Retos globales en pesca y acuicultura
EN EL REPORTE DEL ESTADO MUNDIAL DE LA PESCA Y LA ACUICULTURA DE LA FAO, CHILE DESTACA COMO UNO DE LOS PRINCIPALES PRODUCTORES ACUÍCOLAS A NIVEL MUNDIAL, ENFRENTANDO DESAFÍOS SIGNIFICATIVOS Y EXPLORANDO NUEVAS OPORTUNIDADES EN EL SECTOR.
Os gremios de la acuicultura y la pesca en Chile analizaron los desafíos presentados en el Informe del Estado Mundial de la Pesca y la Acuicultura 2024 (SOFIA) de la FAO, comparando la situación nacional con el panorama global según el reporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. En 2022, según SOFIA, la producción pesquera y acuícola alcanzó los 223,2 millones de toneladas, de las cuales 185,4 millones de toneladas correspondieron a animales acuáticos y 37,8 a algas. Este año fue histórico, ya que la acuicultura superó por primera vez a la pesca de captura como la principal fuente de producción de animales acuáticos.
En este contexto, Revista AQUA conversó con la directora ejecutiva del Consejo del Salmón, Loreto Seguel, quien explicó que este logro confirma la convicción de este gremio de que la acuicultura es clave para la seguridad alimentaria de la humanidad. “Además, valida los esfuerzos y las inversiones que la industria ha realizado en tecnologías de producción sostenible y prácticas de gestión ambiental”, comenta. En el reporte se explica que la producción acuícola mundial alcanzó la cifra sin precedentes de 130,9 millones de toneladas, de las cuales 94,4 millones son animales acuáticos. “Nos sentimos orgullosos de contribuir significativamente a este importante avance global, pues somos el segundo productor mundial de salmón”, afirma. La ejecutiva menciona que se ha puesto un énfasis en el uso de alimentos balanceados y sostenibles para minimizar el impacto ambiental y mejorar la salud de los salmones. “La implementación de sistemas eficientes de gestión de residuos y estrategias de control de enfermedades ha sido crucial para reducir la mortalidad de los peces y minimizar la contaminación ambiental”, agrega. “Las empresas salmoneras chilenas han buscado obtener certificaciones internacionales de sostenibilidad, como el Aquaculture Stewardship Council (ASC), para asegurar que sus prácticas cumplen con estándares globales de sostenibilidad”, finaliza.
CHILE DESTACA A NIVEL GLOBAL Este cambio significativo plantea tanto oportunidades como desafíos para la industria acuícola global, y el sector mitilicultor chileno no ha tardado en reaccionar, Al respecto, Yohana González, la gerente general de Ami Chile e Intemit y presidenta de la Mesa de la Mitilicultura Chile en el Informe SOFIA: Planta procesadora de salmónidos.
“¿Nos sentimos orgullosos de contribuir significativamente a este importante avance global, pues somos el segundo productor mundial de salmón”, menciona Loreto Seguel, directora ejecutiva del Consejo del Salmón. en el Pacto por una Región Sostenible e Inclusiva, destaca la importancia de este avance para los captadores, cultivadores y procesadores de mejillón chileno. “Este hito confirma el crecimiento de la acuicultura como una alternativa viable y sostenible a la pesca de captura. Este logro es un reconocimiento al esfuerzo y la innovación de los mitilicultores, quienes han sabido adaptarse a las exigencias del mercado global”, comenta González.
La ejecutiva menciona que la mitilicultura chilena no solo se destaca por su capacidad de producción y calidad de productos, sino también por la cooperación entre emprendedores e industriales que hacen del sector un referente en términos de sostenibilidad. “La integración de pequeñas empresas con grandes productores ha permitido crear un ecosistema resiliente, capaz de adaptarse a las demandas de sostenibilidad del mercado global”, explica. Yohana González explica que mantenerse entre los 10 mayores productores acuícolas a nivel global ofrece varias implicaciones significativas para Chile. “Esta posición representa tanto oportunidades como desafíos”, destaca. “Por un lado, nos abre puertas a mercados internacionales y nos posiciona como líderes en el uso de tecnologías avanzadas y prácticas sostenibles en acuicultura. Sin embargo, también nos enfrenta a desafíos, como la necesidad de diversificar mercados y garantizar la sostenibilidad de nuestras prácticas en toda la cadena de valor”, explica. “Estamos enfocados en que las empresas incorporen prácticas que mejoren la gestión de sus residuos, minimicen el impacto ambiental y aseguren la calidad y trazabilidad de nuestros productos”, añade González. “La colaboración con instituciones científicas a través de Intemit, y el uso de tecnología avanzada nos permiten ir adaptándonos a los cambios para mantenernos competitivos. Afortunadamente, también diversos organismos del Estado, como Sercotec, Corfo, la ASCC, Indespa y el Gore, diseñan programas y destinan recursos para apoyarnos en éste camino”, concluye.
ESTRATEGIAS DE GESTIÓN PESQUERA Revista AQUA conversó con Monserrat Janet Leiva, gerente de Sustentabilidad de Pescadores Industriales del Biobío, quien afirmó que en América sigue habiendo una fuerte dependencia de la pesca de captura y, particularmente en Chile, “esta representó el 63% de los desembarques de 2023”. “Teniendo esto en consideración, ambas actividades deben ser entendidas como complementarias para la seguridad alimentaria y para cubrir la creciente demanda mundial de alimentos de origen acuático”, agrega.
Monserrat Leiva explica que el informe destaca que cerca del 90% de la producción acuícola y pesquera a nivel mundial se destinó al consumo humano, lo que va en línea con los esfuerzos que ha hecho la pesca industrial del Biobío por destinar más del 85% de sus capturas al consumo humano directo, “Mantenerse entre los 10 mayores productores acuícolas a nivel global ofrece varias implicaciones significativas para Chile”, comenta Yohana González, gerente general de Ami Chile. asimismo, si bien el informe indica que, a nivel mundial, hubo una pequeña baja en el porcentaje de recursos sanos, “también destaca que cerca del 80% de los desembarques mundiales correspondieron a poblaciones biológicas sostenibles, lo que refuerza que con una ordenación pesquera eficaz se recuperan las poblaciones y aumentan las capturas”, afirma.
“En el caso de Chile, las medidas de conservación, la orientación científica en la toma de decisiones y un enfoque precautorio en vigencia, sus autoridades y fiscalizadores, cada año muestran que el país pesquero transita en el camino correcto”, agrega.
“Asegurando la recuperación de los recursos y su proyección, como lo evidencia el hecho de que hoy el 75% de las pesquerías sobre las que opera la pesca industrial del Biobío se encuentran sanas”, explica la ejecutiva. La gerente añade que un ejemplo de esto es el jurel, que se encuentra certificado bajo el estándar internacional de sostenibilidad de la MSC. “Sin embargo, el mayor desafío es garantizar la estabilidad, las inversiones y el desarrollo de toda la actividad pesquera del país en base a criterios científico-técnicos. Y para eso es necesario contar con un marco normativo que apunte hacia allá”, asevera.
Por su parte, la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca) explica que en lo que respecta a Chile, el 64,7 % de las pesquerías industriales han recuperado su biomasa a límites biológicos recomendados en los últimos diez años.
“Es decir, que 11 de las 17 pesquerías industriales han recuperado su biomasa -cantidad de peces en el mar alcanzando o superando el óptimo biológico, de acuerdo con la información emanada de los reportes de los comités científicos de cada pesquería. Siendo el jurel, la especie que más se ha recuperado con un 421% de mejora si se compara entre 2013 y 2023”, explica la organización gremial.
Adicionalmente, “la pesca industrial chilena realizó un recambio en sus redes de pesca, hoy en día, utilizan unas altamente tecnológicas, que permiten una selectividad que supera el 99% en merluza común, y que, al ser más livianas, han reducido la huella de carbono de la industria”, agrega.
La organización añade que en la pesca industrial chilena se han implementado numerosos programas para asegurar Barco “Don Alfonso”. “El mayor desafío es garantizar la estabilidad, las inversiones y el desarrollo de toda la actividad pesquera del país”, afirma Monserrat Janet Leiva, gerente de Sustentabilidad de Pescadores Industriales del Biobío. una pesca sustentable y responsable. Motivo por el cual 11 de las 17 pesquerías industriales han alcanzado o superado su nivel objetivo de la especie definido por la ciencia.
“Por otra parte, creemos que se debe fortalecer todos los instrumentos que la ley vigente estableció y han contribuido a recuperar las pesquerías industriales en Chile: comités científicos, comités de manejo, planes de manejo, enfoque ecosistémico, etc. ”, explica.
Sonapesca menciona que el principal desafío es tener un marco legal estable que dé certeza jurídica a los actores, que fortalezca la investigación, “que el manejo y la normativa sean basados en información técnica y científica y no en criterios políticos.
Nada de lo anterior será posible si no se erradica la pesca ilegal”. “Otro desafío es continuar recuperando y certificar con sellos de sustentabilidad más pesquerías, sobre todo en la pesca artesanal, descubrir nuevas oportunidades de desarrollo en todos los ámbitos, como nuevas pesquerías, incorporar nuevas tecnologías, y desarrollar más innovaciones alimenticias”, finaliza. [1]