Editorial: Los más obesos de Sudamérica
Editorial: Los más obesos de Sudamérica EDITORIALiniciativas valiosas, es cierto, pero no ha existido una mirada de Estado, desde la perspectiva de la sanidad y calidad sostenibles, ante enfermedades recurrentes como diabetes, hipertensión y cáncer. En materia de salud hay diversas efemérides que buscan promover la toma de conciencia en relación a temáticas relevantes para el bienestar de las personas y el futuro de la sociedad en general.
El Día Mundial de la Obesidad, que se conmemoró el pasado martes, tiene precisamente ese objetivo, aunque para nuestro país se vea bastante lejano, como lo mostró el estudio que fue presentado esa jornada por la Federación Mundial de la Obesidad.
Según la organización que agrupa a 80 asociaciones científicas y a más de 100 países, el 42% de la población chilena tiene problemas de obesidad, lo que nos sitúa en primer lugar a nivel sudamericano y nos proyecta como uno de los tres países con más sobrepeso del mundo hacia 2050.
Tal preocupante proyección es refrendada por otro estudio, publicado en la prestigiosa revista científica The Lancet, donde se muestra que en 25 años más Chile tendrá un 59% de niños, de entre 5 y 14 años, en esta condición.
Esta realidad que desnudan los estudios es lo que se ve, dicen los especialistas, diariamente en los centros de salud: cómo crecen los niveles de obesidad y sobrepeso que se corresponden evidentemente con el desconocimiento generalizado en la población de cuáles son los hábitos alimenticios más saludables.
En el caso de ñublensinos y ñublensinas la monotonía alimentaria, consumo excesivo de calorías “vacías” y una sobrecarga de azúcares agregados son las características de nuestra alimentación, bien alejada de lo que serían los buenos hábitos de nutrición, conun consumo mayor de frutas y verduras frescas que tenemos en abundancia y cortes magros de carne de vacuno, pollo y pescado.
A nivel escolar, donde el 26% de los niños y niñas de la región están bajo control por malnutrición por exceso, un dato relevante es que uno de los nutrientes que más se encuentra y en exceso en la dieta de los escolares es el azúcar, incluso en una proporción mayor que la de grasa.
Se nos ha olvidado que la disponibilidad de alimentos inocuos, constituye un derecho humano que contribuye a la salud y a la productividad, pero a pesar de este mandato, sucesivos gobiernos -de diferentes colores políticosno han potenciado una política expresa para la alimentación saludable. Hay iniciativas valiosas, es cierto, pero no ha existido una mirada de Estado, desde la perspectiva de la sanidad y calidad sostenibles, ante enfermedades recurrentes como diabetes, hipertensión y cáncer.
Es paradojal, pues Chile y Ñuble en particulares un ejemplo de producción de alimentos de calidad para el mundo, sin embargo, el Estado no se ha involucrado en los temas de nutrición y no ha generado una política alimentaria para su consumo interno.
La última vez que lo hizo fue a mediados de los 60 cuando en el marco de la Reforma Agraria se crean nuevas instituciones relacionadas con el Ministerio de Agricultura y se consagra por ley que también era misión de esa cartera “el mejoramiento de las condiciones de nutrición del pueblo”, un concepto que fue olvidado en el tiempo por sesgos ideológicos y las prioridades que la economía neoliberal -y sus fieles seguidoresle han impuesto a la política chilena los últimos 50 años.. Se nos ha olvidado que la disponibilidad de alimentos inocuos, constituye un derecho humano que contribuye a la salud y a la productividad, pero a pesar de este mandato, sucesivos gobiernos -de diferentes colores políticosno han potenciado una política expresa para la alimentación saludable. Hay EDITORIAL