“EL DESAFÍO DE LA NATALIDAD tenemos que ponerlo en el centro de la agenda país”
“EL DESAFÍO DE LA NATALIDAD tenemos que ponerlo en el centro de la agenda país” académica en la UAI.
Economista de la U. de Chile, magíster en Políticas Públicas del mismo plantel y doctora en Demografía de la U. de Pennsylvania, Alejandra Abufhele cuenta entre sus principales temas de investigación la vulnerabilidad, la desigualdad y la infancia. En la Escuela de Gobierno de la UAI, dicta un curso de pregrado titulado “Understanding Society”, para los economistas de Ingeniería Comercial. En el magíster de Políticas Públicas, en tanto, enseña un curso de microeconomía aplicada y otro de pobreza y políticas públicas.
Con aquella experticia, es que la académica de la UAI e investigadora tanto del COES como del Núcleo Milenio MIGRA fue convocada a la Comisión Presidencial para la Actualización de la Medición de la Pobreza, grupo conformado por 10 expertos a fines de 2023.
En esta entrevista, habla del trabajo de esta instancia y también de otro de los focos de su trabajo: la crisis de natalidad, materia que asegura debería estar presente en el actual debate por la reforma a las pensiones. ¿Cómo se encuentra Chile en términos de pobreza?, ¿ha habido un retroceso tras el estallido y la pandemia?La pobreza en Chile viene cayendo de manera sistemática desde 1990.
Según la última Casen, la tasa de pobreza de ingresos hoy es de un 6,5% y la de pobreza multidimensional es de 16,9%. En ambos indicadores, Chile está en el nivel más bajo desde que se tienen estas mediciones. Veremos qué nos dice la Casen 2024, pero no debiésemos esperar bajas importantes. Mientras más baja es la tasa de pobreza, más difícil es reducirla, porque ahí está su núcleo duro. Otra cosa es si las medidas que hemos adoptado reflejan efectivamente ese umbral mínimo de bienestar que no debiésemos tolerar como sociedad. Las bajas cifras no conversan con un país de alto endeudamiento, donde más de la mitad de la población dice enfrentar dificultades para llegar a fin de mes.
Debiéramos empezar a hablar de vulnerabilidad y riesgos de caer en pobreza, parte de lo que estamos discutiendo en la Comisión Asesora Presidencial para la Actualización de la Medición de Pobreza. ¿Cómo estamos respecto de otros países de la región o con aquellos que a su juicio deberíamos compararnos?Para compararnos, necesitamos medidas comparables, porque cada país tiene su método.
Pero si uno considera métricas de pobreza absoluta de Cepal, los países de la región con menor pobreza son Chile con 8,1% y Uruguay con 4,3%. Lo mismo ocurre con la medida del Banco Mundial, que define pobreza como vivir con menos de 6,85 dólares por día, y ahí Latinoamérica tiene una tasa de 25% de pobreza, y Chile, un 4,9%. Si uno considera la medida de la OCDE, que usa una medida relativa que depende de la distribución de ingresos, Chile tiene una tasa de 16%, y ya no es de los países con menor pobreza. ¿Y por qué entonces se dice que las políticas públicas habrían postergado la prioridad del combate contra la pobreza?No diría que las políticas públicas han postergado el combate contra la pobreza sí creo que desde el estallido y la pandemia han cambiado los problemas y principales carencias y preocupaciones de los hogares. No son solo ingresos. Tenemos otros temas urgentes que resolver que muchas veces se toman la agenda. Pero nadie hoy podría debatir si eseALEJANDRA ABUFHELE, PROFESORA DE LA ESCUELA DE GOBIERNO DE LA UAI:infertilidad. CRISTIÁN PIZARRO ALLARD6,5% de pobres absolutos debiese ser beneficiario de las políticas sociales. Pero ese núcleo más duro es difícil de identificar y de acceder, porque está excluido del sistema, lo que hace más difícil llegar con la red de protección social que ofrece el Estado.
El actual gobierno no parece concentrado en dirección de atacar la pobreza más dura. ¿Cree que se debe a la preferencia por gestionar en favor de ciertos grupos de interés (estudiantes universitarios, profesores, empleados públicos, etcétera) más que de aquellos que permanecen en situaciones de abierta postergación social?La pobreza hoy en Chile es compleja.
El que la medida de pobreza actual sea 6,5% y que eso no tenga un correlato en lo que experimentan las personas que viven en situación de vulnerabilidad, habla de que el desafío de las políticas públicas es igualmente complejo. El Gobierno ha puesto el foco en un tema súper relevante relacionado con pobreza: cuidados y conciliación trabajo-familia. También convocó a la comisión de medición. Hay una preocupación importante por tener una mejor radiografía de la realidad de Chile.
MIGRACIÓN: “DEBE SER ORDENADA, SEGURA Y REGULAR”La inmigración se ha transformado en un tema social de primer orden en el país. ¿Considera que se llegó a un nivel de alerta y que se deben tomar medidas drásticas?Si medidas drásticas significa fortalecer fronteras para frenar el aumento de la inmigración irregular, sí, estoy de acuerdo. La inmigración debe ser ordenada, segura y regular. Pero en un mundo globalizado como el actual, la inmigración es condición necesaria para el desa-rrollo de largo plazo. La literatura muestra que en materias tan relevantes para el desarrollo económico, como el crecimiento poblacional, la acumulación de capital humano, la recaudación fiscal, crecimiento, la migración es clave. Hay costos de congestión en lo inmediato, pues todo shock migratorio inesperado genera excesos de demanda. El desafío está en construir instituciones inclusivas que minimicen esos costos de integración. “La inmigración debe ser ordenada, segura y regular.
Pero en un mundo globalizado es condición necesaria para el desarrollo de largo plazo”. ¿Pueden los países poner límites que los protejan de los efectos indeseados de las corrientes migratorias? ¿ Cuáles son los principales problemas que trae consigo un fenómeno de esta naturaleza, dadas las características de Chile y de quienes desde el extranjero se asientan aquí?La migración es un fenómeno global que depende de circunstancias geopolíticas y climáticas que ningún país por sí solo puede controlar, menos aún en un mundo globalizado. Su impacto depende de las políticas públicas que adoptemos. Un reciente estudio del Banco Mundial muestra beneficios de la migración para Chile de orden demográfico (nacimientos y población en edad de trabajar), con impacto macroeconómico y fiscal. De acuerdo a sus estudios y evidencia, ¿es posible establecer algún tipo de relación entre la inmigración y aumentos y cambios que ha registrado la delincuencia?ZERÉPANERACAMAcá lo importante son las relaciones causales. Las correlaciones para preguntas sensibles como estas pueden terminar aportando más confusión que certezas.
El único estudio que conozco con evidencia causal de la relación entre migración y crimen en Chile es uno publicado por el núcleo milenio MIGRA, que muestra que mientras el volumen de crímenes no se ve afectado causalmente por la migración, la migración sí genera un aumento significativo en la percepción del crimen por parte de los chilenos. Es un estudio que solo comprende el período 2008-2017 y que habría que ver qué pasa si uno extendiera la serie hasta 2024. Es interesante que lo que se encuentra no es exclusivo de Chile, sino más bien una regularidad empírica en otros países del mundo, incluidos Italia, EE.UU. y UK.
CAMBIO DEMOGRÁFICOUno de los temas que ha investigado con profundidad es la crisis de natalidad que vive el país. ¿Podría compartir cifras para evaluar la magnitud del problema?Chile tiene la tasa global de fecundidad, el número de hijos promedio que tendría una mujer durante su vida fértil, más baja de América Latina, y de las más bajas del mundo. La tasa para Chile es de 1,17, muy por debajo de la tasa de reemplazo generacional de 2,1. Por otra parte, los datos muestran que han disminuido de manera importante los embarazos en adolescentes, y ha aumentado el promedio de edad al que las chilenas están teniendo su primer hijo. Algo que es bien importante de las cifras es que hoy una gran contribución a la natalidad proviene de las migrantes: uno de cada 5 niños que nace en Chile tiene madre extranjera. Ello contribuye enormemente a que la disminución no sea mayor.
No cabe duda que cuestiones como estas no aparecen de la noche a la mañana. ¿Cuando se incubó este problema en nuestro país? ¿ Es posible determinar fechas o al menos un rango de tiempo?La caída en la natalidad ha sido un proceso que se viene desarrollando en Chile hace ya varias décadas. No es exclusivo de Chile, ha ocurrido en la mayoría de los países desarrollados. En Chile y América Latina en general, ha sucedido desde alrededor de la segunda mitad de la década del 1960. En Chile, la tasa de fecundidad era de alrededor de 5,49 en 1960 y disminuyó a 2,53 en 1992.
Según el Censo 2002, ya la tasa estaba por debajo de 2,0. ¿Qué explicaciones tiene este fenómeno? ¿ Cambio de los patrones económicos, cuestiones de orden cultural/valórico, ciertas políticas públicas de control de la natalidad?El fenómeno de la baja fecundidad es multifactorial.
La evidencia muestra una tendencia en la mayoría de los países desarrollados, por la combinación de la expansión educativa y laboral de las mujeres, la mayor información y acceso a métodos anticonceptivos, el mayor costo económico de tener y criar hijos, sumado a un contexto de disminución en los matrimonios, la crisis climática y pandemia.
Pero también hay un cambio cultural que se traduce en cambios en preferencias; las mujeres están priorizando cada vez más una mayor autonomía y realización personal, en los hombres se observa un incremento significativo en las vasectomías. ¿Qué se está haciendo en Chile para enfrentar el problema? ¿ Cuáles son las políticas y medidas que usted recomienda?Diría que la discusión de políticas públicas en esta materia se ha centrado en la conciliación trabajo cuidados infantiles. Posnatal, ley de salas cuna, Chile Crece Contigo. Sin embargo, cada una de estas políticas por sí misma es insuficiente para frenar la baja de natalidad. Aportan, pero creo que, además de reforzar esto, hay que también preocuparse de aquellas mujeres que queriendo tener hijos, no pueden, es decir, orientarnos fuertemente al problema de la infertilidad. Hoy no tenemos cifras oficiales de mujeres y hombres que tienen dificultades para tener hijos. Y los programas públicos de fertilidad no dan abasto para la demanda que hay, porque además son tratamientos largos y muy costosos.
Pero debería invertirse en eso, garantizarles el acceso a tratamiento de fertilidad a todas las mujeres que hoy lo requieran. ¿No le resulta curioso que este sea el telón de fondo de la actual discusión sobre una reforma al sistema de pensiones y nada se diga al respecto?Efectivamente, la baja de natalidad está muy asociada con el envejecimiento de la población, y, por lo tanto, con el sistema de pensiones. Si cada vez nacen menos niños, eventualmente la población en edad de trabajar será menor que la población dependiente niños y adultos mayores, por lo que se generará un problema desafiante.
La combinación del envejecimiento y disminución de la población, necesariamente, tensiona el sistema de pensiones, por lo que es muy importante considerar la situación actual de natalidad, para lo que se está discutiendo en estos momentos. ¿Hay algún país que deberíamos observar en cuanto a por qué, a su juicio, lo ha hecho bien en esta materia?Es difícil pensar en un país específico, porque los contextos son muy distintos, pero sí hay que estudiar las distintas alternativas de políticas implementadas en otros países con éxito. La experiencia de otros países es que es muy difícil revertir la tendencia; a lo que sí podemos apuntar es a frenarla.
Es un desafío bien grande, y sin duda tenemos que ponerlo en el centro de la agenda país. nAlejandra Abufhele,. En medio del debate por la reforma a las pensiones, la académica, que además es investigadora del COES e integrante del Núcleo Milenio MIGRA, llama a considerar esta materia. Sobre las medidas para enfrentar la caída de nacimientos, señala que también es necesario preocuparse de la infertilidad. | CRISTIÁN PIZARRO ALLARD ALEJANDRA ABUFHELE, PROFESORA DE LA ESCUELA DE GOBIERNO DE LA UAI: