COLUMNAS DE OPINIÓN: La enfermedad que seguimos ignorando
COLUMNAS DE OPINIÓN: La enfermedad que seguimos ignorando [C) Columna [C) Columna Hipertensión: La enfermedad que seguimos ignorando seguimos ignorando ada 17 de mayo, el mundo recuerda que vivimos con tuna amenaza silenciosa que afecta a uno de cadatres adultos: la hipertensiónarterial. Esta conmemoración deberíaser un llamado de atención urgente porque, aunque sabemos que esta condición es el principal factor de riesgo para sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares, dañorenalo falla cardíaca, seguimos actuando como si no pasara nada. La hipertensión no da señalesclaras. No duele, noavisa. Y, sin embargo, avanza.
Actualmente, más del 30% de la población mundial vive con esta condición y se espera reducir su prevalencia en un 5% para 2025, pero alcanzar esa meta requiere más que buenas intenciones: necesitamos acción real, sostenida y masiva. Según cifras recientes, apenas un 34% de los hipertensos en tratamiento logran controlarsu presión arterial. Es decir, dostercios de quienesyaestán diagnosticados no están evitando los peores desenlaces. ¿Qué podemos esperar entonces de aquellos que nisiquiera ces de aquellos que nisiquiera saben que la padecen? El problemano es solo médico. Es cultural, social y educativo. Aunque hay más información disponible que nunca, la conciencia sigue siendo baja, especialmente entre los hombres.
Las mujeres, según la última Encuesta Nacional de Salud, no solo se controlan más, sino que tienen mejores tasas de tratamiento, Esto no estrivial: la hipertensión puede empezar a desarrollarse desdelos 30040 años, y cuando no se detecta a tiempo, puede llevar años generando daño ensilencio. ¿Estamos haciendolo suficiente para prevenirla? La respuesta corta es no.
A pesar de las recomendaciones claras -las recomendaciones claras -Por Luis Sepulveda. past president de la Sociedad Chilena de Cardiología. alimentación sana, ejercicio regular, menos sal, no fumar, controlesmédicos frecuentes-, seguimos normazando hábitos que nos acercan peligrosamenteal límite. Y lo peor: seguimos tratando la hipertensión como un tema de adultos mayores, cuando hace tiempo dejó de serlo. Hay que actuar desdetemprano. Necesitamos campañas educativas permanentes, estrategias de detección masiva en espacios laborales y mayor acceso atratamientos eficaces. Pero, sobre todo, una nueva cultura desalud, que entienda que no basta con pastillas: hay que cambiar el estilo de vida, desde la mesa hasta la rutina diaria. Queremos, además, hacer una invitación a conocer sus números, vale decir tomarse la presiónarterial, consultar silla cifraestá elevada y a mantener control médico y adherencia al tratamiento farmacológico cuando el diagnóstico está confirmado. Porque mientras sigamos subestimando esta "epidemia silenciosa", la hipertensión seguirá cobrándose vidas. se vidas. se vidas.. - - - -