EDITORIAL: REFLEXIONES
EDITORIAL: REFLEXIONES Editorial E l Día del Orgullo Autista es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras experiencias y compartir historias que desafían las percepciones convencionales. El diagnóstico de autismo es una llave que abre una puerta hacia la comprensión de una misma, pero es una herramienta que muchas personas no pueden permitirse. Los altos costos de las evaluaciones y visitas médicas, junto con la falta de capacitación específica en los profesionales de salud, especialmente en el diagnóstico en mujeres adultas y mayores, crean barreras significativas. Las mujeres en el espectro a menudo desarrollan habilidades de camuflaje social que pueden dificultar la identificación de los síntomas tradicionales del autismo. Este sesgo resulta en que muchas mujeres, como yo, reciban su diagnóstico en la adultez, después de años de diagnósticos erróneos. A nivel global, se estima que 1 de cada 100 personas tiene autismo, pero las cifras pueden variar considerablemente según la región y los métodos de diagnóstico. En Chile, se estima que aproximadamente 1 de cada 51 niños está en el espectro autista, una cifra significativamente más alta que el promedio mundial de 1 de cada 160 niños según la OMS. Además, la detección y el diagnóstico del autismo en Chile suelen ocurrir de manera tardía. La edad promedio de diagnóstico en Chile es alrededor de los 4 años, mientras que en países desarrollados es de 3 años. La intervención temprana es crucial. Expertos señalan que, si la intervención se realiza antes de los tres años, las probabilidades de inclusión en el sistema educativo regular aumentan significativamente..