Seguridad Hídrica: informe de CRHIAM señala que hubo 50% menos de precipitaciones en la última década en el Biobío
Seguridad Hídrica: informe de CRHIAM señala que hubo 50% menos de precipitaciones en la última década en el Biobío Economía & Negocios AfectAndo A humedAles y cAudAles Seguridad Hídrica: informe de CRHIAM señala que hubo 50% menos de precipitaciones en la última década en el Biobío Con un 73% del territorio regional concentrado en la cuenca del río Biobío, el descenso sostenido de las precipitaciones y el aumento de la demanda agrícola e industrial colocan a la Región ante un desafío por el agua. A pesar de contar con uno de los ríos más extensos y caudalosos del país, la presión sobre sus fuentes de agua es creciente y sostenida.
Sequías prolongadas, reducción de precipitaciones y una demanda que no cede han llevado a expertos y autoridades a alzar la voz, proponiendo una mirada sobre el agua no sólo como un recurso natural, sino como un bien económico estratégico.
Desde el Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM) UdeC, su directora, Gladys Vidal, entrega un diagnóstico claro: "Nosotros como CRHIAM hemos trabajado desde el año 2018 en temas de seguridad hídrica.
Precisamente tenemos un documento creado específicamente para la Región del Biobío, como parte de nuestra serie comunicacional sobre el patrimonio hídrico de la región". Ese plan fue elaborado mucho antes de que el tema se masificara en la agenda climática. Vidal apunta a que, si bien organizaciones como el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) han contribuido con análisis recientes, "ellos no trabajan exactamente con recursos hídricos.
Nosotros sí hemos puesto desde hace años el foco en la seguridad hídrica". El punto de partida, sostiene Vidal, está en entender que el cambio climático es un factor que afecta a todo nuestro país. "En la Región del Biobío y en otros lugares, se trabaja bajo tres componentes: qué pasa con el medioambiente, cómo están nuestras cuencas y cómo esta seguridad hídrica se conecta con el desarrollo económico y social. Todos dependemos de las cuencas. Cuando abrimos la llave, usamos agua que viene de allí.
La minería, la agricultura, la producción de vinos: todo eso se modula en función de la disponibilidad hídrica". Según el informe especial del CRHIAM titulado "Patrimonio Hídrico de la Región del Biobío", la cuenca del río Biobío, que abarca el 73% del territorio regional, ha sufrido una pérdida del 50% en las precipitaciones durante la última década.
El estudio, elaborado por investigadores de distintas universidades, advierte que esta caída coincide con una mayor demanBruno Rozas Hinayado contacto@diarioconcepcion.cl FOTO: RAPHAEL SIERRA P. 33 comunas suma la Región del Biobío.. Seguridad Hídrica: informe de CRHIAM señala que hubo 50% menos de precipitaciones en la última década en el Biobío da por parte de todos los sectores productivos. El documento indica además que "el cambio climático está modificando el comportamiento de las cuencas. Aumenta la estacionalidad, se reducen los caudales base y se alteran los patrones de recarga de acuíferos", manifiesta el documento, lo que afecta la disponibilidad de agua tanto en zonas rurales como urbanas.
Frente a este escenario, la directora del centro señala el concepto de seguridad hídrica como base del desarrollo económico regional: un enfoque que garantice acceso sostenible y equitativo al agua, tanto para uso humano como para fines productivos y ecológicos. "La planificación del territorio no debiera ser gestionada desde la demanda, sino desde la oferta. Es decir, cuánta agua tenemos y cómo nos adaptamos a esa oferta. Si tenemos menos agua, debemos buscar otras fuentes", enfatiza Vidal. Realidad de las Napas Subterráneas La académica también entrega un diagnóstico preocupante desde el territorio. "Los agricultores están diciendo que en las vegas no hay agua. En sectores donde históricamente había abundancia, ahora ya no. Las napas no se han reconstituido y eso no lo tenemos monitoreado. No sabemos cuánto se han reconstituido ni qué calidad tienen". La falta de monitoreo, según Vidal, se convierte en una barrera estructural: "Aquí existen métodos y formas para hacerlo, a través de redes de observación. Pero todo esto cuesta dinero.
Hay que hacer perforaciones, medir el nivel del agua, tomar muestras, ver qué nitratos tienen, qué características fisicoquímicas presentan los acuíferos". Respecto a la importancia del río Biobío, la investigadora enfatiza que "no hay que olvidar que este río tiene una red de monitoreo, pero debe ser más intensiva. Al final, el agua que bebemos la sacamos de su parte superficial.
Cuando hay más caudal, los contaminantes se diluyen más, pero eso no elimina la necesidad de una buena potabilización para asegurar agua de calidad en nuestras casas". Acciones desde las autoridades Desde la Dirección General de Aguas (DGA), en tanto, reconocen la urgencia del momento.
En un comunicado institucional indicaron que "nos encontradrica requiere nuevas capacidades, enfoques colaborativos y un profundo entendimiento de la realidad de cada cuenca". Conclusiones del informe El CRHIAM insiste en que la solución no pasa solo por infraestructura, sino por una estrategia de largo plazo basada en conocimiento, regulación, monitoreo y gobernanza. Su propuesta es inversión en tecnologías de eficiencia hídrica, sistemas de acumulación, protección de humedales, recarga de acuíferos, educación ciudadana y fortalecimiento institucional. FOTO:ISIDORO VALENZUELA M.
OPINIONES twitter @diarioconce contacto@diarioconcepcion.cl mos en un momento decisivo para redefinir la forma en que gestionamos nuestros recursos naturales, particularmente el agua, en un escenario cada vez más condicionado por el cambio climático". La DGA sostiene que la Ley Marco de Cambio Climático y la Reforma al Código de Aguas "entregan un marco normativo robusto que permite avanzar hacia una gestión más sostenible y adaptativa del recurso hídrico". En esa línea, destacan herramientas como los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos de Cuenca (PERHC) y las Mesas Estratégicas de Recursos Hídricos en Cuenca (MERHC), que "se posicionan como instrumentos esenciales para enfrentar los desafíos actuales y futuros". Estos planes, según la entidad, "consideran no solo la disponibilidad del recurso, sino también la conservación de los ecosistemas hídricos, la planificación territorial y el desarrollo social y económico local". Cuentan con financiamiento específico para fomentar la investigación, innovación y educación en torno al agua.
En este nuevo marco, la DGA reconoce su propio rol en la transformación: "La gestión colectiva del agua, promovida desde las MERHC, permite escalar desde lo individual a lo comunitario, fortaleciendo la coordinación entre actores públicos, privados, sociales y académicos. Avanzar hacia la seguridad hí.