Autor: Sabrina Devia Astorga, académica de la Facultad U.Central de Educación
Columnas de Opinión: Jardines a la quiebra
Columnas de Opinión: Jardines a la quiebra COLUMNALo que fue un trascendido, la semanapasada fuue confirmado finalmente en medios de prensa: se hizo pública la solicitud de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) para declarar la liquidación forzosa de una reconocida cadena de Jardines Infantiles en Chile que cuenta con más de 60 centros educativos en cuatro regiones. ¿Qué pudo fallar? Aparentemente, una deuda asociada al no pago de las cotizaciones de sus trabajadoras y trabajadores, peero para quienes observamos pel mente estos establecimientos en particular porel tipo de educación quese brinda a la primera infancia, pareciera queelrequerimiento de quiebra dista más que lo económico.
Elacceso a la atención y educación de la primera infancia refiere a la garantía del derechoa la educación que tienen los niños y niñas de nuestro país y, se dice bas-tantesobre lacobertura, problematizamos sobre cómo ampliar la cobertura, nos cuestionamos cómo garantizar la educación pública de la primera infancia, pero lociertoes queel Estado depende dela oferta privada en primera infancia para garantizar educación, ya que la cobertura pública noestá desarrollada para todos lo niños y niñas en etapa de primera infancia, Desde el2017, los estándares para el fune de delos estal educación parvularia subieron varios escaJones en cuanto a calidad, pero también fueron varios los que tropezaron en el caAmino, porque para avanzar se requieren apoyos económicos queles permita llegar aun reconocimiento oficialo a una autorización de funcionamiento y certificación obligatoria. Probablemente esta cadena de jardines puso sus suculentos ingresos pormatrícyu alraancel a disposición del crecimiento de lacadena con centros educativos que cumplieranelestándar requerido para la certificación.
Ya sabemos a costa dequé... de una fuerza de trabajosin “cotizacionedsel seguro social contrariesgos de accidentes deltrabajo y enfermedades profesionales”. Sery hacer educación parvularia en Chile es complejo, por el nivel deinversión que requiere para cumplicron los estándares decalidad y con ello obtenerla certificación del Ministeriqoue la acredita como tal. ¿Corresponde? Claro que sí, porquelos niñosy niñasrequieren de espacios y contextos que los resguarden y aseguren su desarrollo integral, pero esto al parecerno selogra entender, de lo contra¿ prori oqu é vemos menos jardines infantiles “semillitasy ”má s guarderías “la solución”?. COLUMNA