Autor: CARLOS WILLIAMSON CLAPES UC
“La economía en el actual gobierno”
Señor Director: Eugenio Rivera (carta de ayer) no leyó con atención mi reciente carta en "El Mercurio”. Mi crítica al ministro Mario Marcel es que su tesis sobre el “exitoso” desempeño económico de este gobierno no es sostenible por ningún lado. Sobre el crecimiento del PIB per cápita en este período presidencial, 1,2 % de promedio anual, es mal resultado; significa poco para resolver los problemas de salud, educación, trabajo y pobreza. Está por debajo de Piñera TI, estallido y pandemia incluidos, es un tercio de Piñera 1 y apenas supera a Bachelet IL El empleo en la actual administración es otro flanco negativo.
A los 653 mil nuevos ocupados cabe restar una porción importante de las 100 mil nuevas contrataciones (improductivas) en el sector público, lo que se aleja de la meta de 700 mil que fijó el Presidente Boric. Más aún, como bien sabe Rivera, hay que poner ojo también en el desempleo, cuya tasa sigue al alza y se está aproximando al millón de personas.
Y una de las razones principales: la baja tasa de empleo en la construcción privada, un sector semiestancado, con alrededor de 150 mil menos ocupados que lo normal y permisos de construcción cayendo a su menor nivel en 34 años.
La tasa de inversión está anclada en 23% del PIB, muy por debajo de las necesidades de crecimiento del país; los fondos privados de inversión llevan tres años con flujos negativos; el ahorro público ha ido a la baja y el déficit fiscal estructural al alza, calificado por el CFA de “magnitud extraordinaria”. Es cierto que se anuncian importantes volúmenes de inversión privada para el futuro; se habla de US$ 100 mil millones. En buena hora.
Son expectativas alentadas por un cambio de conducción política y un nuevo rumbo económico con auténtica audacia, que mire con buenos ojos e incentive el emprendimiento, con disciplina fiscal, que de seguridad jurídica y que acorte de verdad los plazos de aprobación de los proyectos de inversión. Ello no ha estado presente en este Gobierno; negar esa evidencia, se presta para ironía: ese no es Chile