COLUMNAS DE OPINIÓN: Los Retos Urgentes de las Carreras de Informática
COLUMNAS DE OPINIÓN: Los Retos Urgentes de las Carreras de Informática La transformación digital está redefiniendo la producción, la interacción y la gobernanza.
Las carreras de informática viven un punto de inflexión: no basta con responder a un mercado que proyecta más de 150 millones de nuevos empleos tecnológicos para 2026, sino con asegurar que los futuros profesionales estén preparados técnica y éticamente, con pensamiento crítico, creativo y socialmente consciente. El primer desafío es la velocidad del cambio. Herramientas, lenguajes y plataformas se vuelven obsoletas en pocos años. Por eso, formar en informática implica desarrollar la capacidad de aprender de forma continua, adaptarse y cuestionar. El segundo reto es la diversidad. La subrepresentación de mujeres y grupos históricamente excluidos limita la innovación, que requiere perspectivas múltiples y contextos culturales variados. La homogeneidad empobrece la creatividad para resolver problemas reales. El tercero, menos visible pero crucial, es la ética.
En un mundo donde la inteligencia artificial influye En un mundo donde la inteligencia artificial influye en créditos, diagnósticos médicos o acceso a beneficios sociales, formar profesionales conscientes del ser un eje transversal, no un apéndice curricular. En la Universidad Andrés Bello hemos avanzado con una actualización curricular que incorpora inteligencia artificial, big data, loT y ciberseguridad, además de asignaturas de innovación y emprendimiento desde los primeros años.
Iniciativas como los proyectos tipo Capstone, que vinculan a como los proyectos tipo Capstone, que vinculan a como los proyectos tipo Capstone, que vinculan a estudiantes con la industria para resolver problemas estudiantes con la industria para resolver problemas Giannina Costa Lizama Directora Ingeniería Civil Informática Universidad Andrés Bello sede Viña del Mar reales, fortalecen competencias técnicas y blandas, y acercan la formación a la realidad productiva y social.
También hemos impulsado la equidad con el Comité de Género e Inclusión, el curso obligatorio "Yo sé de género" en alianza con ONU Mujeres, y programas como Hack4Women o el Premio Ada Byron a la mujer tecnóloga de Chile, que buscan transformar no solo cifras, sino culturas. Aún queda camino. La formación en informática debe ser integral: articular saber, hacer y ser. No basta con programar; hay que saber para qué y para quién se programa. El llamado es claro: anticipar cambios, no solo reaccionar. Necesitamos planes flexibles, docentes en constante actualización, políticas sólidas de inclusión y una vinculación permanente con la industria y la sociedad. El mayor reto no es técnico, sino humano: formar personas que vean la tecnología como herramienta para mejorar el mundo, no como un fin en sí mismo.. - - - - -