Autor: RACHEL WOLFE THE WALL STREET JOURNAL
Mangione y el creciente resentimiento en EE.UU. hacia el poder corporativo
Mangione y el creciente resentimiento en EE.UU. hacia el poder corporativo Tras el atentado contra el director ejecutivo de UnitedHealthcare:ENCUESTAEn un sondeo, el 68% dijo que las grandes empresas tenían un efecto negativo en la dirección de EE.UU.
CONTENIDO LICENCIADO POR THE WALL STREET JOURNALDías después del arresto de Luigi Mangione en relación con el asesinato de un ejecutivo de seguros de salud, aparecieron carteles de “se busca” en la ciudad de Nueva York que apuntaban a jefes del área de salud y de Wall Street.
Junto con ellos aparecieron carteles que mostraban a Mangione como un santo, con las palabras “Liberen a Luigi”. El fatal tiroteo contra el director ejecutivo de UnitedHealthcare en un principio desató la indignación por las reclamaciones médicas denegadas y una difusión de experiencias personales dolorosas con las compañías de seguros. Pero esa respuesta se ha expandido hasta llegar a ser un amplio referéndum sobre las grandes empresas después de años de alta inflación.
Algunos en las redes sociales han presentado a Mangione como un Robin Hood de la era moderna, y lo califican de héroe por matar supuestam e n t e a a l g u i e n que creen que dañóindirectamente a miles de personas al negarles un seguro.
Incluso aquellos que condenan el asesinato del ejecutivo Brian Thompson están instando a que se haga otra evaluación de lo que consideran como un sistema manipulado en el que las corporaciones se benefician a expensas de los clientes y empleados. “Luigi tiene razón”, manifestó un usuario de TikTok. “Simplemente, odio el modo en que me hace sentir el capitalismo”. La relación actual de los estadounidenses con el poder corporativo es compleja. El capitalismo, el espíritu emprendedor y el impulso por alcanzar la riqueza son valores culturales arraigados; se admira a los líderes empresariales y se adora a las marcas. Muchos estadounidenses que votaron por Donald Trump citan su imagen como un líder empresarial exitoso como una razón primordial para su apoyo.
Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y el dueño de X, tiene 207 millones de seguidores en la plataforma de redes sociales y la habilidad para crear debates nacionales sobre todo, desde la fecundidad hasta el presupuesto nacional. Miles de inversionistas cada año se congregan en Omaha, Nebraska, para escuchar a Warren Buffett, presidente y director ejecutivo de Berkshire Hathaway. Durante años, el destacado yquerido inversionista ha utilizado la reunión anual de su compañía como una oportunidad para ofrecer consejos de inversión, como también explayarse en temas filosóficos, como el significado de una buena vida. Las percepciones de irregularidades corporativas no siempre coinciden con la realidad. Se debate hasta qué punto la búsqueda de ganancias corporativas ha contribuido a la inflación en los últimos años. Muchas empresas destinan millones a iniciativas de caridad que ayudan a las comunidades, mientras que otras generan comunidades de seguidores obsesivos. Los trabajadores tienden a pensar favorablemente de sus propios directores ejecutivos, mientras siguen siendo más escépticos con respecto a los líderesempresariales en general. Sin embargo, los estadounidenses se han vuelto cada vez más suspicaces y furiosos con las corporaciones, y la codicia corporativa se convirtió en un tema de conversación de campaña para los dos partidos políticos principales. Las grandes huelgas laborales contra puertos, hoteles, empresas automotrices e incluso estudios de Hollywood amplificaron las quejas sobre las crecientes brechas en las remuneraciones entre los jefes ejecutivos y los trabajadores.
Los estadounidenses de izquierda han criticado severamente las desigualdades que se perciben y que son provocadas por la fusión corporativa descontrolada, mientras que los conservadores critican a los ejecutivos por adoptar posiciones progresistas sobre temas sociales divisivos.
Una mayoría de estadounidenses, el 68%, manifestó que las grandes empresas tenían un efecto negativo en la dirección del país en una encuesta en línea de Pew Research Center de enero de 2024 entre 5.140 adultos, una leve disminución en relación con el 71% en 2022, pero más que el 61% en 2019 y el 56% en una encuesta telefónica en 2016.
Los demócratas expresaron un nivel levemente más alto de insatisfacción que los republicanos. (En comparación, el 86% consi-Luigi Zingales, profesor de finanzas de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, señaló que muchas personas no estaban conscientes antes del tiroteo de lo frustrada que se sentía gran parte del país. “Un hecho como este, donde de repente hay tanta solidaridad con un criminal, podría ser un punto desencadenante”, indicó. Richard Edelman, jefe ejecutivo de la firma de comunicaciones Edelman, la que trabaja con una serie de grandes empresas, afirmó que el sector corporativo está estupefacto por la respuesta al asesinato. “¿Están las personas tan indignadas realmente?”, expresó Edelman.
“Creo que somos eficaces y empleamos a las personas y mejoramos sus vidas, pero es una llamada de alerta”. Un estudio que realizó Edelman en 2024 sobre un universo de 32.492 personas en todo el mundo, que incluyó a 1.150 en EE.UU., encontró que el 53% de estadounidenses confía en las empresas en general, una disminución en relación con el 55% el año pasado y entre los índices más bajos de los 28 países encuestados. Por primera vez en los datos del año pasado, los republicanos dijeron que confiaban en las empresas menos que los demócratas. La confianza fue considerablemente más baja entre el cuartil inferior de asalariados.
Sin embargo, descubrió la firma, la confianza de los estadounidenses en las empresas sigue siendo más alta que su confianza en el gobierno o en los medios de comunicación de acuerdo a lo que perciben como una competencia y ética superior. “No es una votación cada cuatro años, es una votación todas las semanas cuando se va a la tienda”, comentó Edelman. “Realmente, tenemos que actuar”. Joshua Burton, de 36 años, empleado de una concesionaria de RV en Midland, Michigan, condenó el tiroteo fatal contra Thompson, pero manifestó que se siente hasta cierto punto reivindicado por este. Contó que las empresas de las que depende lo han decepcionado repetidas veces en los últimos años con productos de mala calidad. Como diabético de Tipo 1 que a menudo tiene que estirar su suministro de insulina debido a los altos precios, afirmó que se siente especialmente defraudado por el sistema de seguros. “Al parecer, las compañías están haciendo el mínimo por laspersonas con el fin de ganar tanto dinero como puedan”, expresó. Cole Magnacca, quien se identifica como políticamente independiente, señaló que ha tenido conversaciones unificadoras tanto con sus amigos más liberales como con sus amigos más conservadores sobre el simbolismo detrás del asesinato.
“Todos estamos de acuerdo en que Trump y Harris no son realmente el problema, el problema son las empresas que solo están preocupadas de sus resultados finales”, manifestó el joven de 26 años, quien vive en el área de Los Angeles y trabaja en márketing de redes sociales, al referirse a los candidatos presidenciales de 2024, entre ellos la vicepresidenta Kamala Harris. Y cree que los ejecutivos están obstaculizando intencionalmente la movilidad social.
“Parece que ahora, más que nunca, las personas en puestos de poder están tratando de retirar la escalera detrás de ellos”, comentó Magnacca, y agregó que le preocupa que nunca va a poder jubilar cómodamente ni comprar una casa. Para Echo Wright, la industria de seguros de salud es solo una parte de un sistema corporativo más grande que perjudica a los estadounidenses como ella. “No puede culpar a su dedo meñique cuando todos sus dedos formaron el puño”, dijo.
Wright, de 36 años, quien trabaja como asistente personal independiente y tiene seguro de salud, hace poco abrió una tarjeta de crédito para pagar de su bolsillo los US$ 1.300 que le costó la extracción de una muela del juicio.
Sin embargo, fue su experiencia al vivir en Asheville, Carolina del Norte, durante las secuelas del huracán Helene lo que solidificó su sensación de que las grandes empresas se ayudan ellas mismas perjudicando a los consumidores.
Durante las tres semanas que pasó sin electricidad ni agua potable, sus vecinos organizaron asados en toda la cuadra para cocinar la carne que se estaba echando a perder en los congeladores y repartieron cientos de galones de agua de pozo. En lugar de donar o vender suministros, un supermercado local cerró sus puertas y colocó guardias de seguridad afuera, según contó. “Fue un enorme contraste”, aseguró.
Artículo traducido del inglés por “El Mercurio”. PAderó que las pequeñas empresas eran una fuerza positiva). Los investigadores creen que la ira de los estadounidenses tuvo su origen en la crisis financiera de 2008-09 y la recesión que la acompañó y, posteriormente, en la pandemia. Los hechos “causaron muchas alteraciones económicas y sociales en la vida de las personas”, señaló Michael R. Strain, economista de American Enterprise Institute, un instituto de estudios conservador. El pesimismo económico a gran escala ha introducido un movimiento populista en el que se considera que las grandes empresas están de lado de las élites, y contra el pueblo, observó Strain.
“En la izquierda, el populismo se manifiesta como un deseo de expandir el tamaño y el alcance del gobierno, y en la derecha, se manifiesta como un deseo de que haya un líder fuerte, alguien que sea capaz de enfrentarse al sistema de élites y arreglarlo”, indicó Strain, mientras explicaba que muchos consideran que Trump tiene el sentido empresarial para mantener a raya a las corporaciones. Strain mencionó que Musk también ha logrado ponerse de lado del pueblo cuando se trata de políticas públicas, a pesar de su estatus como líder empresarial. Trump está haciendo un baile complicado: nombra a gigantes de Wall Street para cargos en la Casa Blanca mientras aborda el bramido de los líderes sindicales contra la codicia corporativa. La semana pasada, se manifestó en apoyo de los trabajadores portuarios que interrumpieron el comercio cuando se declararon en huelga por la automatización. “La cantidad de dinero que se ahorra no se acerca en lo más mínimo a la angustia, el dolor y el daño que causa a los trabajadores estadounidenses”, expresó en las redes sociales. Ricky Hall, un votante que apoyó a Trump, dijo que cree que la economía bajo el nuevo presidente verá fluir más riqueza hacia las pequeñas empresas y trabajadores individuales.
“Él no va a ser un republicano tradicional en términos laborales, y creo que es algo bueno”, aseguró Hall, de 41 años, quien trabaja en operaciones para una compañía de tecnología de la salud en Easley, Carolina del Sur. Aunque Hall siente gran admiración por las grandes empresas en general, manifestó que siente empatía por aquellos que criticaron a la industria de seguros después del asesinato de Thompson a plena luz del día. Hall observó que a todos les han rechazado una reclamación o todos se han sentido menospreciados por una gran corporación en algún momento u otro.
En una nota manuscrita que encontró la policía, Mangione se oponía principalmente a las compañías de seguros, y decía que “EE.UU. tiene el sistema #1 de atención de salud más caro del mundo, aun así clasificamos aproximadamente en el #42 en expectativa de vida”. Y agregó: “Estos parásitos simplemente se lo merecían”. Una revisión de su perfil de reseñas de libros en Goodreads mostraba que el graduado de la Ivy League y descendiente de una familia adinerada albergaba tendencias anticapitalistas.. El asesinato del jefe de seguros de salud revela la frustración con las grandes compañías semanas después de que un líder empresarial fuera elegido presidente. Tras el atentado contra el director ejecutivo de UnitedHealthcare: Algunos en las redes sociales han presentado a Mangione como u