LO QUE TIENES QUE SABER
Por Gloria Faúndez H.
Cuando el mundo político -y el periodístico tambiénse alistaba a la espera de un cambio de gabinete, el Presidente Gabriel Boric optó por poner freno de mano y congelar cualquier aspiración parlamentaria de sus ministros, pero también evadir cualquier responsabilidad política por los magros resultados electorales recientes y por el manejo del caso Monsalve, el ex subsecretario del Interior acusado de violación que no es poca cosa.
En una decisión que incomodó al propio oficialismo, Boric mandató a su gabinete a ponerse a trabajar y -sobre todoblindó a la ministra del Interior, Carolina Tohá, y a su alter ego en esta crisis, la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, quienes permanecerán en sus puestos aunque ello puede atizar una ofensiva de la oposición. A cambio, el Mandatario realizó un discreto cambio a nivel de subsecretarías, que dejó como gran damnificado al encargado de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, quien fue reemplazado por la hoy exalcaldesa Carolina Leitao. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, en tanto, tampoco tuvo buenas noticias tras el Imacec de 0% registrado en septiembre y que terminó por derrumbar sus proyecciones de un crecimiento de 2,6% para el año. Parece que los “agoreros” tenían razón. Y aunque parece que disfrutó la pizza, Marcel continúa en el Congreso batallando con la oposición la aprobación del Presupuesto 2025.
La defensa de Luis Hermosilla -quien se encuentra en prisión preventiva por delitos tributarios, soborno y lavado de activosanunció la apertura de una caja de Pandora destinada a evidenciar los contactos -espúreos se asumíade jueces, fiscales y políticos con el penalista.
En la entrega de la lista de una treintena de magistrados y persecutores, sin embargo, Juan Pablo Hermosilla -abogado de su hermanono evidenció delito alguno de los nominados y -a cambioactivó una serie de reproches jurídicos y éticos a su estrategia de defensa. Todo parece palidecer -no obstantecon el regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
El magnate no sólo volvió por segunda vez a liderar el país más poderoso del mundo, sino que, además, lo hizo con una victoria contundente que silenció los cálculos de que los norteamericanos votarían en su contra atemorizadosporsu carácter o sus controvertidas políticas públicas. Como siempre, lo que inclinó el sufragio de los ciudadanos fue la economía. Ni más, ni menos..