Dentista chileno partió a hacer tatuajes a México: “Todo el mundo sabla que era artista”
Dentista chileno partió a hacer tatuajes a México: “Todo el mundo sabla que era artista” No se arrepiente de haber cursado la carrera: dice que aprendió mucho de asepsia y disciplina. WWiLHEmM KRAUSE uando Bruno Espínola salió de C: universidad con el título de odontólogo ya sabía que no sería dentista. Le había tomado ocho años completar la carrera y, aunque logró titularse, el desencanto fue inmediato. Trabajó en un Cesfam en El Tabo, un consultorio rural donde el aislamiento se sentía más que la vocación. Después se trasladó a Arica, con la idea de seguir cerca del mar. "Al primer día de pega ya supe que iba a ser algo momentáneo", confiesa.
Su verdadera vocación había surgido mucho antes, aunque permanecía oculta tras una tradición familiar. "Siempre dibujé toda mi vida, pero vengo de una familia de médicos, así que un poco me lavaron el cerebro para estudiar algo científico", asegura. Desde niño Bruno llenaba cuadernos enteros con dibujos, aunque esa pasión quedó relegada ante la presión familiar y social.
Con los ahorros reunidos tras su breve ejercicio profesional, tomó la decisión definitiva: "Me fui a Barcelona a estudiar ilustración y dibujo, y ahí me enfrenté por primera vez al tecnicismo y a la exigencia académica del arte". Allí también se introdujo en el mundo del tatuaje de manera espontánea y autodidacta: en su propia habitación, con una máquina improvisada, tatuándose primero a sí mismo y luego a algunos amigos. "Era muy casero todo, una forma divertida de aprender". Luego de casi dos años en Barcelona debió regresar abruptamente a Chile porque su abuela estaba enferma. En Santiago montó un estudio propio y formalizó el tatuaje como fuente estable de ingresos. Aunque tatuar le proporcionaba seguridad económica, no dejó nunca de lado su pasión por la ilustración. Alternó encargos comerciales con su propia producción artística, desarrollando poco a poco una línea visual claramente reconocible. "Lo que más me interesa es mi obra personal. Tatuar es una forma obra personal.
Tatuar es una forma Ejerció sólo un par de años, siempre con la certeza de que quería otra cosa Dentista chileno partió a hacer tatuajes a México: "Todo el mundo sabia que era artista" CEDIDA CEDIDA CEDIDA CEDIDA "Lo que más me interesa es mi obra personal define Espínola. define Espínola. de mantener contacto con la gente, pero mi trabajo como ilustrador es lo que más me llena", define. "Ahora estoy viviendo en México, enfocado en combinar el tatuaje con la ilustración y la pintura. Tatúo a unas tres personas por semana, lo que me permite sostenerme bien económicamente y al mismo tiempo dedicarle bastante tiempo a mi obra personal. Estoy vendiendo prints en tres tiendas acá y también mantengo vínculos laborales con Chile, donde tengo obra y planeo viajar una vez al año para abrir una agenda de tatuaJes.
Además, sigo trabajando como ilustrador a distancia". ¿Cómo fue recibido entre sus cercanos este cambio de sus cercanos este cambio de sus cercanos este cambio de vida tan brusco? "O sea, todo el mundo sabía que era artista. La gente más se extrañó cuando me vio estudiando Odontología. Lo más complejo fue convencer a mi papá de que ya no iba a ser más dentista y que me ¡ ba a dedicar a lo mío. Pero nunca me sentí dentista.
Cuando me decían 'oye, ¿qué estudiaste?" -o sea, ¿qué eres tú? me sentía muy raro al decir que era dentista, porque nunca me he sentido odontólogo". ¿Y terminar los ocho años fue muy difícil? "No sufrí mucho en la universidad. En el colegio era muy científico, me gusta hablar de la salud, me gusta mucho la medicina. La carrera es mucho la medicina.
La carrera es En México, Bruno tatúa a unas tres personas por semana. súper difícil, pero igual la saqué y la disfruté, algunos ramos me gustaban y tampoco fue tan sufrido". ¿Se arrepiente de haber estudiado odontología? "No, me ayudó mucho.
Soy muy disciplinado en mi día a día, muy estructurado; dedico ciertas horas del día a dibujar, ciertas horas a tatuar: todo eso me lo dio una carrera de la salud donde tienes que ser muy disciplinado y estudioso. Creo que si en vez de estudiar Odontología y hubiese estudiado Arte estaría como la mayoría de las personas que estudian Arte, un poco a la deriva. También me ayudó mucho la carrera en el tatuaje, con la motricidad fina, la asepsia, el trato con la persona, el trato con el dolor. Me dio muchas herramientas". Cambiando de tema, ¿ve a la inteligencia artificial y sus ilustraciones como una amenaza o complemento? "Antes la veía como una amenaza. La gente se espanta con estas nuevas tecnologías, pero siempre lo análogo va atener mucha importancia. Sobre todo con estos avances tecnológicos tan fuertes, lo manual agarra más potencia; si se sabe mezclar bien y potenciar con lo digital, con lo artificial, es genial. Depende netamente de cómo uno lo use.
Si te da miedo, claramente no te va a ayudar, pero si lo ocupas a tu favor puede ser muy beneficioso en el arte en general". beneficioso en el arte en general". beneficioso en el arte en general". CEDIDA.