Educación: la herramienta más valiosa para la conservación del agua
Educación: la herramienta más valiosa para la conservación del agua NIÑOS Y JÓVENES APRENDEN HOY A GARANTIZAR EL FUTURO DE LA SOCIEDAD Cuidar el agua y hacer un uso racional de ella sólo se puede lograr a partir de la educación y el grado de conocimiento que la gente tenga en relación a este delicado tema. PEXELS Desde las aulas o al aire libre, docentes e instituciones esgrimen el arma más poderosa para llegar a niños y jóvenes: la curiosidad. Diferentes experiencias educativas apuntan a promover un uso óptimo del recurso hídrico. En distintos ámbitos la educación en el cuidado, conservación y optimización del agua se ha ejercido con dedicación y profesionalimo.
Desde proyectos al aire libre, hasta la enseñanza de cómo monitorear y leer los datos climáticos aportados por satélites, son factores que contribuyen con el presente y el futuro de una zona que ha sido especialmente afectada por la sequía, pero que ha sabido entender que en la formación de estudiantes, está el porvenir social y productivo de la región.
Con más de 15 años desarrollando la educación ambiental en las escuelas rurales de Monte Patria y de distintos sectores de la región, además de participar como expositor en seminarios y congresos nacionales e internacionales, el profesor Eduardo Jaime ha sabido sembrar en niños y jóvenes a través de sus talleres al aire libre la importancia de cuidar el agua y el medio ambiente. "La importancia de realizar educación ambiental para el cuidado de los recursos hídricos radica en dos cosas: primero en crear conciencia en el cuidado del agua, sobre todo, cuando se trata de zonas áridas y muy secas como la mayoría de nuestra región, porque es un recurso que siempre va a ser escaso debido a las características ambientales que presenta la zona. El segundo punto es porque otras actividades productivas dependen de la cantidad de agua que exista en el sector. Entonces, si contamos con poca agua las actividades productivas van a tender a caer y por lo tanto habrá menos trabajo y eso es un punto muy importante en nuestra sociedad", señaló el educador.
Destacó que el mundo rural vive un proceso de despoblamiento debido a la escasez hídrica porque si la gente no tiene agua para su cultivos y su vida, entonces va a preferir emigrar a zonas urbanas.
Consultado sobre los resultados que ha podido obtener en estos tres lustros de educación ambiental, Jaime precisó que los procesos educativos siempre son a largo plazo. "Yo puedo decir que en estos años en que hemos desarrollado estos talleres enfocados en crear conciencia, más personas cuidan el agua.
Los más jóvenes están pendientes del cuidado del agua, así que logramos al menos sembrar la preocupación y la curiosidad en los niños de por qué hay poca agua, por qué es importante cuidarla y cuáles son los factores que intervienen. Esa curiosidad en los niños yo estoy seguro que la hemos ido logrando", apuntó con optimismo.
NUEVOS ESPECIALISTAS Por su parte, el director del INIA Intihuasi, Claudio Balbotín, resaltó los trabajos que se hacen desde esa institución en favor de las nuevas generaciones de especialistas en el área de la agricultura, enmarcados en el cuidado del agua. "Nuestros trabajos en este momento están abocados al conocimiento para manejos del agua en la agricultura, es decir, principalmente en la dosificación y en la buena puesta del agua en el suelo para los cultivos. Tenemos un programa en el instituto que se llama `INIA Educa', para las escuelas agrícolas de la región, enfocado en la calidad de agua, manejo del riego, de la exactitud y de la precisión.
Hay que entender que un riego excesivo o mal distribuido puede causar lixiviación (pérdida nutrientes o lavado del suelo) o contaminación, y cuando aplicamos algún producto a través del riego, como fertilizantes, pueden contaminar agua subterráneas o cursos de agua que existan cerca de la superficie", señaló.
Indicó que el enfoque educativo es en base a la precisión y medición de las necesidades de riego, para que el agua quede confinada a la zona de las raíces y así se pueda optimizar hasta la última gota en cada superficie cultivada. "En la región siempre estamos en los límites entre lo cultivado, la demanda de agua y la oferta que podamos tener por acumulación de nieve y cursos de agua.
Así que nosotros trabajamos muchísimo a nivel de educación para que los jóvenes estudiantes comprendan cuáles son los métodos que ellos pueden tener para definir claramente cuánta agua necesita cada cultivo y cada predio". El programa INIA Educa financiado por el Fondo para la Innovación llega a unas 11 escuelas agrícolas distribuidas en las tres provincias de la región, y participan al menos unos 300 alumnos, quienes reciben capacitación a través de videos y paquetes didácticos en los que consiguen charlas, ponencias y tutoriales, además de permitirles al acceso a nuevas tecnologías y herramientas como la lectura satelital de medición del clima y de datos meteorológicos que aplican al estudio del agua.
DESDE EL PRINCIPIO En tanto, el gerente corporativo del Centro Científico CEAZA, Claudio Vásquez, destacó los programas enfocados a educar a alumnos y comunidades en el estudio del agua para su conservación. "El CEAZA hace esfuerzos permanentes por acercarse a la comunidad a partir de distintas metodologías, trabajando con liceos y con otros establecimientos educacionales. Tenemos una iniciativa que es bastante importante y yo diría que es una de las más relevantes que tenemos en la institución, que es el trabajo que se hace en Ciencia Ciudadana. Allí contamos con dos programas en los que estamos trabajando con vecinos de la cordillera y establecimientos educacionales, donde nos interesa conocer tanto la cantidad como la calidad de nieve", precisó Vásquez.
En ese aspecto señaló que en el programa de ciencia participativa, denominado `Vecinos de las Nieves', se vinculan con distintos residentes que habitan la zona cordillerana de la región, y en colaboración con ellos, y a partir de herramientas que CEAZA provee, monitorean la capa de nieve cordillerana desde diferentes ópticas. "Nos interesa conocer la cantidad de nieve caída, pero además la calidad de la nieve y el grado de compactación que tiene. A partir de esa información, la vinculamos con los datos que generan nuestras estaciones de monitoreo, y eso contribuye a lograr un entendimiento aún mayor de lo que está pasando en nuestra cordillera. La Cordillera de los Andes es un territorio complejo, donde el acceso es muy difícil, y al contar con el apoyo de estos colaboradores que habitan estos lugares, para nosotros es un recurso invaluable. Podemos conocer de mejor manera nuestra región a partir del trabajo colaborativo con los vecinos", aseguró el especialista.
Agregó que ese tipo de experiencias se han replicado con algunos establecimientos educacionales de cordillera, donde a partir de la información que recogen los alumnos, pueden comprender los procesos naturales que ocurren en la zona. "Aproximadamente dos veces al año tenemos instancias de capacitación y entrega de los resultados. De esta manera, anualmente estamos instalando capacidades en estas zonas cordilleranas, y además enseñándoles y mostrándoles los resultados y las dinámicas del ambiente que ocurren en este territorio", puntualizó. ROBERTO RIVAS SUÁREZ Región de Coquimbo.