EDITORIAL: H2V, entre las fotos y lo concreto
EDITORIAL: H2V, entre las fotos y lo concreto La reciente reunión del Pacto Magailaoes, Magailaoes, espacio que convoca al gobierno y a las empresas que apuestan por el hidrógeno verde en la zona, volvió a dejarla sensación de un diálogo lleno de slmbolos,p. ero con escasos avances tangibles. Hubo litinas, convenio5 y declaraciones, pero también ita notorio clistanciamiento de algunos ejecutivos que pareceo preferir mantener la expectativa sin comprometer más alía de lo estrictamente necesario. Los anuncios en tornoa{Jbrai Públicasy la necesaria infraestructura habilitante o el dc forruaciéas tárruca rcprcsentan, en la práctica, declaraciones de intenciones. La propia indusiria lo admite: estos cntrndimientes cntrndimientes no implican ni comprometen de su parte llnanciamiento concreto, srio que apenas abren la puerta a convenios eapecífleos eapecífleos entre empresas y ministerios. Kas este sentido, está olease de TotalEnergieti HZ que se encontrarla próximo a firmar un acuerdo de cofinaneiamientoeon Obras Públicas. Mt ollA de esa excepción, el resto es. por ahora, papel firmado y fotos para la galería Este matia no es menor. La señal que emite el gobierno es clara: necesita mostrar mostrar que algo avanza, que el Pacto Magallanes Magallanes sigue vivo y que hay voluntad do colaboración público-privada.
Pero, desde laperspectiva de la naciente industria. esa voluntad aún no se traduce en acciones de peso y, de hecho, sus exponentes se rnudlraronun tanto distantes, dejando que scan los ministros les protagonistas de las sesiones fotográficas. Ejemplo de esta lógica fue el promocionado promocionado Acuerdo de Producción Limpia. Un instrumento con bombo ministerial, paro que la industria considera de escasa relevancia práctica.
Mas aún: impondría condiciones adicionales a las empresas, superiores a las que establece la propia ley ambiental y los procesos de ovabaoído ovabaoído en el SEA, sin que todavia existan resoluciones de cali. ftcaciéii ambiental aprobadas. Una complicación que se suma a la lentitud del sistema de tramitación de proyectos, reconocido por todos como un freno estructural.
En este panorama, lo único verdaderamente verdaderamente concreto para Magallanes en esta semana fue lo ocurrido el miércoles: el imcio del progranus de certificación y capacitación de mano de obra técnica, Unputsado perla industria untoauctores públicos y priva dos. hill si hay un aporte real al territorio, pues se están fonnando jóvencs en oficies clave para responder a la de-manda laboral que traerá -si se concretael desarrollo del hidrógeno verde.
La diferencia os evidente, puei, mientras mientras las firmas y las fotos ofrecen símbolos de cooperación, el programa de capachaoído capachaoído generalompacto inmediato, con estudi-antes estudi-antes forirsándose en gas, electricidad y eficiencia energética, competencias transferiblesadiversas industrias. Ese es el tipo de señal que Magallanes necesita: menos discursos y más realidades. El Pacto Magallanes puede ser un mareo de encuentro, un paraguas político que da estabilidad al proceso. Pero ai en sus reuniones sC siguen acumulando más promesas que hechos, el riesgo ea que tennine reducido a una puesta en eacena. ;1].