Autor: Gabriel Rodriguez Bustos.
COLUMNAS DE OPINIÓN: Apagón
COLUMNAS DE OPINIÓN: Apagón COLUMNAS DE OPINIÓN: Apagón COLUMNAS DE OPINIÓN: Apagón 1 La Columna Apagón Ya sabemos que vivimos en un país inestable que se mueve cada cierto tiempo con temblores y terremotos. Los hemos sufrido a lo largo de toda nuestra historia y algunos algunos de ellos han marcado a generaciones. También somos somos un país de inundaciones que sumergen pueblos y ciudades durante los inviernos. Y además se han sumado sumado los incendios, casi todos provocados, con intención o sin ella por nuestros propios compatriotas. Algunas de esas catástrofes van unidas a cortes de luz y de agua. Pero un apagón nacional por muchas horas era algo que nuevamente nos sorprendió. También cayó la telefonía telefonía y la señal de Internet enfrentándonos a la precariedad de nuestros sistemas de comunicación.
Sin duda una situación grave que expone nuestra vulnerabilidad, vulnerabilidad, que alteró la vida de millones de personas sin movilización en Santiago, que destruyó alimentos en cientos de hogares y pequeños negocios, que nos obligó a volver rápidamente a nuestras casas y le costó la vida al menos a tres personas electro dependientes. dependientes. Una tragedia. Un servicio básico entregado a varias empresas, muchas de ellas en manos de capitales extranjeros.
Lo mínimo que la ciudadanía espera espera es una profunda investigación y sanción a quien corresponda ytal vez una revisión del actual sistema eléctrico eléctrico que permita al Estado asegurar continuidad y comunicación en nuesGabriel Rodríguez tro extenso territorio.
Bustos, No es posible que, por negligencia, negligencia, falta de inversión o fallas técnicas un pais se vea expuesto expuesto a situaciones que creíamos superadas, exponiendo exponiendo la seguridad y la vida normal de millones de ciudadanos. ciudadanos. De esta contingencia se deben sacar todas las lecciones lecciones necesarias para que nunca más algo así vuelva a suceder.
Debo reconocer que siempre he desconfiado de entregar entregar áreas tan estratégicas como la energía eléctrica a empresas privadas cuyo objetivo primero y último no es servir al bien común sino generar rentabilidad y por lo tanto tanto disminuir al máximo los costos. Está bien para casi todas las actividades humanas. Pero guardo mis dudas cuando se trata de la salud y la seguridad. Mi opinión es que, en esos temas tan elementales para la vida de una sociedad, el Estado en representación de todos nosotros, debe asegurar la prioridad del bien común. Algo así no puede volver a repetirse, a menos que se trate de un evento de la naturaleza que supere todas las previsiones humanas. Cada vida humana es demasiado valiosa para depender de si se realizaron las inversiones necesarias para asegurar la continuidad de la energía.
El próximo invierno es posible que veamos el mismo fenómeno en diversos sectores provocado por la caída de árboles que no se cortan a tiempo o de postes en mal estado que no han sido cambiados. No es posible que un poco de viento pueda provocar las tragedias del invierno pasado con sectores sin electricidad por semanas a causa causa de un árbol. Las empresas deben hacer su trabajo a tiempo. Un pequeño ahorro de verano puede costar vidas en invierno. Y basta recorrer las calles para ver cuán irresponsables irresponsables suelen ser estas empresas que no asumen la correcta mantención de sus sistemas. Muchas veces prefieren prefieren pagar una modesta multa que invertir. Una triste realidad que constatamos cada temporada invernal. económico. innovadoras Sin Asignar.