CEP: Ante un país inestable, los chilenos se refugian en las creencias y en sus cercanos
CEP: Ante un país inestable, los chilenos se refugian en las creencias y en sus cercanos ZOOM A LOS DATOS DE LA ENTREGA MÁS RECIENTE DEL SONDEOConsultados por estos fenómenos, otros investigadores y académicos tienen algunas preocupaciones.
Consuelo Araos, socióloga e investigadora del Centro Signos de la Universidad de los Andes, advierte por ejemplo que si bien los datos demuestran el hecho de que “las relaciones familiares no son comparables a otras formas de sociabilidad donde predominan el anonimato y los roles funcionales”, y que es en ellas donde se produce “la inclusión incondicional de la persona”, hay un “aspecto trágico en este panorama”. “Nos encontramos ante un clivaje demográfico que apunta a un futuro de soledad individual que afectará profundamente esta fuente primaria de sentido cada vez más crítica e insustituible”, advierte. En materia de religión, en tanto, Araos tiene ciertas dudas con los datos que las encuestas levantan, pues conceptos como “Dios”, “infierno” o incluso, qué es “creer”, podrían tener significados muy distintos para cada quien.
Duda también sobre si “este conjunto variado y poco articulado de creencias pueda ser considerado como un equivalente del rol que las religiones han articulado históricamente en términos del lugar de lo sagrado y la trascendencia en la sociedad.
Como contraparte, recientes estudios recientes han mostrado que ciertas formas de devoción popular, como procesiones y festividades religiosas, siguen gozando de gran vigencia en nuestro país”. Entre las conclusiones a las que llega el CEP, Mascareño destaca que las institucio-“Hay un apoyo en los recursos de círculos más íntimos, como también de los círculos más comunitarios en los que uno participa, que compensan esa sensación de inestabilidad del mundo”. “Sin un esfuerzo institucional coordinado, ni la individualidad ni la religión podrán sostener la resiliencia a largo plazo”. CONSUELO ARAOSINVESTIGADORA DEL CENTRO SIGNOS DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES“El Estado tiene que enfocarse en los temas en que los privados no pueden hacerlo, la política en general tiene que orientarse a esos temas”. ROBERTO MÉNDEZPROFESOR DE LA ESCUELA DE GOBIERNO DE LA PUCANEVARAROTCÉHADIDECZERÉPANERACAMnes estarían “confiando demasiado en la resiliencia de los individuos” y, en ese sentido, el mensaje para ellas es que “no pueden sostener su propio funcionamiento únicamente pensando en que los individuos van a aportar estos recursos de confianza y sociabilidad. Ellas también tienen que comenzar a hacer algo en relación con eso”. “Las familias siguen siendo un pilar fundamental, pero no pueden sostener solas la cohesión social. Como expresó Lévi-Strauss, no hay familias sin sociedad ni sociedad sin familias. Necesitamos un fortalecimiento de las instituciones funcionales para enfrentar los desafíos contemporáneos y para que los proyectos de vida personal puedan desplegarse de forma virtuosa. Si no, aparecen los sustitutos parasitarios como el crimen organizado y el narcotráfico”, dice Araos. En una línea similar, Roberto Méndez, profesor de la Escuela de Gobierno de la PUC, considera que las instituciones deben enfocarse “en aquellos temas que las personas particularmente no pueden solucionar, y hay muchos.
Por ejemplo, la seguridad, la delincuencia (... ). El Estado tiene que asumir ese rol, es intransferible”. A su juicio, este contraste entre la visión del país y la satisfacción individual que denomina “paradoja de la realidad personal y colectiva” se ha agudizado, justamente, por el “deterioro en la percepción de las instituciones públicas”. “Eso ha provocado que la gente, cuando piensa en lo privado, toda esta institucionalidad del Estado ha pasado a ser menos importante (... ). Hay todo un mundo de servicios que pasa por fuera del Estado”, añade Méndez. nChile estaría transitando, en el análisis del CEP, a ser una sociedad post secular.
Las razones religiosas tienen un lugar en la esfera pública, pero no una superioridad moral. así lo muestran, por ejemplo, las respuestas que dan cuenta de una alta adhesión a la idea de que la religión permite ampliar los círculos y ayudar a otros. “En Chile parece haber indicios de tránsito hacia lo que se puede denominar una sociedad post secular.
Esto es, una sociedad donde razones de base religiosa, también espirituales, se pueden admitir como legítimas en las discusiones de la esfera pública, pero donde ellas no adquieren una posición desuperioridad moral por sobre razones o motivaciones seculares”, resume el sociólogo. ¿INDIVIDUALISTAS Y EGOÍSTAS?Junto con las creencias, el espacio íntimo es la otra principal dimensión, según el CEP, que les daría a las personas motivación y seguridad. Distintos datos corroboran la relevancia que cobran los vínculos más estrechos: 88% está satisfecho o muy satisfecho con su pareja y 93% lo está con sus hijos. La familia, con un 91%, es la principal fuente de identidad personal para los chilenos. Otras dimensiones, que también pertenecen a lo individual como el trabajo, el lugar donde se vive, el género y las creencias también están entre las más decisivas.
En la lectura del CEP no se trataría de un fenómeno negativo, al estilo del “individualismo asocial”, con tintes de egoísmo, sobre el que advertía el PNUD en el Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024. “La individuación supone construir una proyección de futuro, un plan de vida y una identidad (... ) por tanto, supone siempre la conexión con otras personas”, señala Mascareño.
Cuando a inicios de este mes se presentaron los resultados de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), llamaron la atención varios puntos: la ciudadanía mira el estallido con ojos muy distintos que hace cinco años, el narcotráfico irrumpe entre las mayores preocupaciones y crece el porcentaje de chilenos que priorizan los valores asociados a la seguridad y el orden público, sobre otros vinculados a las libertades. También sorprendió un dato, en apariencia, contradictorio. Al hablar de la situación del país, el pesimismo reina. Tanto la política como la economía se ven muy mal, mientras que un porcentaje abrumador sobre el 80% cree que Chile está estancado o en decadencia. Y en medio de ese oscuro escenario, la mayoría de las personas (73%) está satisfecha con su vida. Una cifra que, al igual que cuando se registró en 2018, es la más alta de la última década. ¿Cómo?CERTEZAS PARA VIVIR EN UN MUNDO DIFÍCILLos chilenos enfrentan hoy un panorama de inseguridades y riesgos. Así es la vida moderna, según describe el análisis que realizó Aldo Mascareño, sociólogo e investigador sénior del CEP, para profundizar en estos datos.
Las respuestas sobre los problemas a los que las personas creen que el Gobierno debiera dedicar mayores esfuerzos dan claras señales de cuáles son algunas de las principales fuentes de peligros a los que se sienten expuestas: la delincuencia, el narcotráfico, las pensiones, la salud, la educación, la corrupción... y la lista continúa.
La hipótesis del análisis del CEP plantea que esta aparente contradicción entre percepciones el país está muy mal, pero la vida personal marcha muy bien se explicaría por los ámbitos en que los chilenos están buscando certezas a las que aferrarse.
De acuerdo a Mascareño, frente a instituciones sociales mal evaluadas o que no consiguen despertar confianza suficiente, los círculos íntimos y la religión serían los lugares que hoy están otorgando la seguridad y motivación necesarias para seguir esforzándose en planes de vida individuales y grupales. De esto se desprendería que, en simultáneo, alguien pueda observar un escenario y estar satisfecho.
“Entiendo que parezca contradictorio, pero es socialmente bien lógico que, como forma de lidiar con la sensación de caos y los problemas que se observan en los entornos sociales, en la relación con las instituciones, en la política o con la delincuencia, se refuerce la idea de buscar motivación y energía (... ) en estos espacios de sociabilidad más inmediata”, dice Mascareño.
Desgloses y cruces de datos recogidos por la encuesta, a los que accedió “El Mercurio” (ver infografía) muestran esta dualidad: entre quienes consideran, por ejemplo, que el país se encuentra en un estado de decadencia, un 62% le otorga una alta relevancia a la religión. Mayoritariamente, dicen también ver en ella un espacio para hacer amigos, obtener consuelo y ayudar a otros.
Al revisar las opiniones que expresan en otras preguntas quienes poseen una visión más bien pesimista del escenario nacional, hay una alta valoración del papel que juegan las creencias y, además, los círculos más próximos como la familia o los amigos. CONEXIÓN DIRECTA CON DIOSLos datos de la encuesta CEP muestran que un 76% cree en Dios. Eso sí, no de cualquier forma: un 74% dice que tiene su “propia forma” de conectarse con Dios, sin intermediarios. En ese sentido, las iglesias y actores clave del mundo eclesiástico no escapan a la escasa cercanía que hoy despiertan buena parte de las instituciones de la sociedad. Pese a que muchos se identifican con religiones específicas un 48% de las personas se declara católica y un 17% evangélica, las entidades institucionales de este mundo no reciben mayor respaldo. Por el contrario, formas de vinculación con la espiritualidad y la trascendencia que son más directas reciben altos porcentajes de adhesión. Más de la mitad de los encuestados cree en el cielo (73%), la vida después de la muerte (72%), los milagros religiosos (69%) y el “mal de ojo” (67%), entre otros conceptos. Son cifras similares, apunta el análisis del CEP, a las que recogía la encuesta de 2008, en tiempos marcados por las consecuencias de la crisis financiera de aquel período. Hoy, la violencia, el narcotráfico, la delincuencia y la debilidad de las instituciones crearían un nuevo panorama de inseguridad en que las creencias entregan a qué aferrarse. CREYENTES CON LÍMITES¿ Quiere decir esto que los chilenos quieran ver al país conducido por ideas religiosas? No exactamente. Los datos del CEP muestran que se acepta que las razones religiosas sean parte del debate público, pero no se las ve como verdades últimas. Según Mascareño, aun con estos límites, las creencias hoy están jugando un rol muy relevante para entregar motivación, seguridad, perspectivas de futuro y espacios de sociabilidad. Pese a que las prácticas religiosas no están ocurriendo en la iglesia o mediadas por las instituciones, sino en formas más privadas, también tienen expresiones sociales:ALDO MASCAREÑOEL MENSAJE PARA LAS INSTITUCIONES.
Una particular paradoja sorprendió en la encuesta: la gente tiene una visión muy pesimista de Chile, pero, a la vez, está satisfecha con su vida. ¿Por qué? De acuerdo al centro de estudios, ante la fragilidad y la baja confianza en las instituciones, estas esferas más íntimas son fuentes de motivación y certezas. Sin embargo, expertos advierten riesgos en ello. | VALENTINA GONZÁLEZ ZOOM A LOS DATOS DE LA ENTREGA MÁS RECIENTE DEL SONDEO Roberto Méndez, profesor de la Escuela de Gobierno de la PUC. Consuelo Araos, investigadora del Centro Signos de la U. de los Andes. Aldo Mascareño, investigador sénior del CEP.