El silencio estimula al verdugo
El silencio estimula al verdugo La Trata de Personas es el comercio ilegal de personas con fines de explotación sexual, trabajos forzados u otros abusos que se cometen sobre la víctima. Sí, es una forma de esclavitud moderna. Para erradicar este delito, el 30 de julio de cada año la comunidad internacional conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas.
Y ayer, a un costado de la Catedral de La Serena, y en cada plaza del país, instituciones integrantes de la Mesa Intersectorial sobre Trata de Personas (MITP) visibilizaron los servicios que disponen en materia de trata de personas e informando sobre las características del delito, estrategias de prevención y mecanismos de denuncia, todo lo anterior en el marco del enfoque de derechos humanos.
Si bien fue en 2013 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas resuelve establecer esta fecha con el fin de concientizar y sensibilizar a la ciudadanía como modo de prevención, lamentablemente la pandemia llegó para agudizar un tema que cada vez ha ido aumentando. A modo de ejemplo, el virus acentuó la vulnerabilidad de millones de personas y aumentó el flujo de migrantes a distintos países, como Chile, por ejemplo. Sin duda, una puerta abierta para estas personas que operan mediante engaños, amparados siempre en la corrupción. Porque la trata comercia personas; capta, quebranta y explota a hombres, mujeres, bebés, niñas, niños, adolescentes, LGTB, migrantes, indocumentados, estudiantes universitarios... Para eso, denunciar, advierten las policías. Porque «el silencio estimula al verdugo», afirmaba Eliézer Wiesel, sobreviviente de los campos de concentración nazis. Es que la trata es esclavitud, sin duda una de las atrocidades más grandes que siguen existiendo en nuestra sociedad, en todos los países, y lamentablemente muy cerca de todos nosotros. El silencio estimula al verdugo.