CÓMO MEDIR EL ÉXITO EN NUESTRAS VIDAS
CÓMO MEDIR EL ÉXITO EN NUESTRAS VIDAS En mi última columna me comprometí a abordar el tema de cómo podemos medir el éxito en nuestras vidas, tema el cual ya abordé en una columna hace un par de años. En esta hacía mención de las valiosas reflexiones que me había aportado Clayton Christensen en un libro suyo sobre el particular. Me atrevo a volver a tratar este tema porque veo a mucha gente a la que la inercia en sus vidas las arrastra por caminos que no las hacen felices. Yo me desenvuelvo laboralmente en el mundo de las empresas y las startups, así como en el mundo universitario. Por ende, me toca relacionarme mucho con ejecutivos y directores de empresas, así como con jóvenes. En ambos mundos percibo en un porcentaje alto de las personas disconformidad respecto a cómo están transcurriendo sus vidas. Da la impresión como que sus vidas fueran incompletas. Que les falta algo más que las lleve a sentirse realmente conformes con lo que están haciendo y con la dirección que están siguiendo en sus vidas. En mi última columna me referí brevemente respecto a las razones que explican la disconformidad de algunos ejecutivos y directores. Básicamente, planteé que privilegiar en demasía su trabajo por encima de la familia y las amistades les termina cobrando la cuenta.
Pero también hay personas que pareciera que les faltara algo más trascendente, me refiero a no solo vivir el presente, sino a tener una idea de para qué están y/o qué podrían aportar a este mundo.
Digo esto porque también me relaciono con ejecutivos y directores con carreras muy destacadas que han logrado equilibrar sus vidas profesionales con sus vidas personales que están no solo conformes, sino que también interesados en seguir aportando utilizando las experiencias acumuladas durante sus vidas. Me refiero a ejecutivos a los que les ha tocado trabajar en otras labores, como es el caso de algunos que colaboran con instituciones sin fines de lucro, apoyando a sus iglesias, como mentores, etc. E igualmente que fueron padres y hoy son abuelos, y que siguen teniendo una relación cercana con sus amistades.
En el caso de los jóvenes disconformes con sus vidas, creo que una de las razones de ello es que no logran relacionarse bien con otros jóvenes por distintos motivos, uno de los cuales es que buscan verse como exitosos en las redes sociales, pero en la práctica no se sienten apreciados por sus pares y/o por sus familiares. También hay jóvenes a los que les va bien en la universidad y en sus relaciones interpersonales, pero que buscan además algo más trascendente. Me refiero nuevamente a no solo vivir el presente, sino a tener una idea de para qué están y/o qué pueden aportar a este mundo.
En cambio, también me relaciono con jóvenes que están logrando sacar con mejores o peores notas sus carreras universitarias, que los veo conformes con su vida presente y con la dirección que le están dando a esta a futuro. CÓMO MEDIR EL ÉXITO EN NUESTRAS VIDAS Análisis LUIS HERNÁN PAÚL F. Asesor y director de empresas 4. - -