "no sólo impreciso y desactualizado, sino racista". M. VILLARROEL / G. ORTIZ M. VILLARROEL / G. ORTIZ na columna escrita por el periodista argentino Antonio Serpa, de TyC Sports, desató polémica en redes sociales. La publicación, titulada "Boca encontró el eslabón perdido", en referencia al talentoso mediapunta chileno Carlos Palacios, tuvo reacciones controversiales de los hinchas xeneizes.
Aunque la columna de opinión, que analiza el triunfo del elenco azul y oro sobre Huracán, está llena de elogios para el chileno que marcó el gol del triunfo, los internautas criticaron la referencia al eslabón perdido en la evolución de las especies. "Carlitos Palacios es el eslabón perdido.
No el de Darwin, sino el de Boca", reza el artículo. "Que lo hagan los hinchas vaya y pase, pero que se rían del físico de un futbolista una cadena deportiva es un papelón", comentó (Djosuboquita38, quizás en la respuesta más representativa de las críticas que recibió el autor excesivamente juguetón en el ejercicio de las comparaciones.
Quiso salir jugando con algo que no se dice y que por algo no se dice. "Referirse a alguien hoy en día como el eslabón perdido es no sólo impreciso y desactualizado, sino racista", dice Joaquín Dalenz, antropólogo físico de la Universidad de Concepción. "El término eslabón perdido es un concepto obsoleto en la antropología y la genética. El descubrimiento del primer espécimen Australopithecus Afarensis, en 1974, dio respuesta a la interrogante entre el vínculo evolutivo de los primates y los humanos.
Lo que se entiende evolutivamente es la existencia de ancestros en común entre las distintas especies de primates homínidos (chimpancés, gorilas, humanos, orangutanes y bonobos). Las raíces imperialistas de la antropología y su aplicación en estudios racistas y eugenésicos en la primera mitad del siglo XX confiere un tinte racista a la utilización del término eslabón a la utilización del término eslabón a la utilización del término eslabón a la utilización del término eslabón a la utilización del término eslabón a la utilización del término eslabón AFP AFP En Argentina se deshacen en elogios para Carlitos, pero no todos cayeron tan bien. perdido en el presente", explica el investigador. "Antonio Serpa se entusiasmó con el concepto, le gustó y lo aplicó en su columna, aclarando que no es eslabón perdido de Darwin, sino el de Boca, pero no explica por qué, porque después se fue en el análisis propiamente futbolístico", comenta el sociólogo Rodrigo Larraín, de la Universidad Central. "Aplicar ese concepto a una persona es un poco degradante, porque es decirle a alguien que todavía no es homo sapiens, que no ha terminado su proceso evolutivo. En gran medida, que es un mono", agrega.
El comediante Pablo Zúñiga distingue dos aspectos en la valoración que recibió la columna de opinión. "Primero, obviamente el mundo cambió y está más hipersensible, eso se reconoce, no solamente en el tema del humor, sino que en temas que tienen que ver con la ecología, con el cuidado del planeta, con la política, etcétera.
Hay una hipersensibilidad mayor, yo diría producto de que las tecnologías nos permiten hoy día la inmediatez, de poder conocer y comentar inmediatamente lo que dijo Trump, por ejemplo, o un comediante", dice el periodista, quien también es docente del curso de creación de rutinas para comedia stand-up, del Instituto de Estudios Humorísticos de la Facultad de Comunicación y Letras UDP "Por otro lado también hay que entender que, así como el mundo cambia, la manera de generar humor también cambia. Y la manera de enfrentar eso depende de cada comediante. Si alguno encuentra divertido utilizar los rasgos físicos o lo que fuese, bueno, lo tendrá que utilizar. Pero el mundo cambió. Cuando yo era estudiante, no había un solo compañero que no tuviera sobrenombre. No digo que eso esté bien, no lo estoy validando, estoy describiendo una realidad. Ahora hubo una mutación, pero sigue siendo el comediante el que elige si burlarse de las orejas de mono de un compañero o de otros aspectos. Pero debo saber que, si voy a decir eso, puede generar algo y tengo que estar dispuesto a recibir de vuelta.
Y tengo que tener, ojalá, una respuesta para poder explicar eso", añade Zúñiga. "Yo lo veo en mis redes sociales, que publico cosas que son del lado del humor, del humor absurdo, y hay gente que me contesta creyendo que lo que hice era en serio", afirma. Como Zúñiga, el sociólogo Larraín recuerda que en su infancia todos tenían apodos, lo que fue cayendo en desuso, "con todos los derechos al buen nombre, a la diversidad, a la propia identidad. Bonvallet, que era más antiguo, tenía la cultura del apodo despectivo. De ahí viene Perro Verde (Juvenal Olmos) o Brad Pitt (Clarence Acuña). Ahora, más que apodos, hay exageraciones en el fútbol, como decirle King a Arturo Vidal. Son exageraciones de rasgos positivos, coloquiales, como el Kun Aguero. En Chile no somos muy elaborados en hacer diminutivos que no tenga relación directa con el nombre. En Brasil, por ejemplo, todos tienen nombres, apócope, nombre sustituto, etcétera", comenta..