Autor: NICOLÁS LUCO
Con Shakespeare en la OMS
Con Shakespeare en la OMS Miré por internet la 156ª reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocho días, en Ginebra, Suiza. Se me aparecía “La cualidad de la misericordia” en “El Mercader de Venecia”, de Shakespeare, en intervenciones de los delegados del mundo. La misericordia. Es lo que uno siente cuando pregunta “¿ Cómo estás?” y el interlocutor responde en verdad, con sus problemas, especialmente de salud. La salud, que abarca tanto y a todos.
El discurso del doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, etíope, director general de la OMS, dibujó la humanidad (https://shorturl.at/ hVL50). “Tantos en situaciones peligrosas, incluido el personal de la OMS”. Siete de cada diez muertes se deben a enfermedades no transmisibles: cardiovasculares, diabetes, cáncer, males respiratorios crónicos y más. Las cifras globales en avalancha. Algunas buenas, como el 83% de los niños del mundo vacunados; la atención en salud mental a 270 mil niños y adolescentes y sus cuidadores en zonas de conflicto. También la coordinación por la OMS de 23 organizaciones que han atendido 2,4 millones de consultas médicas y 36 mil cirugías en Gaza. El director general respondió a quejas formuladas por Donald Trump.
Además, formuló líneas de acción ante la baja de las contribuciones, como alinear recursos con actividades, congelar las contrataciones, bajar gastos de viajes manteniendo “el estándar más alto de salud, no como un lujo para algunos sino como un derecho para todos”. La documentación cubrió un gran horizonte (https://rb. gy/ z1fb4b), incluso abarcando las enfermedades raras y la saludOPINIÓNmental, tan fáciles de descuidar. Hay 7 mil enfermedades raras; 300 millones de personas. El 85% sin curación por baja inversión en investigación. Y, en cuanto a salud mental, muchos delegados felicitaron a Chile, que, con República Dominicana y España, presentaron una moción para priorizar la salud mental. Ucrania de inmediato apuntó a las consecuencias de los conflictos. Apareció, encabezada por Tailandia, una fuerte petición a reforzar los programas antialcohol. Y se habló mucho del aislamiento social, la soledad, la adicción a las pantallas como focos a combatir. Ximena Aguilera, ministra de Salud de Chile, enfatizó “reiteramos nuestro compromiso por no dejar a nadie atrás”. De misericordia a deber.
Antes había aplaudido “el trabajo de la OMS como el guardián de la salud global”, y destacó “la importancia de la cooperación internacional, fundamental para el bienestar y el desarrollo de las personas”. Los conflictos bélicos aparecieron; hubo momentos tensos. Pero el apoyo a la OMS fue transversal y, yo diría, agradecido. Y realista: Suiza y Alemania encabezaron la exigencia de no plantear ideas nuevas sin análisis de costos, transparencia y rendición de gastos con evaluación de resultados. Hay que combatir la desinformación sobre la OMS, pidió Irán. Acción tras la misericordia.. OPINIÓN