El peso de la genialidad
El peso de la genialidad S olo un par de semanas antes de que muriera Francisca Victoria Núñez Vásquez (1961-2024), el Museo Nacional de Bellas Artes, en un gesto por incrementar el número de obras relevantes de su colección y también el porcentaje total de aquellas realizadas por mujeres, anunció la adquisición de "Silla", un asiento con doble respaldo de diseño antropomorfo, hecho en madera y con chinches metálicos, patas torneadas con volúmenes globulares en la parte central y cuadrangulares en su base y pintado de enérgico colorido, como era habitual en Pancha Núñez.
Entonces, compartió el honor con Monvoisin, Roser Bru, Carlos Leppe, Mario Fonseca, Paula Coñoepan y Wiki Pirela, sin embargo, cuenta Nikolas Sato, su amigo y ayudante de taller por 20 años, "no quedó conforme; no entendió por qué se la habían comprado a un coleccionista privado, y no a ella, si es que recién habíamos terminado otras dos que vendimos a Artespacio". Pronto, dice el pintor, quien precisa que desde 2019 compartían un sitio en Laguna Verde, donde ella se mantenía "aislada en todo sentido, lejos de algunos excesos y con su enfermedad controlada padecía de esquizofrenia", Pancha siguió concentrada y entretenida con su trabajo.
Ya fuera en el ámbito de la escultura, la pintura, el grabado, el dibujo, el bordado, la costura, el patchwork, los libros de artista o el diseño de muebles; siempre vinculada a formas festivas, carnavalescas, coloridas, tribales y desenfadadas. "La Panchita tenía esa virtud; olvidó la sensación extraña y siguió adelante con sus proyectos, tal como lo venía haciendo después del covid que tuvo en 2020, y que la mantuvo en coma diez días. Al volver a la vida, despertó siendo otra; muy averiada, pero activa y aún más creativa. En los últimos 4 años avanzamos rápido con su carrera; expuso al menos cuatro veces.
Concretamos una en Ámsterdam, a mediados de 2023, que teníamos planeada hacer desde hacía tiempo", recuerda Sato, quien ahora, junto con levantar su propia carrera, se prepara para canalizar la muestra que la artista tenía contemplada montar en marzo en la Municipalidad de Valparaíso, mientras no deja de ilusionarse con la idea de que este año, además, pueda concretarse el sueño de Pancha de exponer en un museo público. "Sin ella eso sí, claro, tendría otro carácter", acota. Licenciada en Arte de la Universidad de Chile, con mención en Escultura, Francisca Núñez fue una talentosa representante del neoexpresionismo.
Integró el Taller de Artes Visuales (TAV) y el taller experimental Chucre Manzur, además realizó clases de escultura en el Taller 619, antes de radicarse en Holanda, entre 1989 y 2005, donde hizo un posgrado en escultura en la Rijksakademie van Beeldende Kunsten.
Al regresar, se detuvo en Santiago antes de establecerse, a partir de 2009, en la Región de Valparaíso, donde murió el 23 de diciembre de 2024, a los 63 años en su casa en Laguna El peso de la genialidad Con un repertorio delirante y provocador, de esculturas, bordados, pinturas o grabados fuera de la común, de seres salidos de un sencillo y profundo universo poético, la artista Pancha Núñez desarrolló una potente investigación y obra. Proceso que tras casi 45 años de carrera, y a solo semanas de su muerte, continúa a través de nuevos impulsos para lanzar un catálogo y dos nuevas exposiciones dedicadas a la autora. Texto, Jimena Silva Cubillos. Fotografías, Carla Pinilla G. Pancha Núñez en 2004 junto a grabados que expuso ese año en Artespacio. EL MERCURIO "La madonna con hijo", 2001, género, plástico y madera. 138 x 114 x 58 cm. PERFIL EL MERCURIO Sin título, madera esmaltada, de 53 x 45 x 17 cm (2013).. El peso de la genialidad Verde.
Ahí fue velada, tal como ella relató en “Exequias fúnebres”, un cuento que escribió hace un tiempo y algún día publicaría; “sin gastos innecesarios”, “con velones verdaderos”, verdaderos”, y acompañada de su círculo más íntimo, sus tres hijas, amigos y exmarido, el ebanista holandés Gert-Jan van den Broek. Provocadora, talentosa y polifacética, polifacética, de manos diestras, se expresaba bien con materiales sencillos, de bajo costo e incluso de desecho: cartón, plumavit, plumavit, yeso, papeles de diario, cordeles, alambres, tornillos, géneros, plumasyarpilleras. plumasyarpilleras.
Así abordaba problemáticas esenciales, de género y de la cultura pop, “a través de metodologías lúdicas lúdicas que le permitían tocar temas bastante delicados, como la maternidad maternidad y la salud mental... Me acerqué a su obra porque sus trabajos expresan alegría y mucha vida; en ellos había una apariencia juguetona, un poco naif, pero detrás se escondían preguntas preguntas bastante densas, pesadas y difíciles de abordar.
Esa dualidad es muy interesante”, interesante”, destaca Paula Solimano, curadora curadora de “Los engranajes del mundo”, mundo”, retrospectiva que, en 2023, cubrió cubrió 40 años de su carrera, en Matucana Matucana loo, centro cultural con el que ahora avanza en el lanzamiento de un catálogo de dicha propuesta, al tiempo tiempo que la institución, por su cuenta, prepara otra exposición para marzo dedicada a la autora.
La Pancha, con quien hilamos una amistad muy linda, poética y de mucho cariño, sustentada gran parte del tiem“Silla”, tiem“Silla”, 1995, colección MNBA; en 2004 se expuso en “Formas políticas”. Al centro, objeto de arte regalado por ella a Guillermo Guillermo Carrasco. po por correspondencia, siempre se mantuvo activa artísticamente.
Incluso en sus momentos momentos oscuros o cuando estuvo internada en el Hospital Psiquiátrico, jamás paró de crear desde que en los años 80 se convirtió en una renovadora de la escultura local.. Es fundamental fundamental en la escena cultural, tanto por la elección elección de materiales con los que trabajó, por su investigación constante, su atrevimiento y el rescate en su obra de aspectos de la sociedad sociedad chilena que no estaban tan presentes en la escultura, como lo marginal y popular, entre otras vertientes. Fue coherente coherente en mostrar lo que para ella era vital; su obra es compleja, muy profunda, profunda, genial, de mucho desgarro puntualiza su amigo Guillermo Carrasco, Carrasco, filósofo, escritor y coleccionista coleccionista de arte.
También curador de una de sus propuestas más emblemáticas, emblemáticas, “Plan B”, muestra realizada en el MAVI con la que se adjudicó el Premio en Artes Visuales Visuales a lo Mejor de 2007 del Círculo Círculo de Críticos de Arte de Chile; un Altazor, en la categoría Escultura, Escultura, en 2008; y el Premio de la Academia Academia de Bellas Artes en 2009, además de autor del libro Pancha Núñez.
Costurero de abismos (2011). En él dice: “Pancha Núñez es el fruto más legítimo de nuestra tierra abismal, un poco terremoteada ella misma, ducha en hacerse zancadillas y dueña de una visión poética compleja y profunda, como se dan pocas en cada generación”. \D “Autorretrato”, 2006, tinta y látex sobre papel, 65 X 44,5 cm. “El brindis”, 2007, textil volumétrico, 43 x 43 cm. “Árbol del conocimiento”, conocimiento”, serigrafías de Pancha Núñez y poemas de Guillermo Guillermo Carrasco. Trabajo escultórico escultórico reciente de la artista..