Autor: C. MUÑOZ-KAPPES
Canciller llama a “no alarmarse” por arancel y expertos apuntan a la diplomacia para mantener inversiones
Los primeros días del Presidente Trump han estado marcados por la imposición de aranceles como herramienta para lograr políticas favorables a su mandato en otros países. El fantasma de los aranceles continúa generando incertezas a Chile. Ayer, el canciller, Alberto van Klaveren, tuvo que llamar a la calma por el anuncio del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer sobretasas a las exportaciones de cobre. “No hay nada concreto todavía y lo que está claro es que Estados Unidos va a seguir necesitando el cobre chileno”, dijo a radio Infinita. El canciller aseguró que Estados Unidos “no tiene capacidad de abastecer con sus propios recursos un mercado que está en expansión.
Pensemos en las necesidades que requiere la producción de vehículos eléctricos, etc., donde también Estados Unidos quiere aumentar su producción”. En este sentido, hizo un llamado a que “hay que esperar, no hay que alarmarse”. Negociación Pese a que Trump indicó que el objetivo de los aranceles a los metales sería fortalecer la producción local, el mandatario de Estados Unidos también ha usado las sobretasas como herramienta de negociación.
Según informó Reuters, al regresar a su cargo, Trump ha lanzado numerosas amenazas arancelarias, que van desde las más amplias (como un arancel universal sobienes importados del extranjero) hasta las dirigidas a sectores, regiones o países específicos, en un esfuerzo por lograr que otros países cumplan con sus exigencias políticas. El canciller Alberto van Klaveren llamó a la calma por el anuncio de aranceles al cobre.
Incerteza en sobretasas al cobre y reclamos de aseguradoras estadounidenses golpean a Chile: “Estamos viendo a Trump usar los aranceles como una política de negociación (... ). Muchas empresas que pueden ser importantes podrían generar ciertas presiones para que haya alguna reciprocidad en algunas legislaciones o que se cumplan ciertos acuerdos que ellos actualmente no quieren cumplir”, comenta Carlos Smith, docente investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo. “Expropiación” En este sentido, la ofensiva del gremio de aseguradoras estadounidenses contra la reforma de pensiones podría abrir un nuevo flanco. En una carta enviada al Presidente Gabriel Boric, las instituciones indicaron que las modificaciones al sistema son una “expropiación” a los controladores de las AFP.
En específico, las empresas que controlan tres AFP en Chile criticaron la licitación de stock de afiliados y acusaron que habría expropiación de inversiones, además de “una violación de la obligación de Chile de otorgar un trato justo y equitativo a los inversionistas estadounidenses”. Ante esta crítica, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, dijo en la Sala de la Cámara de Diputados el miércoles, que “las administradoras no son propietarias de los afiliados.
No son propietarias del sistema de pensiones, no son propietarias de los ahorros y mucho menos de los afiliados”. “Nos parece que los planteamientos que se hacen en esta carta carecen de fundamento”, concluyó el titular de Hacienda.
Diplomacia Sin embargo, los expertos advierten sobre la importancia de la diplomacia y de cuidar el lenguaje y, sobre todo, las inversiones extranjeras, especialmente en el contexto de la política de Trump de usar aranceles para favorecer sus políticas.
“Chile no está en el radar inicial de Estados Unidos, pero ya sabemos que, frente a materias como la Visa Waiver, eventuales aranceles a sectores que son sensibles para la economía chilena y si llega a escalar el tema de las aseguradoras, Trump tiene la herramienta de aranceles para presionar también a Chile”, comenta Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales UC.
De esta forma, Jorge O'Ryan, ex director ejecutivo de Pro Chile durante la primera administración de Trump y director de Desarrollo Internacional del Centro de Innovación UC, critica la gestión que ha tenido el gobierno del Presidente Boric con Estados Unidos.
“Se va sucediendo una serie de hechos de carácter político que hacen que a la Cancillería le sea muy difícil poder trabajar con el equipo de Trump para evitar este tipo de situaciones”, indica O'Ryan, citando ejemplos como el que Chile se haya hecho parte de la demanda contra Israel o que el Presidente Boric haya hablado en contra de Trump. “Este Gobierno actúa generalmente más por reacción que por acción.
Yo creo que teníamos que haber previsto esto ya hace bastante tiempo, para ver cómo podemos acercarnos a Estados Unidos, cómo podemos potenciar nuestra relación con ellos y aprovechar las buenas relaciones que hemos tenido con Estados Unidos todos estos años”, afirma.