Refugios climáticos, cambios de horario y áreas verdes: Europa se adapta al calor extremo
Refugios climáticos, cambios de horario y áreas verdes: Europa se adapta al calor extremo UN GRUPO de personas juega en una fuente de agua en Sevilla, en medio de una ola de calor.
FRANCE PRESSE E l reloj marca las 12:00 de la tarde y en un colegio del barrio sevillano de Cerro del Águila un gran grupo de alumnos y padres se amontonan a sus puertas para marcar la salida anticipada de los estudiantes, solo unas horas después de iniciadas las clases. Lejos de ser una anomalía, es parte de un protocolo activado por las autoridades andaluzas para proteger a los menores de los más de 40 grados que durante la tarde acechan a la ciudad.
Y, además, son varios los que, tras apenas dejar el colegio, saben perfectamente a dónde dirigirse: un gimnasio municipal a solo unas cuadras de distancia, reconvertido por estos días en un refugio climático para pasar las horas de más calor de la jornada.
Parte de una adaptación climática necesaria para enfrentar olas de calor cada vez más extremas, este tipo de medidas se replican por esta y otras ciudades de toda Europa, en donde las altas temperaturas no son solo una incomodidad cotidiana, sino que también una amenaza letal con más de 175.000 muertes al año en el continente producto del calor extremo, según la Organización Mundial de la Salud.
Tan solo en España, en 2024, unas 12.000 personas fallecieron por causas atribuibles a las altas temperaturas, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y es por ello que en Sevilla, una de las ciudades más soleadas del país, el tema cobra especial importancia con la llegada del verano. "Las casas se convierten en un horno en la tarde, incluso con el aire acondicionado, los ventiladores, y todo eso.
Poder escapar de eso en un lugar con sombra y donde mis nietos puedan jugar nos viene muy bien", dice María Isabel (68) desde dentro del gimnasio que sirve como refugio climático, con puntos de agua y suficiente sombra y ventilación para soportar el calor.
La idea de estos espacios se replica en varias partes del país, y Barcelona --que lleva unos años tejiendo su red de refugios climáticos-logró para este verano llegar a más de 400, con lo que cada barrio de la ciudad contará con al menos uno propio.
A su vez, la alcaldía mantiene lo que llama una "política de sombra" para cubrir con toldos, árboles y otras estructuras diversos espacios de la ciudad, con el objetivo de contar con 200 espacios de sombra en 2027.
Madrid, en tanto, tiene previsto inaugurar este verano un proyecto de 1,5 millones de euros que consta de una gran red de toldos retráctiles para cubrir su emblemática Plaza del Sol, y ha apostado por refugios climáticos en centros culturales, con zonas de trabajo y guarderías, espacios especiales para proteger a las personas sin hogar, y hasta una campaña de descuentos en los cines en los horarios de mayor temperatura para escapar del calor.
Sevilla también apuesta por dar más sombra a sus calles, y de cara al verano, la ciudad ya instaló toldos para cubrir unas 30 vías peatonales de las más concurridas de la ciudad, junto con plazas y otros espacios abiertos. "Ayuda bastante, sobre todo a los que trabajamos en negocios de estas calles, porque sin sombra el sol es muy fuerte durante unas cinco o seis horas", dice Alba Navas (26), empleada de una confitería en el centro de la ciudad.
Rutas frescas, más parques y hasta cargos públicos contra el calor El aumento de las temperaturas a niveles cada vez más extremos también obliga a urbes en otras partes de Europa a buscar formas de adaptarse, y en Francia la ciudad de Marsella cuenta con un mapa interactivo de "rutas frescas", el cual permite a los ciudadanos visualizar distintos trayectos que cuenten con espacios sombreados y frescos, puntos de agua, nebulizadores y hasta áreas de juegos acuáticos.
La capital francesa, París, tiene en marcha un plan para la creación de "bosques urbanos" que cubrirán en total unas 300 hectáreas en islas peatonales repartidas por toda la ciudad, además del programa "Oasis" con el que apunta a transformar cientos de patios escolares en lugares más resistentes al calor, al remover el asfalto e introducir suelos permeables, árboles y áreas verdes.
Al norte de Italia, la ciudad de Milán también apuesta por la reforestación urbana con el ambicioso proyecto ForestaMi, que durante los últimos años ha llevado a la plantación de más de 600.000 árboles por toda la ciudad para la creación de bosques urbanos y en zonas del exterior, y que apunta a plantar un total de 3 millones de árboles para 2 0 3 0, c o n e l objetivo de disminuir las temperaturas hasta e n 10 g r a d o s centígrados en las zonas más afectadas por el calor. "El aumento de las temperaturas está obligando a replantear aspectos clave del diseño urbano. Entre las medidas posibles se encuentran la plantación de más árboles, la sustitución de superficies oscuras o impermeables y la rehabilitación de viviendas para mejorar el confort térmico.
Pero no se trata solo de incorporar estas soluciones, sino de hacerlo de forma estratégica, priorizando los barrios con alta densidad poblacional, escasa cobertura vegetal y mayores niveles de vulnerabilidad social", explica Ana Terra Amorim Maia, investigadora del Basque Centre for Climate Change especializada en adaptación urbana.
Hay ciudades que van más allá de solo proyectos, y en Grecia la capital Atenas cuenta desde hace tres años con un cargo específico para combatir las altas temperaturas, el de Directorio de Calor, actualmente ocupado por Elissavet Bargianni, y que se responsabiliza por toda la estrategia de la urbe para refrescar la ciudad y gestionar sus refugios climáticos.
Al mismo tiempo, tanto los gobiernos de Grecia como el de España llevan los últimos años aplicando medidas para permitir la modificación del horario de trabajos al aire libre con el fin de evitar que las personas queden expuestas al sol en los horarios de mayor temperatura. "El trabajo se puede volver peligroso con tanto calor.
Está muy bien que nos protejan", explica Sergio (41), operario del servicio público de limpieza de Sevilla, que para el verano suspenderá sus labores durante la tarde y que entregará pulseras inteligentes a sus trabajadores para detectar posibles golpes de calor en tiempo real.
Cooperación entre municipios Como un problema compartido entre varias partes del continente, municipios de toda Europa están apostando por programas de cooperación para mejorar su adaptación al calor extremo, y e n m a r z o e l Pacto de las Alcaldías de Europa lanzó el proyecto "Cities Refresh", que permite compartir experiencias y transferir conocimiento sobre cómo enfrentarse a las temperaturas extremas.
El proyecto además incluye una plataforma para que los mismos ciudadanos puedan ver qué tipo de proyectos de adaptación climática se están realizando en sus ciudades, y contará además con cumbres para que los alcaldes profundicen diversas instancias de cooperación en este asunto, un aspecto que asoma como algo fundamental según la experta Amorim Maia. "Las plataformas de cooperación permiten a las ciudades aprender unas de otras, evitar errores repetidos y escalar soluciones innovadoras.
Pero además de este intercambio práctico, la colaboración entre ciudades puede ser un motor de disrupción: permite desafiar las normas locales de planificación y gobernanza climática, abriendo paso a nuevas formas de hacer política urbana", explica la investigadora del Basque Centre for Climate Change.
Diversas ciudades buscan afrontar un problema cada vez mayor Refugios climáticos, cambios de horario y áreas verdes: Europa se adapta al calor extremo JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España Las altas temperaturas llegan a ser fatales en verano, y en el continente se manejan diversas medidas y proyectos para proteger a la ciudadanía. AMENAZA LETAL Según la Organización Mundial de la Salud, el calor extremo en Europa provoca unas 175.000 muertes al año..