COLUMNAS DE OPINIÓN: “El Oficialismo se reordena, pero no se expande”
COLUMNAS DE OPINIÓN: “El Oficialismo se reordena, pero no se expande” “El Oflcialismo se reordeno, pero no se expande” La candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, obtuvo un triunfo contundente en las primarias del oficialismo con más del 60% de los votos. Sin embargo, aunque a primera vista el resultado puede parecer una celebración histórica, histórica, lo cierto es que hay más preguntas que certezas en el horizonte del progresismo chileno. El dato más inquietante es la bajísima participación electoral: menos del 10% del padrón habilitado concurrió a votar. Esto, considerando que se elegía al sucesor del Presidente Boric quien aún conserva cerca de un 30% de aprobación, aprobación, evidencia una profunda desconexión entre la ciudadanía y el proyecto oficialista. En otras palabras, el gobierno no logró movilizar a su electorado. Uno de los grandes derrotados de la jornada fue Gonzalo Winter, candidato del Frente Amplio y representante directo del partido del propio Presidente Boric.
Hace cuatro años, Boric logró superar el millón de votos en la primaria; hoy, su representante apenas alcanzó poco más del 10% de esa cifra, quedando lejos del segundo lugar y sin siquiera superar los dos dígitos en porcentaje.
El Frente Amplio no solo diseñó una mala campaña, sino que pareció olvidar que aún son el partido del Presidente, y actuaron como si fueran una fuerza marginal dentro del gobierno o incluso una fuerza no gobernante. El resultado es un golpe duro para este partido, que prende las alertas también para sus aspiraciones parlamentarias.
Aunque Jara logra imponerse con autoridad y posicionándose como el espfritu de continuidad de lo que alguna vez fue Apruebo Dignidad, su triunfo apenas suma 150 mil votos más que los obtenidos por Daniel Jadue en la primaria de 2021.
Incluso si asumiéramos que todo ese crecimiento proviene del Frente Amplio, aún quedarían más de 700 mil electores que votaron por el Presidente Boric que no aparecieron el pasado domingo. ¿Dónde están? ¿ Por qué no votaron? Por otro lado, el Socialismo Democrático y la ex-Concertación también salieron mal parados. Cinco partidos apoyaron apoyaron a Carolina Tohá (3 de ellos históricos) y ni con eso logró ser competitiva. Tohá obtuvo menos de la mitad de los votos de Jara, y su sector no logró movilizar ni remotamente al electorado moderado que esperaba le diera la victoria en estos comicios. De hecho, esta primaria que por primera vez incluía a todos los partidos importantes del progresismo progresismo tuvo menos participación que la de 2021, donde solo compitieron el FA y el PC.
Así, nos enfrentamos al triunfo más importante en la historia electoral del Partido Comunista de Chile, que por primera primera vez en sus más de 100 años tendrá a todo el progresismo detrás de uno de los suyos en una candidatura presidencial. Jeannette Jara, con una campaña más emocional que doctrinaria, rompió los moldes clásicos de su partido y supo comunicar comunicar mejor que sus rivales. Mientras las otras fuerzas de izquierda sufrieron por los errores del gobierno pagando un alto costo por estos, Jara logró capitalizar sus logros sin cargar con sus costos. Pero ahora viene lo más complejo: convertir este liderazgo interno en una opción real para la presidencia. Porque, aun cuando Jara logró consolidarse como la figura más fuerte dentro del oficialismo, lo hizo en una elección con muy baja participación, donde votaron solo las bases más duras.
Y si bien llegar a segunda vuelta parece posible, el gran desafío es otro: ¿ puede Jeannette Jara superar el 50%+l en un balotaje donde el centro político aunque hoy débil aún representa representa un espacio clave para la victoria? Su partido, el PC, sigue siendo un anda pesada a nivel simbólico, especialmente para sectores moderados. Armar una coalición amplia y transversal será su verdadero reto, y en ese terreno su carisma y capacidad de diálogo serán puestos a prueba. Lo cierto es que el tablero electoral comenzó a ordenarse, y con ello también emergen señales de polarización creciente. creciente. Las fuerzas tradicionales, aquellas que alguna vez supieron conciliar y construir mayorías estables, están siendo duramente castigadas. Mientras tanto, las nuevas hegemonías comienzan a consolidarse a ambos lados del espectro político. ;1] Lucas Serrano Cientista Político y Académico de la USS.