Autor: Anita Flores Directora regional de INDAP
8 M y la importancia de la Mujer en la Agricultura Familiar Campesina
8 M y la importancia de la Mujer en la Agricultura Familiar Campesina DINOSLO QUE OPINAStienen menos de 40 años, esto quieredecir que la reserva agroalimentariadel resto del país está en manos prin-cipalmente de mujeres de avanzadaEnel mes de la Mujer, es crucial reco-nocer y visibilizar el trabajo de lasmujeres rurales, especialmente en territorios como el nuestro, donde el paisaje árido y las condiciones climáticas extremas presentan desafíos únicos para la agricultura. Las mujeres del campo no solo contribuyen a la seguridad alimentaria de sus comunidades, sino que son el motor dela agricultura familiar campesina que representa el sustento económico y el vínculo ancestral con la tierra. Más allá de la producción agropecuaria, nuestras 792 usuarias en la región de Arica y Parinacota54,69% del total de usuarios regionales-, son guardianas de la cultura y el conocimiento tradicional. A lo largo de generaciones, han transmitido las técnicas de cultivo adaptadas a las parti-cularidades de un clima tan adverso como favorecedor y esto se ve representado en las edades de nuestras usuarias.
Delas 792 usuarias, un 46% tiene entre 61 y 105 años y solo 100 mujerescursos hídricos, en la mejora de lacalidad del suelo y en la gestión de los cultivos ante el actual escenario hídrico mundial. La sabiduría, tenacidad y capacidad para enfrentar los desafíos del campo, delas mujeres rurales, son una riqueza invaluable, además de mantener el trabajo de cuidado que reali zan en sus hogares.
A medida que la región avanza hacia un futuro más sostenible y justo, seguimos posicionando también como. la principal productora de hortalizas durante la temporada de otoño einvierno, es esencial que reconozcamos el papel central de la mujer en la construcción de ese futuro.
Este mes de la Mujer, debemos rendir homenaje asu trabajo, pero también comprometernos a seguirimpulsando políticas que valoren, apoyen y dignifiquen la labor de las mujeres rurales en nuestra sociedad, mejorar las condiciones de vida de las muje-res jóvenes para que puedan mante-ner con el legado desus antecesoras.
“Más allá de la producción agropecuaria, nuestras 792 usuarias en la región de Arica y Parinacota54,69% del total de usuarios regionales-, son guardianas de la cultura y el conocimiento tradicional”. edad que están legando en sus hijas y nietas los saberes agrícolas, siendo claves en la implementación de estrategias de manejo sostenible de losre-. “Las mujeres del campo no solo contribuyen a la seguridad alimentaria de sus comunidades, sino que son el motor de la agricultura familiar campesina que representa el sustento económico y el vínculo ancestral con la tierra”.