Autor: MARIO VALLE
“La nona” representa una alegoría plenamente vigente
“La nona” representa una alegoría plenamente vigente el impacto de las dificultades económicas. Encierra una crítica social, que pese a sus 48 años y gracias a las adaptaciones incorporadas por la dirección, la hacen muy actual.
El acertado diseño integral de Patricio Pérez así como el elenco, que muestra un gran afiatamiento, producto de tantos años trabajando juntos de la casi totalidad de estos actores, hacen que el aggiornamiento de este montaje alcance muy buenos resultados.
Destacan Juan Bennett como el angustiado, fracasado y endeudado jefe de familia; Magdalena Max-Neef, en un registro diferente a lo habitual en ella, como una mujer doblegada por las circunstancias, y Josefina Velasco, con su coja y sorda representada. Palabras aparte merece Rodrigo Muñoz en su interpretación de la nona. En general, este papel ha sido interpretado por hombres. Aquí Muñoz le brinda los énfasis adecuados y logra no caer en una maqueta ni caricatura. Y le impregna una dosis de ternura, que no siempre se ha asociado con este personaje. Su caminar es simplemente delirante. Y, al parecer, en cada función no pasa hambre, producto de las exigencias del rol. Quizás lo único que faltó fue un maquillaje que mostrara mejor los años de esta anciana. “La nona”, de una hora y 25 minutos de duración, representa una alegoría plenamente vigente gracias a su contenido original y más aún con la acertada adaptación. Teatro Mori Vitacura. Funciones jueves a sábados, a las 20:30 horas. Hasta el 31 de agosto. montaje.
Quienes luego conformarían la Compañía Teatro Aparte hicieron, en los inicios de los años 80, mientras estudiaban en la Escuela de Teatro de la Universidad Católica, su primer montaje con la obra “La nona”, del dramaturgo argentino Roberto Cossa, fallecido en junio pasado.
Algunos de los actores han recordado que en ese entonces debieron caracterizarse para interpretar a los personajes de esta pieza que eran mucho mayores que ellos, lo que ahora no fue necesario, al ya tener varios esas edades. Dirigida por Rodrigo Bastidas, vuelve a la escena local esta tragicomedia publicada en 1977, y que fue llevada al cine en 1979 por Héctor Olivera y con Pepe Soriano, en el papel de la nona. En Chile ha sido montada en diversas ocasiones.
La particularidad de esta puesta en escena es que se adaptó y trasladó a la realidad nacional, y además se “modernizó”, incorporando elementos que no incluye la pieza original, como los celulares y referencias a Spotify, Uber y la inteligencia artificial, lo que demuestra una vez más los acelerados cambios globales registrados en los últimos años.
“La nona” presenta la vida de una familia de clase media baja integrada por el matrimonio de Carmelo (Juan Bennett) y María (Magdalena Max-Neef). Con ellos viven su hija Marta (Catalina Gallardo), Chicho (Nicolás Mena), el hermano de Carmelo; Anyula (Josefina Velasco), la tía solterona, y la abuela de Carmelo, la nona, de 98 años (Rodrigo Muñoz). El apetito voraz de esta última pone en jaque a este grupo, que además enfrenta una difícil situación económica, ya que el taller que tiene Carmelo no da para solventar todos los gastos, y su hermano, un tipo flojo y sinvergüenza, en poco y nada ayuda. En la desesperación por lograr sobrevivir, traman el matrimonio de la anciana con Francisco (Álvaro Pacull, rol que alterna con Gabriel Prieto), dueño de un mini market del barrio. Con muy buenas cuotas de humor, tiene el apoyo de bien estructurados diálogos. Reflexiona sobre la convivencia forzada, los lazos familiares y Crítica de Teatro:. Crítica de Teatro: Álvaro Pacull y Rodrigo Muñoz