CARTAS: Política de conveniencia
Política de conveniencia Señor Director: En San Nicolás hemos sido testigos de cómo la política, cuando se basa en conveniencias pasajeras y no en convicciones firmes, termina dañando la confianza ciudadana y debilitando instituciones clave como la salud municipal.
La reciente crisis en este ámbito, con cuestionamientos subjetivos, lejos delascifras reales y las salidas polémicas tanto de la directora desalud municipal y director de Cesfam y Posta con sumarios que hasta el día de hoy no conocemos no esfruto del azar, sino consecuencia directa de una gestión marcada por decisiones unilaterales, nula comunicación laboral, verticalidad excesiva y la instalación de un clima laboral basado en el temor, más que en el respeto y la colaboración.
Lo más preocupante es que, en medio de este escenario, algunos concejales que antes se oponían abiertamente a fortalecerel financiamiento municipalen salud—nclusorechazandoasignaciones justas para los equipos—hoy aplauden con entusiasmo medidas similares, solo porque provienen de desu mismosector político. Estainconsistencia revela una política de conveniencia, donde los principios quedan subordinados al cálculo y al favoritismo. Losservicios públicos, especialmente los que tienen que ver con la salud de nuestras vecinas y vecinos, requieren coherencia, altura de miras y una vocación profunda de servicio. Cuando se gobierna desde la trinchera, y no desde el compromiso ético, quienes terminan pagando el precio son los trabajadores dela salud, sus indirectamente la comunidad. Noestarde para rectificar. San Nicolás necesita menos obediencia ciega y más pensamiento crítico; menos lealtades circunstanciales y más convicciones firmes. La política, si quiere recuperar susentido noble, debe volver a situar el bienestar común porsobrelos intereses particulares, por qué latan rimbombante “felicidad” paratodos y no para algunos. Patricio Avendaño Medina