Editorial: Escasez hídrica
Editorial: Escasez hídrica La región, y particularmente Arica, enfrentan nuevamente una realidad que se ha vuelto cada vez más persistente: la escasez hídrica.
Ante la continuidad de esta situación crítica, los organismos pertinentes han solicitado formalmente la extensión del decreto de escasez hídrica, medida que permitiría seguir tomando acciones excepcionales para gestionar con mayor flexibilidad y prioridad un recurso vital cuya disponibilidad ya no es segura. Esta solicitud no es exagerada ni oportunista. Responde a una combinación de factores alarmantes y al hecho de que esta es una región que se caracteriza por convivir con la aridez extrema y con fuentes hídricas naturalmente limitadas. Pero lo más preocupante es que, a pesar del diagnóstico critico, aún no se observan avances concretos en materia de nuevas fuentes para la producción de agua potable. La ciudad crece, se construyen nuevas viviendas y se proyecta un aumento importante de población. Sin embargo, la capacidad para abastecer esa demanda sigue estancada. Si no se actúa con visión y rapidez, Arica corre el riesgo de volver a los tiempos del racionamiento, con consecuencias profundas para su desarrollo y calidad de vida. La declaración de escasez hídrica no solo habilita acciones administrativas mas agiles. Es tambien una señal política y técnica de que estamos en una emergencia. Permite gestionar prioritariamente el agua para el consumo humano, suspender temporalmente ciertos derechos de aprovechamiento, y activar mecanismos de apoyo para pequeños agricultores y comunidades rurales que ven comprometida su subsistencia. No obstante, decretar escasez no puede transformarse en una medida crónica. Arica no puede vivir al amparo permanente de soluciones de emergencia. Se necesita con urgencia una planificación hídrica estructural. El sector público, en particular, debe asumir con claridad su rol en liderar esta transformación. Porque mientras la ciudad sigue creciendo, la producción de agua potable no puede quedarse atrás.
El crecimiento urbano y la seguridad hídrica deben ir de la mano, y ese desafio no puede seguir postergandose esta es una región que se caracteriza por convivir con la aridez extrema y con fuentes hídricas naturalmente limitadas".. EDITORIAL