Agosto: un mes para reconocer, escuchar y actuar junto a las juventudes
Agosto: un mes para reconocer, escuchar y actuar junto a las juventudes JUAN PABLO DUHALDE VERA. DIRECTOR NACIONAL INJUV Agosto: un mes para reconocer, escuchar y actuar junto a las juventudes Agosto es el Mes de las Juventudes en Chile. Más allá de una conmemoración simbólica, esta es una oportunidad para visibilizar, valorar valorar y dialogar con una generación diversa, activa y profundamente comprometida con los desafíos de su tiempo. Desde el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), hemos asumido asumido el compromiso de que esta celebración sea un momento de encuentro, escucha activa activa y acción concreta.
Durante este mes, hemos desplegado más de 150 actividades a lo largo y ancho del país, desde Anca y Parinacota hasta Magallanes, reconociendo a jóvenes que están transformando transformando sus comunidades, abriendo espacios de formación, promoviendo el bienestar emocional emocional y generando instancias de conversación sobre temas que importan: salud mental, participación política, derechos sexuales y reproductivos, medioambiente, educación y acceso al empleo, y muchos otros que cruzan la vida cotidiana de las juventudes. Estas acciones no son aisladas ni casuales. Son parte de una política pública con sentido, mandatada por el Presidente Gabriel Boric, que busca devolverle al Estado un rol activo en la promoción de derechos, con enfoque territorial, territorial, interseccional e intergeneracional. Un hito clave de este mes es la reciente firma de la Política Nacional de Juventudes Rurales por parte del propio Presidente de la República, fruto de un trabajo interministerial. interministerial. Esta política pone en el centro a un sector históricamente invisibilizado: las y los jóvenes que viven en el campo. En ella, se busca propiciar mayores y mejores oportunidades, oportunidades, articulando la oferta del Estado en pos de aumentar su bienestar y arraigo territorial. Porque no hay justicia territorial sin justicia generacional. El desafío no es solo celebrar. Es, sobre todo, abrir caminos para que las juventudes juventudes sean protagonistas del presente, con voz, con decisión y con respaldo institucional. institucional. Necesitamos una sociedad que escuche más y etiquete menos; que promueva la participación, participación, no la indiferencia; que construya futuro con y no solo para las juventudes. Agosto es una excusa para recordar algo que debe ser permanente: las juventudes no son el problema, son parte de la solución. No son los ciudadanos del futuro, si no del presente..