COLUMNAS DE OPINIÓN: Tenemos que hablar de ética
COLUMNAS DE OPINIÓN: Tenemos que hablar de ética COLUMNAS DE OPINIÓN: Tenemos que hablar de ética COLUMNAS DE OPINIÓN: Tenemos que hablar de ética En uncontexto de creciente desconfianza institucional y demandas ciudadanas por mayor transparencia, las universidades públicas deben Teafirmar su rol como referentes éticos en la sociedad. El sentido de una Universidad pública es claroy profundo serviral bien común-y no puede entenderse al margen de la probidad y la integridad. No basta con formar profesionales, publicar investigaciones o vincularse con el medio. Nosetrata solo de cumplir procedimientos. Hay que hacer lo correcto y actuar con coherencia. En Chile, donde persisten grandes desigualdades, la equidad debe guiar el quehacer de la universidad pública como agente real de inclusión. La gestión universitaria, en todos susniveles, debeestarorientada por principios que aseguren el respeto ala dignidad delas personas, la equidad en el acceso, la transparencia en la administración derecursos y la responsabilidad con la sociedad.
Esto se traduce en eliminar sesgos, privilegios o barreras injustas en la admisión y trayectorias de nuestros estudiantes, la contratación de personal, la asignación de apoyos y la toma de decisiones estratégicas con una rendición de Cuentas efectiva hacia la comunidad. La transparencia constituye un principio irrenunciable. Administrar recursos del Estado con probidad es un acto de respeto hacia la ciudadanía que, con sus impuestos, hace posible el funcionamiento de la universidad. La rendición de cuentas debe ser permanente, accesible y comprensible. Informes financieros, licitaciones, procesos de evaluación y políticas internas deben estar disponibles para el escrutinio de la comunidad. La participación es también una expresión de compromisoético. Una universidad nose gestiocompromisoético. Una universidad nose gestiona desde el control individual ni desde estructuTas cerradas, sino que debe construirse a través del diálogo con sus comunidades internas y externas. Estudiantes, académicos, funcionarios y actores del entorno necesitan contar con espacios reales de participación que les permitan incidirenlas decisiones. La democracia universitaria no puede limitarse a lo formal; debe practicarse, fortalecerse y sentirse en la vida cotidiana dela institución. La integridad académica no se discute. Es la piedra angular sobre la que se construye la Universidad, la que consolida su legitimidad como espacio de creación y transmisión de conocimiento. Prácticas como el plagio, la manipula: ción de datos, el uso indebido de resultados o la presión inapropiada sobre estudiantes o colegas dañan profundamentela legitimidad institucional. Una universidad debe garantizar la libertad de pensamiento, pero también establecer límites firmes frente ala deshonestidad y el abuso de poder. La ética universitaria no debe sersolo una declaración de principios, sino una práctica diaria. Tiene que vivirse en la sala de clases, en la oficina, en las decisiones grandes y pequeñas. Los estudiantesno solo aprenden contenidos, también ven ejemplos. Y necesitan confiar en quienesles enseñan. DR. ALDO BALLERINI ARROYO Profesor Titular Universidad del Bío-Bío Ma Ma Sin Asignar Sin Asignar. -