Autor: DANIELA SILVA ASTORGA
Una visita histórica y ruidosa: Libro revisa las marcas de Rauschenberg en Chile
Una visita histórica y ruidosa: Libro revisa las marcas de Rauschenberg en Chile EL ICÓNICO ARTISTA EXPUSO, HACE CASI 50 AÑOS, EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES“M ientras ustedes soy su enemigo, sientan que yo no podremos hablar”. Corría 1985 y el estadounidense Robert Rauschenberg (1925-2008), figura referencial del arte desde mediados de los años 50, pronunciaba esas palabras sentado frente a otros autores y estudiantes en el Museo de Bellas Artes. Él tenía la idea de conversar sobre su obra, que, por esos días, se exponía en todo el edificio. Pero el diálogo fue áspero, por decir lo menos. A excepción de un par de asistentes, todos los que pidieron la palabra hicieron preguntas suspicaces para saber, sobre todo, qué hacía que una figura colosal del arte quisiera venir al Chile de esos tiempos.
Así lo documenta el nuevo libro de la artista e investigadora Camila Estrella (1976). Lo publica tras una investigación que inició en 2017 con el fin de reconstruir este hito a partir de las diferentes miradas, opiniones y memorias. “Tu pregunta es mi respuesta.
ROCI: derivaciones de la visita de Robert Rauschenberg en Chile”, a cargo de la editorial de la Facultad de Artes de la U. de Chile, aborda el proyecto que provocó su visita al país: el Rauschenberg Overseas Cultural Interchange (ROCI). Una gira cuyo nombre evocaba más una expedición científica o espacial que artística, y que inicialmente llevaría al autor por 22 países de América Latina, Asia y Europa. El propósito era, primero, desarrollar trabajo de campo y, luego, confeccionar obras que recogieran su experiencia en estos territorios desconocidos. Lo propuso incluso a las Naciones Unidas como una instancia capaz de reunir a las culturas y los ciudadanos. La ambición fue quizás desmedida y finalmente redujo su periplo a diez países: México, Venezuela, China, Cuba, Tíbet, Japón, Unión Soviética, Alemania Oriental, Malasia y Chile. Nuestro país fue el segundo.
Aunque Rauschenberg estaba asumiendo el costo de su gira, a través de la hipoteca de su casa y la venta de obras de su colec-ZEÁBEPILEFclaro, lo plantea como un intercambio cultural, pero, en realidad, el intercambio consistió más bien en que él venía, miraba imaginarios y materiales que lo inspiraran y creaba sus obras. No sé qué tanto se involucró con los países”, relata Estrella. No obstante, su paso por Santiago y antes por el norte del país donde quedó fascinado con el desierto y el cobre sí quedó como un hito. Detrás de esa desconfianza o del no saber qué hacer frente a este emblema del arte, posteriorment e h u b o i n c l u s o obras que reaccionaron a su presencia.
También intercambios interesantes, como el que ocurrió con Raúl Zurita, quien le pidió que ilustrara la portada de un libro suyo (y lo consiguió). Y José Donoso escribió sobre la obra de Rauschenberg para El País y “El Mercurio”. Waldemar Sommer publicó una entrevista en Artes y Letras, y Estrella conversó con él. Sobre la presencia de Rauschenberg, el crítico le dice: “Debo reconocer que no produjo mayor entusiasmo, creo que diría más bien pro-dujo una especie de reacción política en contra. Pensamos en Chile de 1984.
Una situación muy especial, entonces el imperialismo norteamericano era rechazado”. En “Tu pregunta es mi respuesta”, la autora reúne materiales de archivo, como imágenes, documentos y textos de la época, además de ensayos y un conjunto de entrevistas.
Habló con testigos como Carm e n B e u c h a t, Eduardo Vilches, Enrique Zamudio, N u r y G o n z á l e z, Gonzalo Díaz y Pablo Oyarzún, adem á s d e Z u r i t a y Sommer. La mezcla entre el ensayo, los documentos y testimonios, que suenan espontáneos al no tener mucha edición, permite acercarse a un relato vívido del episodio y su resonancia. “Cada uno de los entrevistados aporta y entrega un matiz. A mí me parece que el hecho de que viniera a Chile un artista de ese nivel fue un respiro. Abrió una ventana que dejó entrar un poco de aire”, apunta Camila Estrella. El 15 de enero lanzará su libro en la U. de Concepción. de Chile, inició su investigación en 2017. Antes de publicar este libro, lanzó Rauschenbergchile. cl.ción, a Santiago llegó auspiciado por “El Mercurio”, mientras en Estados Unidos su iniciativa era mirada con recelo. Según cuenta Estrella en el libro, “Leo Castelli, su galerista, desconfiaba de que el dinero que generaban las ventas de obras se desperdiciara en ROCI.
En The New York Times, la crítica Roberta Smith describió el concepto de la gira como altruista y, a la vez, autoengrandecedor, y otros críticos lo llamaron arte imperialista”. “Rauschenberg quería realmente darse una vuelta por el mundo, quizás una idea un poco ingenua o inocente, pero él sí quería llevar su arte a todas partes. Y. La académica Camila Estrella lleva siete años investigando el capítulo nacional de la gira Rauschenberg Overseas Cultural Interchange. Primero, lanzó una web; ahora, ya tiene lista una completa y reveladora publicación. EL ICÓNICO ARTISTA EXPUSO, HACE CASI 50 AÑOS, EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES g en el Museo de Bellas Artes junto a sus obras (1985). docente de la U.