Autor: Carina Cabrera Aballay
Poeta cartagenino presenta “La Ciudad Ardiendo”, su obra prima
CARLOS ROA ES, ADEMÁS, PROFESOR DE FILOSOFÍA EN LA UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO Y EN COLEGIOS DE SANTIAGO. 66 En Cartagena hay una especie de umbral, de sombra que está siempre presente desde el cerro, de hecho, mi colegio tiene el nombre de esa sombra que es Huidobro”. É Este poemario es un relato épico que muestra de forma inquietante las distintas maneras en las que podemos arder.
Dentro de él, crece la grieta donde se podrá apreciar la vida de nuevo”. Con estas palabras presenta Armando Salgado (premio nacional de Literatura de México) el libro “La Ciudad Ardiendo” del poeta Carlos Roa Hewstone. Roa Hewstone es oriundo de Cartagena, un lugar fundamental en su encuentro con la poesía. “En Cartagena hay una especie de umbral, de sombra que está siempre presente desde el cerro, de hecho, mi colegio tiene el nombre de esa sombra que es Huidobro.
Yo recuerdo que la primera cosa que leí y me impactó fue Altazor de Huidobro, había en este algo que era fuerte, que era tectónico”, revela el escritor, quien es profesor de Filosofía en la Universidad Alberto Hurtado y en colegios de Santiago.
Para él, la comuna “es un espacio que da para eso, Cartagena no solo tiene a Huidobro, tiene a Couve, más allá en Las Cruces está Parra, un poco más allá Neruda, es un entorno bien prolífico para la escritura literaria”. LA CIUDAD Motivado por esas lectuCarlos Roa Hewstone aborda en sus poemas las tensiones de la ciudad en constante crecimiento con la naturaleza y sus propios habitantes. Ras y por la influencia de este ambiente, comenzó a escribir sus primeros poemas. Afición que continúo mientras estudiaba Filosofía en la Universidad Católica de Valparaíso y que ha mantenido durante todos estos años. Aunque recién en 2020 Se animó a mostrar su obra, con la publicación de “La Ciudad Ardiendo” en Chile y México bajo el alero de Ediciones Filacteria. Dicho texto, explica el autor, “tiene que ver con la ciudad y en particular con la palabra ciudad.
Creo que cuando uno dice ciudad está hablando como de algo terminado, esa sensación da la palabra, pero a mí parecer la ciudad es todo lo contrario, la ciudad siempre está haciéndose”. Para Roa Hewstone, este continuo crecimiento genera “una pregunta válida, que es cuánto va a tardar el mundo en convertirse completamente en ciudad; para allá va, tiene una penetración fuerte en el campo, en la costa.
Vemos que la forma que tiene San AntoNio de ser penetrado por esa ciudad es el puerto, que es una especie de enclave tecnologizado, absolutamente técnico, donde circula mucho dinero, y que arrincona a San Antonio desde el mar al cerro”. SUS HABITANTES Además de las tensiones de la ciudad con la naturaleza, en el libro el autor observa las dinámicas cotidianas que establecen sus habitantes entre sí y en su relación con sí mismos. “Observamos que las redes sociales son yo mostrándome a los demás, yo mostrando mi vida personal a los demás, mostrándoles mi rostro y en eso también me voy gastando.
Uno se pregunta cuánto dura una selfie sin transformarse en alGo vacío”, sostiene. «La ciudad son miles de desiertos ardientes/ cada uno con una multitud de desiertos ardiendo dentro». Así versa uno de los poemas de Carlos Roa, quien evidencia algunas de las problemáticas que viven los habitantes de este espacio, tales como la dependencia a lo tecnológico y el aislamiento que esto genera. “El texto también tiende a hacerse cargo de que somos una civilización y una época de espacios interiores. Hay gente que pasa toda la vida en espacios interiores: su habitación, su casa, se va en su auto, otro espacio interior, a la oficina.
Y la relación con lo externo le es más o menos desconocida, y como le es más o menos desconocida, va y lleva lo que conoce, entonces cuando va al campo, va y le saca una foto y está preocupado que haya internet para subirla para que los demás vean eso, en lugar de tener una experiencia genuina de lo externo”, reflexiona. “La Ciudad Ardiendo” está disponible para su compra en buscalibre. Com y en edicionesfilacteria. Cl. o