Carta de Opinión: Chile y el Maule, en el reloj atrasado de la Educación y la Tecnología
Carta de Opinión: Chile y el Maule, en el reloj atrasado de la Educación y la Tecnología Hoy escribo con una preocupación profunda que creo compartimos muchos: Chile y, en particular, nuestra región del Maule, se están quedando atrás. El mundo avanza hacia una era de tecnología, innovación y conocimiento, pero nosotros seguimos cargando con brechas educativas que se sienten como una mochila llena de piedras en una carrera global. El gráfico que nos muestra a Chile en el último lugar en comprensión lectora y cálculo entre los países de la OCDE no es solo un dato frío. Es un reflejo de las oportunidades que no estamos dando a nuestros niños y jóvenes.
Es la manifestación de un sistema que no ha sabido priorizar lo esencial: formar ciudadanos que puedan entender el mundo que los rodea y participar activamente en él. ¿Y qué significa esto en el contexto de la tecnología? Simplemente no estamos preparados. La tecnología, con todo su potencial transformador, depende de una base sólida de comprensión lectora.
Sin la capacidad de interpretar un texto, ¿cómo podríamos entender una guía técnica, programar una computadora o incluso usar aplicaciones básicas que hoy son esenciales en la vida diaria? En el Maule, las dificultades son aún más evidentes. Nuestra región, rica en cultura, tradiciones y recursos, se enfrenta a una desigualdad educativa y tecnológica que limita nuestro desarrollo. Las escuelas rurales carecen de acceso a internet de calidad y de herramientas modernas para enseñar. Los estudiantes salen al mundo con una preparación que, comparada con la de sus pares en otras regiones de Chile, y mucho más en el extranjero, los deja en desventaja. Esto no solo afecta a los jóvenes. También golpea a nuestros agricultores, emprendedores y trabajadores, quienes necesitan tecnologías para mejorar sus prácticas y competir en un mercado globalizado.
Pero, ¿cómo podrían aprovechar las oportunidades digitales si no cuentan con las herramientas para entenderlas y usarlas? La comprensión lectora es mucho más que leer un libro; es la habilidad de entender y procesar el conocimiento que el mundo nos ofrece. Sin esa habilidad, las herramientas tecnológicas más avanzadas serán poco más que adornos inservibles. En nuestra región, no podemos permitir que estas brechas se sigan ensanchando. Necesitamos una estrategia que aborde la educación y la tecnología de manera conjunta. Programas que lleven internet y equipos a las escuelas rurales, pero también formación docente en el uso de tecnologías. Necesitamos alfabetización digital, no solo para los jóvenes, sino también para los adultos mayores que quieren aprender y participar en este nuevo mundo. Chile y el Maule no pueden seguir siendo la excepción en un mundo que avanza hacia lo digital. Es hora de invertir en lo que importa: la educación de calidad y el acceso equitativo a la tecnología. Porque quedarnos atrás no es solo un problema de estadísticas; es condenar a nuestra gente a un futuro de oportunidades perdidas. Es momento de cambiar el rumbo. El Maule tiene el talento, la historia y la resiliencia para ser protagonista, no espectador, en esta nueva era. nista, no espectador, en esta nueva era. Juan Eduardo Prieto.