Autor: Daniela Catalán Ramírez académica de Ingeniería Comercial Universidad San Sebastián
Gastar con mesura en vacaciones
E El verano es sinónimo de descanso, desconexión y momentos en familia, pero también puede convertirse en una temporada de preocupación financiera si no planificamos con cautela.
Las vacaciones son una inversión en bienestar, pero es fundamental evitar que se conviertan en un peso para el presupuesto familiar, Uno de los errores más comunes durante esta época es dejarse llevar por el entusiasmo del momento y recurrir al crédito para financiar gastos como transporte, alojamiento y actividades recreativas. Esto puede parecer una solución rápida, pero los altos intereses y la acumulación de deudas pueden generar complicaciones a largo plazo. Para disfrutar de unas vacaciones placenteras y financieramente responsables, es esencial planificar con anticipación. Un buen consejo es establecer un presupuesto realista, considerando ingresos y gastos fijos, y destinar una porción razonable a las vacaciones. Para ello es fundamental comparar opciones y buscar promociones, pero sín comprometer recursos destinados a necesidades básicas o ahorros. Viajar no siempre implica grandes desembolsos. Existen opciones económicas, como explorar destinos locales, disfrutar de actividades al aire libre o aprovechar las ventajas de hospedarse en casas de amigos 0 familiares.
Además, inculcar en los más pequeños la idea de disfrutar con moderación y valorar el tiempo en familia puede ser una lección invaluable, Finalmente, evitemos la tentación del “pago fácil” con tarjetas de crédito o préstamos rápidos. Si el endeudamiento es inevitable, asegúrese de que sea dentro de sus posibilidades de pago y prefiera alternativas con tasas de interés razonables. Las vacaciones no deberían ser una fuente de estrés, sino una oportunidad para recargar energías y fortalecer los lazos familiares. Con planificación y prudencia, es posible disfrutar del verano sin comprometer nuestra estabilidad económica.